Mario
Aurelio García, asesor presidencial de Lula, habló de
Norteña en su visita a Montevideo |
Para García, los
pasos seguidos por el gobierno federal que encabeza Lula Da
Silva, en relación al cierre de la planta cervecera de
Norteña, resultan ejemplarizantes del modelo de MERCOSUR por
el que su país pugna. El funcionario dijo que si bien la
información más resonante tuvo que ver con la instalación
entre Brasil y Argentina de una instancia que estudie la
instalación de una moneda común, para Lula es necesario
avanzar en lo que hace a las políticas productivas, tanto
agrícolas como industriales.
“No habrá MERCOSUR
sin que Uruguay y Paraguay, y ojalá aquellos que quieran
sumarse, tengan un lugar muy importante”, expresó García.
“Hay que discutir, concretamente, en el proyecto MERCOSUR,
el establecimiento de una estructura productiva de la
región: tener una política industrial y agrícola para la
región”, agregó, señalando que el objetivo principal es la
“complementariedad”. “Si no hay complementariedad no hay
MERCOSUR”, dijo.
Sobre el caso
Norteña, García repitió una metáfora que señalara en una
entrevista con La Juventud del 5 de mayo de 2002: “No tiene
interés que se cierre una fábrica en Córdoba (Argentina) o
en Paysandú y que se mude a San Pablo. Eso puede tener un
interés pequeño, mezquino, que resuelve el problema de algún
industrial pero no resuelve el problema de la integración”.
Enseguida, el mano
derecha del presidente de Brasil dijo que su gobierno
intervino como consecuencia de los reclamos del sindicato
cervecero ante su embajada y que en el episodio participó
directamente Lula Da Silva.
“Nosotros
intervenimos para que no se cerraran puestos de trabajo,
para que efectivamente el ingreso de capitales brasileños a
la región se hicieran teniendo en cuenta las preocupaciones
sociales que son las preocupaciones del gobierno Lula. Fue
una intervención directa del gobierno federal de Brasil ante
la empresa; el Presidente de la República intervino y el
grupo AmBev tuvo una respuesta muy positiva, hay que
decirlo. Desde Uruguay no hubo pedidos sino que la embajada
constató el problema y nos informó. A partir de esa
información el presidente convocó a la empresa AmBev para
proponer una estrategia distinta”, dijo el funcionario.
Diario:
La Juventud
8 de mayo de 2003 |