Biocombustibles y Agrocombustibles

 

Se sostiene que los biocombustibles reciben este nombre por su origen biológico y su carácter renovable. Al comienzo, para estos combustibles sólo se utilizaban restos de otras actividades agrícolas, con lo cual este término fue de gran aceptación. Con su generalización y fomento en los países industrializados occidentales, muchas naciones subdesarrolladas comenzaron a destruir sus selvas y bosques para cultivar plantaciones para este tipo de combustibles. El efecto de este proceso fue contrario al previsto inicialmente: con la sustitución de los bosques por monocultivos a gran escala se perdió, entre otras, su función de limpiar el aire de gases de efecto invernadero. A esto se agrega la contaminación con los gases generados a raíz de la quema masiva de grandes extensiones de selvas. En otras palabras, las plantaciones para producir combustibles terminan por aumentar los niveles de contaminación atmosférica. 

 

La fascinación reinante por los agrocombustibles, ha comenzado a producir un efecto de competencia entre la producción de comida y de combustibles. Los monocultivos de soja, caña de azúcar y palma africana produjeron también otras distorsiones, como el uso indiscriminado de agrotóxicos, el desplazamiento de la población rural y de cultivos endógenos.

 

En América Latina hay ejemplos del desplazamiento de cultivos tradicionales y alimenticios con miras a la producción de combustibles. Podemos mencionar a  Argentina, donde las plantaciones extensivas para producir piensos para el ganado europeo o chino y ahora combustibles, han desplazado la producción ganadera. Otro ejemplo es Brasil, donde la plantación de grandes extensiones de soja sigue invadiendo zonas de la selva amazónica. En México, la producción de maíz para generar combustibles para el consumo masivo de Estados Unidos, incrementó su precio para el consumo humano y despojó a los campesinos de la posibilidad de producir sus propios alimentos. En Colombia el avance de las plantaciones de palma africana pone en serio riesgo la soberanía alimentaria del país, al tiempo que profundizará el desplazamiento campesino y eliminará miles de puestos de trabajo en las zonas bananeras.

 

En atención a esta realidad, la UITA utiliza el término “agrocombustibles” en alusión al origen agrícola de los mismos, y no el término “biocombustibles”, cuya connotación de “vida” nos resulta ideológicamente cuestionable. Solamente se utilizará el término “biocombustibles”, cuando figure en artículos que no nos pertenezcan.

 

Beatriz Sosa Martínez

Dieter Schonebohm

© 2007  Rel-UITA

 

 

Volver a Portada

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905