Transgénicos

 
 

Uruguay

 

El Uruguay Natural no es verde...

es blanquicoloradoEnviar Artículo por Correo Electrónico

 

 

 

 

 

El pasado martes 19 el diputado Gustavo Guarino (EP/FA) interpeló al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Martín Aguirrezabala, por la autorización gubernamental para introducir al país el maíz transgénico Bt (también conocido como Mon 810) producido por la transnacional Monsanto. En las barras, colmadas por representantes de numerosas organizaciones sociales y de productores agropecuarios se destacaba, por lo insólita (aunque a buen entendedor...) la presencia de funcionarios de la embajada de EE.UU. en Montevideo. La exposición del Diputado interpelante se basó en argumentos contundes y documentados, mientras las justificaciones del Ministro, pese a su título de ingeniero agrónomo, resultaron un resumen de  los argumentos a los que ya nos tiene acostumbrados Monsanto.

 

Finalmente se presentó una moción de rechazar la autorización el ingreso del Mon 810 al país, manteniendo el status de Uruguay Natural y recomendando crear ámbitos de discusión sobre la materia que incluyan a representantes de la sociedad civil. La votación arrojó 48 votos a favor y 48 votos en contra, por lo tanto la moción no fue aprobada.

 

Aquí están... estos son

 

Votaron a favor de la moción los 40 diputados del EP/FA, Felipe Michelini (NE), Roberto Arrarte, Julio Cardozo, Daniel Peña, Alberto Perdomo (Alianza Nacional), Beatriz Argimón, Raúl Argencio (Correntada Wilsonista) y Carlos González Alvarez (Herrerismo). Votaron en contra los diputados del Partido Colorado, del Herrerismo y del Partido Independiente (PI). Lo insólito es que un mes atrás, el Herrerismo y el PI habían aprobado una minuta en Diputados solicitando que el MGAP suspendiera el ingreso del maíz transgénico. Ningún diputado de estos dos sectores consideró necesario explicar los motivos que los impulsaron a realizar esta pirueta y cambio de dirección.

 

Alerta desde la otra orilla

 

Dos días antes de la interpelación, ante el comienzo de la siembra de maíz, la Asociación de Semilleros Argentinos publicitaba las medidas que deben adoptar aquellos que siembren maíz Bt, recomendando el establecimiento de refugios, es decir, que una proporción del lote deberá ser sembrada con maíz no Bt. Dentro de la población del barrenador del tallo (plaga que supuestamente combate el maíz Bt) hay insectos que sobreviven y por lo tanto son resistentes a la proteína, para ellos mortal, que contiene el maíz transgénico. Para evitar riesgos, la Asociación recomienda tener una zona con maíz no Bt (refugio) donde los insectos susceptibles puedan sobrevivir. Si dos insectos resistentes se cruzan, su descendencia será resistente. Si un insecto resistente se cruza con uno susceptible, la descendencia será susceptible. Los refugios deben ser equivalentes al 10% del lote. Por cada nueve hectáreas sembradas con maíz Bt, debe sembrarse una hectárea con maíz no Bt. Calculado de otra forma: debe prepararse una bolsa de maíz no Bt por cada nueve bolsas de maíz Bt y sembrarse simultáneamente. Finalmente, si el largo de la siembra supera los 1.500 metros, el refugio debe ubicarse en el centro del lote.

 

Estas y otras medidas similares, fueron oportunamente planteadas en nuestro país por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, pero la iniciativa fue vetada. Ninguno de los legisladores de brazos enyesados mencionó estas características y requerimientos del maíz transgénico. Mucho menos quien será el responsable y financiará -seguro que no será Monsanto- la necesaria campaña de divulgación y control que, como vimos, requiere la siembra del maíz Bt. Tampoco consideraron los peligros que encierra la existencia y proliferación de insectos resistentes al maíz Bt, con capacidad de generar descendencias también resistentes. Una vez más asistimos  a la clásica forma blanquicolorada (a la que ahora se sumó el PI) de legislar: ¡dale que va... que no pasa nada!

 

Mientras tanto, el recurso de amparo presentado por la Asociación de Productores Orgánicos del Uruguay (APODU) sigue su curso. Por nuestra parte, consideramos pertinente que el tema vuelva a ser tratado en el Senado y que el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, sea interpelado en ese ámbito.

 

 

Enildo Iglesias

Convenio Siete sobre siete – Rel UITA

2 de setiembre de 2003 

 

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