Uruguay

Mesa de gremios de la Alimentación

Balance al VIII Congreso del Pit-Cnt

(24.25 y 26 de Octubre 2003)

 

 

Partiendo de un diagnóstico que es común a la industria nacional, los gremios pertenecientes a la rama de la alimentación constatamos un sostenido deterioro en los distintos componentes que integran el sector, donde se evidencia un notorio retroceso en las condiciones de vida y empleo por la pérdida de puestos de trabajo, derechos y conquistas.

 

Basta tomar el período 1988-2000 para ver con la tozuda claridad de las cifras, la verdad de esta afirmación: en 1988 trabajaban en la rama de la alimentación, la bebida y el tabaco 53.978 personas; en el primer semestre del 2000 lo hacían 35.574 personas; es decir, 18.404 trabajadores menos. Las ramas más afectadas han sido frutas y verduras, manufacturación de pescados, aceites y grasas, molinos harineros, azúcar, y todas las ramas de la bebida, las cuales perdieron más de la mitad de los puestos de trabajo. Lejos de parar, esta situación sigue agudizándose.

 

A lo anterior, debemos agregar la situación del comercio minorista de la alimentación. Como consecuencia del impacto de las grandes superficies (hipermercados) y la caída del mercado interno, han cerrado cientos de pequeños comercios, expulsando trabajadores y comerciantes a la marginación unos y a la informalidad a todos.

 

En contraste, las ramas alimenticias crecieron en el mismo período 17 por ciento; bebida 16 por ciento y el tabaco 27 por ciento. Todo ello producto del aumento de la productividad, con mucho menos trabajadores.

 

En consecuencia menos trabajadores mantenemos casi los mismos índices de producción con salarios prácticamente congelados al año 1988, lo que nos permite asegurar que a las patronales no les ha ido nada mal en este período, manteniendo -y en algunos casos incrementando- sus márgenes de ganancias. Se debe agregar, que este sistema se impuso por medio de la flexibilización y desregulación laboral (tercerizaciones, contratos unipersonales, etc.), y en muchos casos a través de la represión sindical.

 

En el plano de las organizaciones sindicales, esta situación significa una clara atomización de los centros de trabajo, con el consiguiente debilitamiento de nuestra herramienta de lucha.

 

En el plano internacional constatamos que mientras en el mundo diariamente mueren miles de niños por enfermedades producidas a causa de la desnutrición, millones padecen condiciones de hambruna y casi cuarta parte de sus habitantes viven por debajo de la línea de pobreza, en el llamado “Primer Mundo” no se alcanza a consumir todo lo que se produce en alimentación, prefiriendo la caducidad de los productos a causa del acaparamiento, antes de volcarlos al mercado para así especular con los precios. Asimismo, cuando los excedentes se destinan a nuestros países, generalmente se hacen a través de la imposición de políticas de “dumping” y/o rebajas arancelarias, que significan una competencia desleal para la industria nacional.

 

Promedialmente en el “Primer Mundo”, las mascotas consumen más alimentos y tienen mejor calidad de vida, que la mayoría de las personas de muchos de los países pobres.

 

Por lo expuesto, la creación, consolidación y desarrollo de la Mesa de los Gremios de la Alimentación, no sólo responde a un precepto estatutario y a lo resuelto en el VI y VII Congreso del PIT-CNT, sino además a la necesidad de reforzar y mejorar las actuales organizaciones, generar las condiciones para ayudar a la creación de nuevos sindicatos en la Rama y llegar cada vez a más trabajadores, profundizando la unidad a través de la lucha coordinada, amalgamando objetivos comunes y particulares, con la finalidad de crear una organización más poderosa que nos haga más eficiente en la lucha por nuestros objetivos tácticos y estratégicos.

 

Al analizar en forma permanente la situación de cada componente de la rama de la alimentación, se transforma en un objetivo constante el mantener contacto a nivel internacional con aquellas organizaciones representativas y clasistas para el intercambio de información, experiencias y coordinación en objetivos comunes.

