¡SÍ, por ANCAP y por el URUGUAY! |
Un Programa del
Departamento de Difusión y Prensa
de la
Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA
|
El
Peluquero:
- Pero, miren a quién tengo acá. ¡Víctor Hugo Morales! ¡Qué sorpresa,
qué alegría!
V. H.
Morales: - Siempre me acuerdo de los amigos.
- ¿Lo
echaron de Buenos Aires, y se vino?
- Nooo, no,
está todo bien por allá. Lo que pasa que hay cosas importantes también
acá. De vez en cuando me cruzo el charco y me vengo.
- A mi me extrañaba, porque
todo el mundo se va y veo que usted se viene, ¿vio?
- ¿Se va
mucha gente, no?
- El
aeropuerto no se para que lo rematan si no lo van a usar más.
- Ya le
vamos a dar motivos para volver a todos, usted va a ver.
- Pero, ¿cuánto hace que no lo
veía?
- Y, 3 años
de la última vez que estuve acá en la peluquería, ¿no? Porque el mes
pasado estuve y me había venido afeitadito. Me había venido de lo más
bien, dije, no voy a ir a verlo al peluquero de toda la vida.
- Le
aclaro que en estos últimos 3 años cambié la navaja. Mire que suavecita
la va a sentir, va a ver. Ahí está. ¿Le arde, o algo?, no.
- Noooo.
Está perfecto.
- Bueno, y
entonces...
- Está con
la voz un poco tomada.
- Me tomo
todo, incluida la voz, ¿vio? De noche salgo con otros colegas, de noche,
¿vio? Menos el agua colonia, esa la uso con los clientes.
- Ah,
bueno, guárdeme un poquito.
- Ahora,
¿a qué vino? ¿Vino a algo en especial o de paseo?
- No. Vine
por un avisito que tengo, un avisito de la gente de ANCAP.
- Todos
los clientes que vienen a la peluquería me dicen que van a votar, todos,
la misma.
- La rosada, si. Yo creo que
ganamos por goleada, pero hay que jugar el partido, eh. Hay que jugar.
- Bueno.
¿Viene mucha gente de Argentina para votar?
- Yo tomé
contacto con muchísima gente. Se va a llevar una sorpresa. Por ahí le
viene algún cliente de la vieja época de los que está allá también.
Porque, a mi me parece que algunos miles van a cruzar. Porque, sabe lo
qué pasa? Ya se sabe como es el asunto de la privatización. Está clarito
para la gente porque allá se sufrió en carne propia, muy duro. Es una
salvajada. Los años 90 ya fueron verdaderamente una salvajada.
Porque
acá, quieren confundir a la gente, ¿vio?
- Lo mismo.
Yo esa cantinela, esa canción la escuché muchísimo en los años 90 en la
Argentina con Menem. Hicieron tabla rasa, porque ahora convencieron a la
gente de la pérdida total de la dignidad. Lo que ha pasado allá, yo
tengo un libro escrito, modestito, “Un grito en el desierto”, se llama.
¿Usted no leyó ese libro? Ah, tengo un capítulo sobre la dignidad,
página 118. Se lo voy a traer el domingo, el lunes si me pudiera quedar,
y sino se lo dejo con un amigo.
- Qué
falta le hace a varios leer ese libro.
- Y todo lo
que yo escribí en ese “Grito en el desierto”, tiene que ver con lo que
le pasó a la Argentina con las privatizaciones. La pérdida de identidad,
el concepto de lo nacional venido abajo, la autoestima del propio país.
¿Usted sabe que dos tercios de las empresas argentinas están en manos
extranjeras? ¿Usted sabe que ahora es una negociación con gente que no
da la cara? Porque con el gobierno yo me peleo. A usted no le gusta el
presidente, a mí tampoco, pero yo me peleo y tengo como votar. Pero
después que usted firma estas cositas, no hay marcha atrás. Esta gente
manda en serio. Usted no sabe ni quiénes son.
- ¿Es
pelear contra los fantasmas, no?
- Contra
fantasmas muy poderosos que tienen grandes conexiones internacionales.
No lo quiero marear con la conversación. ¿Usted sabe lo que factura
ANCAP? Mil millones al año.
- ¿Es
mucha plata eso, no?
-
Es
mucha plata la que le queda al país, a usted, al trabajador común.
Mil millones de dólares por año, de los cuáles 400 millones son
normalmente para el país, que hay gente que se va a quedar con un buen
pedazo. Yo no entiendo por qué hay que hacerlo. Porque es como confesar
que somos incapaces. Si son incapaces, deje a otro. No sabemos manejar
esto. Que venga otra gente y lo maneje. Pero si son capaces, por qué
otra gente, nada más que porque la plata es para los bolsillos de ellos
va a hacer bien lo que nosotros podemos hacer bien para toda la gente
del país. Es una cosa que no me entra en la cabeza.
