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No vuelven los puestos de la cervecería

José Oxley (SOEN): Los representantes de AmBev aclararon al sindicato que la anunciada inversión no devuelve los empleos perdidos en la fábrica. Los US$ 16 millones son un préstamo para que los productores puedan ampliar el área sembrada. La multinacional cerró 23 fábricas en Brasil, pero el sindicato sigue reclamando medidas legales para impedir la concentración monopólica.

 

EMILIANO COTELO: El co-presidente de la multinacional cervecera AmBev, Victorio de Marchi, se reunió ayer en la estancia Anchorena con el presidente de la República, Jorge Batlle. De Marchi (quien viajó acompañado por el embajador brasileño en Montevideo, Eduardo dos Santos) ratificó al mandatario la decisión de la compañía de invertir para ampliar la planta de cebada malteada de Paysandú, llevando su capacidad de procesamiento de 95.000 a 130 mil toneladas anuales.

Los ejecutivos de AmBev explicaron a Batlle que tienen la intención de financiar el cultivo de unas 40.000 hectáreas adicionales de cebada, con lo que la inversión superará los US$ 4 millones destinados a la ampliación de la planta, y terminará rondando los US$ 16 millones. Esta cebada procesada se exportará a Brasil, que tiene déficit en este cultivo, dijo el ministro de Industria, Pedro Bordaberry, quien también participó en la reunión.

En la conversación se mencionó la creación de puestos de trabajo dedicados a la logística, el transporte y el propio cultivo. Según el diario La República, las estimaciones hablan de 350 puestos de trabajo directos e indirectos.

AmBev decidió terminar con la producción de cerveza en la planta de Norteña en Paysandú, una resolución que produjo un fuerte impacto en el departamento, que se tradujo en un conflicto y un fuerte debate. Se generó una mesa de diálogo con el sindicato para encontrar soluciones a las 90 que venían trabajando en la fábrica.

Para entender qué vinculación tienen una cosa con la otra, los nuevos planes de inversión en cebada con la decisión de cerrar la producción de cerveza, y a partir de allí qué alternativas de empleo pueden surgir para quienes perdieron sus puestos en la planta, vamos a dialogar a continuación con José Oxley, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña, SOEN. ¿Cómo vienen las conversaciones que vienen sosteniendo en el Ministerio de Trabajo en busca de alternativas para las 90 personas que trabajaban en la fábrica?

JOSÉ OXLEY: Nosotros habíamos planteado con mucha claridad a la empresa que, a los 90 problemas que generó tomando la decisión de cerrar la fábrica de cerveza y reestructuras que adoptó en otros lugares de la planta, nosotros exigimos 90 soluciones. Por el momento, esas 90 soluciones no están; hemos recreado un convenio que teníamos firmado con la empresa con anterioridad, cuando era de capitales alemanes, y básicamente estudiamos la posibilidad de reducción horaria, de 48 a 36 horas semanales; la posibilidad de envío al Seguro de Desempleo de forma rotativa, con un complemento para reducir el impacto económico que eso tiene sobre las familias; un plan prejubilatorio hasta el año 2008...

Pero con todo ese esfuerzo que estamos haciendo los trabajadores tampoco llegamos a las 90 soluciones: andaríamos en unos 20 puestos de trabajo para los que todavía no hemos encontrado solución. Para eso estamos manejando distintas alternativas como manejar algún proyecto productivo en una chacra que tiene el sindicato a 30 kilómetros de Paysandú, estamos viendo la posibilidad de recapacitar a los compañeros, pero siempre que quedemos en una relación de dependencia en la plantilla laboral, porque en definitiva la planta que queda abierta en Paysandú es la maltería de capital brasileño, la empresa AmBev que ha anunciado todas estas inversiones, cuestión que mucho nos alegra.

EC – Justamente: ¿de qué manera se puede enlazar una cosa con la otra? Los números que se ha divulgado dan la impresión de que se cerró la planta de cerveza pero, con los nuevos planes relacionados con la cebada, Paysandú incluso ganaría puestos de trabajo. Leo en la tapa del diario La República “Ayer, el co-presidente de AmBev, Victorio de Marchi, anunció oficialmente al presidente Jorge Batlle que invertirán US$ 16 millones para ampliar el negocio de la cebada malteada en Paysandú. La producción estimada será de 130 mil toneladas, de las cuales 10.000 son para el mercado nacional y 110 mil para Brasil. Esto permite la creación directa e indirecta de 350 puestos de trabajo: 200 en el campo y 150 entre servicios, logística y producción”.

JO – No tenemos la posibilidad de chequear esos números por el momento; no los estuvimos analizando con la empresa.

La empresa Quinsa (Quilmes Industrial SA), que son los directivos de Pilsen que están llevando adelante la negociación con Norteña porque, como consecuencia de la alianza estratégica de AmBev con el grupo Bemberg, el gerenciamiento de las plantas cerveceras de Paraguay, Argentina y Uruguay está a cargo de Quinsa y las de Uruguay está a cargo de Pilsen.