 

 

LOS TRABAJADORES DE LA ALIMENTACION y LA

RESPONSABILIDAD ANTE LA SOCIEDAD

 

La seguridad alimentaria de la población se obtiene básicamente si existen organizaciones sindicales cumpliendo con su responsabilidad de control social sobre la producción y manipuleo de alimentos. La preocupación de los consumidores por la calidad y seguridad de los alimentos, hacen que los sindicatos velen por ese control y exijan, entre otras, inspecciones bromatológicas.

 

Por su parte, la pobreza rural se agrava con las condiciones inhumanas de trabajo y ante el uso indiscriminado de agrotóxicos, por lo que mueren anualmente 170 mil trabajadores rurales en el mundo y miles sufren enfermedades crónicas.

 

La destrucción y la degradación ambiental son el resultado de las producciones intensivas y los monocultivos, al tiempo que la inseguridad alimentaria se intensifica por la introducción de alimentos transgénicos, sin tener la certeza de cuáles son los efectos sobre la salud humana.

 

 

ES LA HORA DE CAMINAR

 

Dos años han transcurrido en un trayecto de trabajo que, como en todo proceso, presenta dinámicas particulares. Hay momentos de estancamientos, decaimiento de las acciones, picos de movilización y actividad, de elaboración, etc. Sin embargo, podemos sostener sin ninguna duda que la Mesa de Gremios de la Alimentación, ha cumplido en mantener el compromiso político como sindicatos, de dar cumplimiento a las resoluciones de nuestro VII Congreso.

 

Para esto ha sido muy importante haber mantenido reuniones plenarias semanales. La secretaría de la Mesa se sesiona en la sede del Sindicato Autónomo Tabacalero (SAT).

 

De la misma manera es importante la conexión con el interior y el interés de algunos sindicatos que han solicitado participar, como el caso del Sindicato Único de Obreros Rurales y Agroindustriales (SUDORA), del arroz y otros.

 

 

LO PARTICULAR y LO GENERAL

 

Hubo un desarrollo muy importante de la Mesa en las tareas centrales del PIT-CNT, acompañando cada movilización resuelta centralmente, así como todo el tiempo transcurrido en el levantamiento de firmas por ANTEL, OSE y ANCAP; y nos preparándonos para intensificar los trabajos por el referéndum por ANCAP del 7 de diciembre, una vez culmine el Congreso de nuestra Central.

 

El impacto de la crisis financiera de mediados del pasado año, que aceleró la peor situación social y de emergencia alimentaria que ha sufrido la población del Uruguay, motivó respuestas muy concretas del PIT-CNT que encontraron en la Mesa de Gremios de la Alimentación, un ámbito sindical de referencia para concretar la ayuda solidaria y de apoyo a diferentes ollas y merenderos, que las actitudes fraternas y solidarias de la gente iba cristalizando en diferentes barrios. A solicitud del Secretariado Ejecutivo de la Central, nos responsabilizáramos de esa labor y se mantuvo una relación y gestión permanente con el INDA y diversas organizaciones sociales, posibilitando que algún proyecto productivo (huertas orgánicas, etc.) quedara en funcionamiento.

 

También la cumbre sindical de centrales del MERCOSUR, realizada en Buenos Aires, fue de enorme importancia para la Mesa, donde se aportó desde lo particular a lo general.

 

 

ACCIONES QUE NOS MOSTRO CON ACTITUD DE ACUMULACION

 

Es de destacar el esfuerzo de todos por participar en las asambleas de los gremios de esta Mesa, como así también las visitas al interior con importantes delegaciones, como al departamento de Tacuarembó por el conflicto del Hotel Tacuarembó, donde se contó con el enorme respaldo del plenario local que sirvió para sostener entrevistas y acceder a la prensa. De igual manera en Paysandú, en momentos del cierre de la planta de Norteña, participamos de la asamblea y de las movilizaciones con compañeros de la UITA y la CUT de Brasil. Asimismo se sesionó en otros departamentos, como en Lavalleja, Minas, respaldando a los compañeros del sindicato de Salus.

 

Por último resaltamos, las entrevistas mantenidas con autoridades pertinentes, con el objetivo de impulsar la ratificación del Convenio 184 de la OIT, sobre Salud y Seguridad en la Agricultura.

