COMUNICADO DE PRENSA INTERNACIONAL
Alianza por una Nicaragua
Libre de Transgénicos* |
|
La administración Bush denunció ayer a
la Unión Europea (UE) ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por su
precavida política de transgénicos. Es un mensaje a los países que establecen
reglamentaciones estrictas.
La administración Bush ha declarado la
guerra a los consumidores con la presentación de una denuncia contra la
moratoria sobre nuevas aprobaciones de transgénicos, moratoria en vigor desde
1998 en la Unión Europea. La administración Bush para justificar su denuncia
argumenta que la moratoria sobre transgénicos ha provocado la pérdida de
mercados para las exportaciones de EE.UU. Sin embargo fue precisamente el
rechazo de los consumidores lo que provocó la pérdida de mercados para EE.UU. y
no la moratoria.
La Alianza por una Nicaragua
Libre de Transgénicos, el Centro Humboldt,
Amigos de la Tierra, Greenpeace y la Rel-UITA
condenan tajantemente este intento de desestabilización de las políticas
Europeas de transgénicos y esperan que esta maniobra política sirva solamente
para reforzar el rechazo a las modificaciones genéticas por parte de los
consumidores. De hecho, todas las encuestas siguen poniendo de manifiesto que la
inmensa mayoría de los consumidores europeos no quiere ingerir alimentos
modificados genéticamente.
“Abrir un expediente ante la OMC para
ayudar a la industria biotecnológica, desesperada por el rechazo que sufren sus
productos, es un insulto a los ciudadanos europeos”
declara Liliane Spendeler, responsable del área de biotecnología de Amigos de la
Tierra.
Cualquier país tiene derecho a rechazar
los OMG (Organismos Modificados Genéticamente) y a exigir un etiquetado
obligatorio de los derivados de transgénicos. La UE mantiene un posicionamiento
muy ético al defender los derechos de la inmensa mayoría de sus ciudadanos,
mientras que la administración norteamericana utiliza a la OMC para defender los
intereses de las empresas biotecnológicas, en contra de los intereses medio
ambientales y del derecho de los ciudadanos a elegir sus alimentos. La OMC
debería aclarar que este asunto no es de su competencia. Además el Protocolo de
Bioseguridad de Cartagena entrará próximamente en vigor, representando todas las
posturas planetarias sobre los intercambios de Organismos Modificados
Genéticamente y de sus derivados, reconociendo sus riesgos, aludiendo al
principio de precaución, y otorgando legitimidad absoluta a los estados para
regular las importaciones de OMG. “La OMC es una gran maquinaria diseñada
para promover los intereses corporativos. Es éste un gesto político por parte de
la administración Bush dirigido hacia los agricultores del "midwest"
norteamericano y pretende lanzar una señal hacia todos aquellos países con
intenciones de restringir y controlar el tráfico de OMG”, afirma
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de Ingeniería Genética de
Greenpeace.
"Toda la Sociedad Civil Centroamericana,
rechaza esta iniciativa contra la Unión Europea, porque pone en peligro la
Seguridad y Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos. Nosotros instamos al
Gobierno de Nicaragua y a los Gobiernos de Centroamérica a NO respaldar a
Estados Unidos en esta iniciativa contra la UE",
afirma Julio Sánchez, Coordinador de la Campaña de transgénicos en Centroamérica
del Centro Humboldt, Amigos de la Tierra.
19 de Mayo de 2003
NOTA
*
La Alianza por una Nicaragua
Libre de Transgénicos se conformó el 17 de mayo de 2002 en
Managua Nicaragua. Rel-UITA está representada por el
Secretario General de la Federación de
Trabajadores de la Alimentación, Hotelería y Comercio, Marcial Cabrera.
|