EL GOBIERNO DEL PT CONSIDERA QUE ELIMINAR PUESTOS DE TRABAJO VA CONTRA LA
POLÍTICA COMERCIAL REGIONAL DE BRASIL.
|
LULA INTENTA TERCIAR POR EL CIERRE DE LA PLANTA
CERVECERA DE NORTEÑA.
|
|
La oposición le reclama a Batlle un acercamiento con
el palacio del Planalto.
La empresa Ambev insiste en que la clausura de la
fábrica de Paysandú es irreversible. |
En tanto dirigentes de la oposición le reclaman al
presidente Jorge Batlle que encare una estrategia de
acercamiento al novel gobierno izquierdista de Brasil; el
presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dio en los
últimos días una señal de buena voluntad hacia Uruguay e
intentó terciar en el conflicto planteado con la firma
cervecera Ambev.
La planta de Noteña en Paysandú está ocupada por el
sindicato luego de que la brasileña Ambev anunció que la iba
a cerrar, lo cual dejaría desocupados a 95 trabajadores.
El gobierno analiza si la fusión de Ambev con la argentina
Quinsa implica una situación de monopolio, ya que juntas
controlan todas las marcas de cerveza del mercado local.
Fuentes políticas informaron que la Embajada brasileña en
Uruguay envió un informe a Brasilia detallando la situación
en torno a Ambev y señalando que la decisión de cerrar la
planta de Paysandú podía chocar con el discurso de Lula en
cuanto al relacionamiento estratégico comercial de Brasil
hacia el Mercosur.
Otras fuentes dijeron que Lula puso el tema en manos de
Marco Aurelio García, connotado dirigente del Partido de los
Trabajadores y su principal asesor en temas internacionales.
Los informantes dijeron que representantes del palacio del
Planalto –sede del gobierno- analizaron el tema con
directivos de Ambev en Brasil. Según las fuentes, la empresa
se disponía a enviar a Uruguay a uno de sus representantes
para seguir de cerca la situación.
Fuentes de la empresa en Uruguay dijeron desconocer que
venga una misión. Hasta el viernes, los directivos de Ambev
seguían sosteniendo que el cierre de la planta de Norteña
era irreversible.
Según las fuentes políticas, el planteo del gobierno
brasileño a Ambev se basaría en que se debe evitar la
pérdida de puestos de trabajos directos.
Un informante dijo que durante el gobierno de Fernando
Henrique Cardozo, Ambev recibió una serie de beneficios en
Brasil y que ahora el gobierno de Lula se siente con derecho
a reclamarle a la empresa que no vaya contra la política
exterior del país.
RECLAMO OPOSITOR
En
tanto, de la oposición comenzaron a reclamarle al gobierno
un mayor acercamiento con la administración de Lula.
La relación con Brasil, siempre complicada pero mucho más
fría desde que Batlle asumió la presidencia, se tensó en las
últimas semanas luego de que el país norteño compró 160.000
toneladas de arroz subsidiado de Estados Unidos. Los países
del Mercosur, Brasil incluido, habían cuestionado la
política estadounidense de vender arroz a bajo precio.
El diputado herrerista Jaime Trobo consideró que la compra
de arroz subsidiado por parte de Brasil es una “medida
desleal de comercio”, que tiene consecuencias y se inscribe
en una circunstancia determinada que contradice la
concepción del gobierno de Lula de fortalecer el Mercosur.
Señaló que en poco tiempo Brasil bajó sus aranceles, y que
frente a esto Uruguay debe consolidar su posición y hacer
las negociaciones pertinentes.
“Brasil sigue haciendo lo que ha hecho toda la vida. Hay que
aprovechar la novedad del nuevo gobierno brasileño para
exponer la posición de Uruguay”, dijo Trobo.
El legislador blanco indicó que hay que “ayudar al gobierno
a que pueda plantear la estrategia de Uruguay hacia fuera”.
Sostuvo que desde el Parlamento se pueden agregar elementos
de presión con este objetivo.
Por su parte, el diputado del Encuentro Progresista Carlos
Pita, miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales,
consideró que la cuestión radica en cómo hacer para que
Brasil no compre el arroz de Estados Unidos y liquide las
posibilidades de venta de Uruguay. Pita sostuvo que no se le
puede pedir a Brasil que en el marco del programa para
combatir el hambre deje de comprar el arroz más barato, pero
responsabilizó a Estados Unidos por vender productos
subsidiados “a precios de ruina”.
Pita advirtió que este tema se podría solucionar si Uruguay
tuviera otra actitud con Brasil. Afirmó que, en cuanto a la
política exterior, se “ha hecho casi todo mal”, y que en
relación al gobierno de Lula, “el presidente Batlle ha
puesto obstáculos para una buena relación”. Pita consideró
que la política exterior uruguaya ha mirado exclusivamente
hacia Estados Unidos, “soñando con favores que no llegaron”.
Sostuvo que en la agenda inmediata se debería plantear a
Brasil como el principal mercado exportador y tratarlo en
forma preferencial y prioritaria en su condición de vecino.
Pita dijo que se ve un interés de Batlle de gestar una
posición favorable hacia Brasil y atender la apuesta de Lula
a la integración regional.
NO
HAY UNA ESTRATEGIA QUE MIRE A BRASIL
Estrategia de relacionamiento bilateral del gobierno
uruguayo con la nueva administración de izquierda de Brasil
“no hay, aunque debería haberla”, admitió a El Observador
una alta fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El informante sostuvo que, en la actualidad, el principal
eje de relación entre ambos países pasa por la cooperación
fronteriza, donde se procuran acuerdos para mejorar las
condiciones de vida de los habitantes brasileños y uruguayos
de esa zona.
Está pendiente un encuentro entre el presidente Jorge Batlle
y el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien
asumió el 1ro. de enero de este año.
Ambos presidentes mantuvieron un encuentro en diciembre en
ocasión de una reunión del Mercosur, pero por distintas
razones no se volvieron a encontrar.
La fuente oficial señaló que con el tema de la compra del
arroz subsidiado, la administración de Lula no se está
comportando diferente de las anteriores.
Añadió que la estrategia exterior de Uruguay la implementa
el presidente y que en esta administración se distanció de
Brasil en virtud de los efectos que acarreó para el país la
crisis brasileña de 1999. En cambio, ha encaminado sus pasos
a estrechar su relación con el gobierno de Estados Unidos.
APUNTE.
Un ofrecimiento informal del EP
Dirigentes del Encuentro Progresista le ofrecieron de manera
informal al Poder Ejecutivo hacer contactos con miembros del
equipo del presidente Lula para lugrar un acercamiento entre
ambos gobiernos. Los planteos informales de los dirigentes
izquierdistas, que tienen fluido contacto con Lula y con
otros dirigentes del Partido de los Trabajadores, fueron
canalizados a través del ministro de Economía, Alejandro
Atchugarry. El gobierno no respondió al ofrecimiento,
dijeron fuentes políticas.
Diario:
El
Observador
16 de marzo de 2003
|