 

Consideramos de relevancia estratégica y política las visitas realizadas, de común acuerdo con los sindicatos respectivos, a las plantas industriales: de la aceitera COUSA, PILSEN, tabacalera MONTE PAZ y COCA COLA de camino Carrasco.

 

 

MOMENTOS CLAVES DE ESTE PROCESO

 

El 13 de abril de 2002 se realizó un Encuentro de Direcciones Sindicales de los Gremios de la Alimentación, que cobró un carácter casi fundacional, o por lo menos consolidó el período de acciones desde el VII Congreso, donde participaron más de 50 compañeros miembros de sus direcciones respectivas, trabajando en comisiones (estatutos, documento político, finanzas) y plenaria. En abril se participó de la muestra sindical “Del Trabajo y los Trabajadores: una alternativa para la esperanza” en el hall de exposición de la Intendencia Municipal de Montevideo.

 

En el mes de mayo de 2002 se realizó la primera gran movilización de los gremios de la alimentación, que contó con un paro parcial del sector de la industria de la alimentación y una concentración con acto en el cruce de Agraciada y Aguilar.

 

Se propiciaron entrevistas, acciones y gestiones con el Ministro de Trabajo y la Dirección Nacional del Trabajo, en relación a situaciones conflictivas, y procurando algunas acciones urgentes, fundamentalmente para el sector comercio de la alimentación.

 

DE LAS DIFICULTADES

 

·            No haberse generado otros emprendimientos de unificación por rama en el contexto de las resoluciones del VII Congreso.

·             La falta de algunas organizaciones, que sí estuvieron participando desde el primer momento y luego resolvieron no participar o simplemente no lo hicieron, que son de importancia estratégica para el sector alimentación, por ejemplo pesca y carne.

·             Articulaciones y coordinaciones con la estructura central, donde seguramente en algún momento no quedó claro los roles de los sindicatos, la voluntad política de éstos de acumular por rama de actividad, las resoluciones del VII Congreso y el papel de las comisiones centrales.

·             Algunos inconvenientes y desencuentros de algunos sindicatos en cuanto a las actividades que han tenido que ver con estrategias nacionales y regionales, donde la coordinación no fue la más adecuada.

·             La sobrecarga de tareas y roles de determinados compañeros sobre los que recae la mayoría de las actividades de la mesa, que en su mayoría son presidente o secretario general en sus sindicatos, y en algunos casos tienen cargos en la Central.

·             En no haber tenido aún un mayor relacionamiento con el interior, fundamentalmente por nuestra situación económica. Si bien se destaca como importante lo realizado.

 

Hay algunos aspectos generales positivos en nuestro proceso de acumulación: en primer lugar indica que dichos procesos son posibles, viables y necesarios; absolutamente consolidables en el actual marco estatutario del PIT-CNT, sólo se requiere voluntad política.

 

Hay también un efecto sinérgico potencial en esta experiencia, que opera básicamente sobre sindicatos bastantes debilitados (panaderos, gastronómicos, dulce) y que la Mesa de la Alimentación ha sido un escenario facilitador, de intercambio, de apoyo en acciones y emprendimientos de cada sindicato. En este aspecto cabe resaltar la campaña de afiliación de los compañeros panaderos, que ahora permite al SUOPA generar otras perspectivas de lucha.

 

Para el futuro, sin duda continuaremos por este camino, esperando del VIII Congreso la reafirmación de estas líneas de trabajo. Tener confianza en contar con la participación de todos los gremios, para seguir avanzando. También ello dependerá de otros aspectos, entre otros, de las resoluciones generales de nuestro PIT-CNT y del VIII Congreso en particular.

 

Esta Mesa no es una isla dentro del movimiento sindical, sino cuenta con otro contexto organizativo y voluntad política que generen nuevas estructuras para avanzar en la organización, será más difícil la acumulación. No obstante, manifestamos al VIII Congreso, que estamos convencidos que este es el camino, que nos sentimos fortalecidos y que contamos con la historia de los procesos de lucha, unidad y organización de los trabajadores uruguayos.

 

PARA CONSTRUIR EL FUTURO

CON FRATERNIDAD, EN TODA TRINCHERA:

¡VIVA EL Pit-Cnt

 VIVA EL VIII CONGRESO!

 

 

Octubre de 2003

 

 

UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

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