Nosotros les preguntamos concretamente: la inversión de US$ 4 millones en el sector maltero, que significaría pasar la producción de 95.000 a 135 mil toneladas, ¿cuántos puestos genuinos de trabajo crea en la planta? La contestación fue categórica: “Ninguno. Ninguno, porque –como estamos estudiando una revisión horaria para cumplir esa futura ampliación- con el personal que actualmente está en planillas estarían cubiertas esas posibles vacantes”. Así que no genera ningún puesto nuevo para la fábrica. Nos alegra muchísimo que se esté hablando de generación de empleo para un departamento que ha sido tan castigado por un desempleo que ya es estructural. Nos alegra profundamente que el presidente Batlle haya planteado ayer al señor De Marchi la necesidad de que a nuestros productores se les mejore el precio de la cebada (es un precio muy bajo: US$ 113, y trajeron cebada importada de Francia a US$ 150). Así que hay cosas que a nosotros, como sindicato, nos causan mucha alegría por el departamento. Pero quede claro que la inversión de US$ 4 millones en la planta maltera en Paysandú no genera ni un puesto genuino directo; de esos 20 puestos para los que no hay solución, podría pensarse que con una inversión de US$ 4 millones podrían ser fácilmente ubicados en la planta pero no es así. Seguimos discutiendo esos 20 puestos porque el sindicato es muy firme en el planteo: 90 problemas, 90 soluciones.

EC – Pero en estas conversaciones que han mantenido con la empresa y con representantes del gobierno, ¿no surgieron explicaciones más detalladas respecto a este otro plan en relación a la cebada malteada? Porque, si se crean 350 puestos de trabajo, puede pensarse que eso permita reubicar a alguno de los 20 empleados que quedaron sin actividad por el cierre de la fábrica de cerveza.

JO – Es que no son puestos directamente vinculados a AmBev sino que posiblemente (repito: estamos trabajando sobre hipótesis) la empresa esté manejando que son puestos indirectos que se crearán porque los productores van a necesitar más gente trabajando en las chacras. Pero no dependen directamente de AmBev.

Cuando hablan de inversión de US$ 16 millones, lo que están haciendo es financiar a los productores para que puedan plantar porque están pasando un momento muy difícil de acceso al crédito. Lo que están haciendo es darles un préstamo para el laboreo, los insumos, todo para que puedan ampliar el área de plantación de cebada cervecera. Pero eso es un préstamo y, cuando termine la zafra a fin de diciembre, cuando la fábrica liquide a los productores el cultivo de la cebada, la fábrica recupera ese capital invertido. Es decir que estamos muy contentos por...

EC – Lo que usted está diciendo es que la inversión real son los US$ 4 millones en la planta.

JO – Exactamente: US$ 4 millones en la planta que, también es interesante la aclaración, se exporta la cebada malteada a un único país que es Brasil, y a un único comprador, que es AmBev. AmBev Uruguay le vende a AmBev Brasil; es la misma empresa.

EC – En definitiva, entonces, por ahora los 350 puestos de trabajo podrá ser algo que se verá en el mediano plazo...

JO – En el mediano plazo, y no van a ser puestos directos de trabajo de la empresa AmBev sino de otros sectores que tienen que ver con el proyecto: productores, estaciones de combustible, comercios... Evidentemente se van a ver tonificados en su actividad normal por el hecho de que se amplíe el área, aunque no va a ser únicamente en del departamento de Paysandú sino en toda la zona: la cebada cervecera se cultiva desde el límite de Salto y Paysandú hasta el departamento de Colonia, en todo el litoral. Es un área realmente importante.

Y también es bueno recordar que, por la rentabilidad del cultivo, con lo que se pagó en la última zafra, ha tenido duros competidores por ejemplo con la soja. El productor está mirando con mucho cuidado qué va a sembrar porque, con condiciones inmanejables como el clima, puede ser que plantar cebada cervecera con un margen de rentabilidad tan bajo se le puede transformar en un gravísimo problema. Pensamos que por ahí viene el pensamiento del presidente de la República al plantear el tema del precio de la cebada.

EC – La decisión del grupo AmBev de cerrar la fábrica de cerveza Norteña y trasladar la producción a la planta de Minas ha movilizado a distintos sectores y a distintos actores: como queda claro hubo gestiones a nivel gubernamental, pero hay intensos relaciones y contactos que abarcaron al embajador brasileño y llegaron al propio presidente “Lula”, según ha trascendido, y al presidente del Encuentro Progresista – Frente Amplio, Tabaré Vázquez, según informa hoy el diario La República.

JO – Sí: hemos hecho gestiones a todos los niveles. Esta decisión no nos tomó por sorpresa porque habíamos tomado contacto por medio de la UITA con gente de la CUT en Brasil, nos habían alertado sobre la política desarrollada por el grupo AmBev (resultado de la unión de Brahma y Antarctica) en Brasil, donde cerraron 23 plantas. Ahora tenemos información no confirmada, según la cual en los últimos días habrían cerrado la planta en Paraguay...

Realmente, es una política muy agresiva y nosotros ya habíamos advertido a los legisladores de Paysandú que integran la Comisión de Industria. Cuando integramos una delegación de la Federación de Obreros y Empleados da Bebida, FOEB, que se entrevistó con la Comisión de Industria de la Cámara de Representantes, señalamos que no existe en el país una legislación que proteja a la industria (particularmente a la industria cervecera que era lo que nos preocupaba en ese momento) ante una situación monopólica. Y acá se da un monopolio de hecho: la alianza estratégica entre el grupo brasileño AmBev y el grupo argentino Bemberg queda con el 100% de la producción de cerveza del país, y con una importante marca de refrescos también en propiedad del grupo.

EC – Sí: recordemos que en materia de cervezas controlan las marcas Pilsen, Norteña, Patricia...

JO – Todas las de las tres fábricas que son propiedad de esta asociación de AmBev y Bemberg. Quedan con las tres fábricas y todas sus marcas en condición monópolica, y la primera resolución que adoptan es cerrar la planta de Paysandú por una cuestión puramente económica: acá no hay un problema de calidad, porque la Norteña es como el resto de las cervezas uruguayas, del mejor nivel. Nosotros participamos en concursos internos de AmBev con las 44 fábricas que tiene en América latina y normalmente la cerveza de Paysandú está ubicada entre el segundo y el tercer lugar en cuanto a calidad. Es una decisión netamente económica que tomó un grupo monopólico, y el país no tiene una legislación que de alguna manera proteja la libre competencia.

EC – Se ha abierto un análisis de ese tema, y cabe la posibilidad de que se legisle en esa materia. Pero todavía no hay nada concreto.

JO – Claro, pero lo que vemos con mucho dolor es que, cuando se sancione una ley que permita la libre competencia e impedir algo como el cierre de la fábrica como la de Norteña en Paysandú, va a llegar tarde para Paysandú. Porque este no es un problema únicamente para los trabajadores de Norteña sino que ha sido señalado, como usted lo señalaba con mucho acierto, como una cuestión... Es un producto tan emblemático que de acá salió la Comisión de Asuntos Laborales, la Junta Departamental, el intendente, los cuatro diputados del departamento, el senador Jorge Larrañaga... todo el mundo cerró filas: hay una recolección de firmas y juntamos 22.000 en menos de 20 días. Todo el pueblo cerró filas detrás del sindicato porque seguimos dando la pelea para que Paysandú siga teniendo su fábrica de cerveza abierta.

EC - ¿Qué características tiene este “Semana de la Cerveza” en Paysandú en este contexto que veníamos comentando?

JO – Con mucha tristeza, mucho dolor, mucha bronca...

EC – Pero la Semana funciona igual.

JO – Sí. Nos convocó el intendente, nos convocó el comité ejecutivo de la Semana para conocer la posición del sindicato, que les interesaba mucho. Nosotros fuimos muy claros: la Semana se tiene que hacer por una cuestión económica; para Paysandú es muy importante desde el punto de vista económico porque trabaja la hotelería, los restoranes, hay familias que ponen su propio hogar a disposición de la Intendencia para alquilar habitaciones, se mueven organizaciones sociales que brindan distintos servicios importantes para el desarrollo de sus actividades en el resto del año. El sindicato estuvo de acuerdo en que había que hacerla, pero a nosotros, como trabajadores de la cerveza y como sanduceros, nos da muchísimo dolor; es un sentimiento compartido por el pueblo. Los programas de radio que abren sus micrófonos a la audiencia, la prensa local, reciben opiniones de gente que se manifestaba en desacuerdo con que se siga llamando Semana de la Cerveza; no compartían el criterio de que, estando cerrada la fábrica de Paysandú de un producto emblemático, un producto que hizo conocer a Paysandú dentro y fuera de fronteras, cerrar la fábrica era un trago demasiado amargo.

Nosotros seguimos dando la pelea; sabemos que el Poder Legislativo está preocupado, sabemos que están preocupados el ministro de Industria, Pedro Bordaberry, el ministro de Trabajo, Santiago Pérez del Castillo... Hay cuatro ministerios vinculados con el cierre de la planta, el Poder Legislativo está intentando buscar una solución... sería muy pobre la imagen que damos como país si no fuéramos capaces de reabrir esta planta. De pronto, dejando que ingresen otros capitales: no tienen por qué ser sólo AmBev y Bemberg; dejar que entren otros capitales para ver si, de alguna manera, se asegura la libre competencia.

EC – Pero ¿hay alguna gestión en ese sentido?

JO – Tenemos versiones extraoficiales (no es nada oficial) de que habría capitales internacionales interesados en invertir en Uruguay.

EC – Porque la planta quedó directamente ociosa.

JO – Sí, sí: está cerrada. La cerveza que hoy está en el mercado estaba en depósito y está siendo llevada...

EC – Pero en principio ¿qué está previsto hacer con la planta: venderla...?

JO – Cerrarla; está cerrada.

 

 

Radio El Espectador

Programa: En Perspectiva

Miércoles 16.04.03, 07:36 hs.

 

 

 


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