- No
parece una revancha esto, porqué se acuerda que hubo otro plebiscito?
- Usted se
imagina aquello del 92...
- ¿Se
acuerda? La verde.
- No. Pero
de sólo pensar que el Uruguay hubiera entrado en eso, estos años que yo
sé que han sido muy malos, porque yo estoy permanentemente en contacto,
yo no me voy jamás del Uruguay, yo estoy cerca de mi escuela, cerca de
mi gente, cerca de los temas, me informo, recibo las revistas. Si en el
año 92 no hubiera ganado la verde, yo creo que estábamos en una
situación que la imaginación no alcanza a mensurar.
- Si no
hubiera ganado la verde hubiéramos quedado rojos de vergüenza.
- No. Nos
hubiéramos quedado muy grises, de pobres. Pobres, pero mucho más de lo
que estamos ahora, mucho menos trabajo. Lo que quisieron hacer en el año
92 era lo mismo que hizo hacer Menem, 20 millones de pobres tiene la
Argentina, es un genocidio. El pobre, están más expuestos a todas las
enfermedades, no tienen esperanza, no pueden mandar sus hijos al
colegio, se terminó la educación posible, se terminó el pobre que fui
yo, el pobre que fue usted, el pobre de los años 60, pobre, pero
decíamos pobre y no sabíamos lo que decíamos. Pobres son ahora. Nosotros
éramos ricos cuando decimos que éramos pobres y ahora vienen con esto me
parece que es como que se hubiera quedado una semilla de aquello que
quisieron, de aquella planta...
- La
semilla de maldad, la película, ¿se acuerda?
-
...Exacto. Una semilla de maldad que quedó ahí dando vuelta y ahora
pretenden de hacerla germinar. Yo creo que va a ser imposible. La verdad
se me hace cuento que esto pueda ocurrir. Pero la Argentina de los años
90 para acá, no solamente lo que llamamos la dignidad, el sentido de lo
nacional, la Argentina comprometió para siempre su trabajador, su
independencia de criterio. Usted sabe la lucha que hay día a día, porque
después que ellos toman el mando, mientras no toman el mando dicen, no,
nosotros vamos a dar tal cosa, vamos a respetar esto otro, después nada.
Trabajadores a la calle. ¿Sabe cómo echan a la gente? Al que lo echan
mejor, que puede ser un gerente, lo echan diciéndole con un señor en la
puerta, que no puede entrar, que no puede ni retirar sus cosas. En la
Argentina están devolviendo lo privatizado. Todo lo que no les dio el
gran negocio que pensaban o todo aquello que ya fue negocio, porque
retiraron mucho dinero, el presidente nuevo, Kirchner, está teniendo que
modificar las privatizaciones que antes se hicieron. Es decir, están
volviendo las empresas mucho más pobres a la gente a través de un
gobierno que tiene más personalidad. Este hombre está inspirado de otra
forma y parece haber despertado a la gente. Bueno, no nos durmamos
nosotros cuando justo se está despertando la Argentina. ¿Sabe lo que más
me calienta de este tema? Que tenemos el espejo ahí. Basta mirar para la
Argentina, basta comprar diarios de Buenos Aires. Usted compre el diario
que quiera, el día que quiera, y póngalo acá en la peluquería. Que la
gente lea las noticias. Las noticias de cualquier día son la negociación
interminable de las empresas privatizadas queriendo siempre más
aumentos, no invertir.
Negocio
puro. Está pensado para hacer plata, no para hacer país. Así que usted,
no necesito decirle, acá, use este sillón y dígale, haga país, ponga la
papeleta rosada, que de estas cosas no se vuelve.
- Ahora,
guarda, ahora, silencio en la noche, porque en la nuez es bravo, ¿vio?
- ¿Ya está
lo de la nuez? Porque estoy hablando medio estirado, ¿vio?
- Si. Lo
de la nuez ya está.
- Cada
cliente que se siente aquí usted dígale como son las cosas. Dígale, a
los que me conozcan, de parte mía, que yo sé bien lo que pasó en la
Argentina, que yo la puedo contar de pe a pa.
- ¿Yo les
puedo decir que es de parte suya?
- Yo me
involucro en estas cosas. A mi me parece que uno no puede quedar afuera.
A mi, venir al Uruguay, venir por ruta, que a veces lo hago, por el lado
de Zárate, Brazo Largo. ¿Se ubica? Fray Bentos, entro para Mercedes y ya
cuando uno entra al Uruguay, uno lo primero que hace más o menos,
después del kilometraje que ha hecho de Buenos Aires, es echar nafta.
Parar en una cosa que sea ANCAP y que no sea ANCAP Uruguay, a mi me va a
parecer cuento.
- Es como
que le vendan garotos ingleses...
- Hay
cosas, mire. Hay cosas que se pueden vender porque no hacen a la
dignidad, al sentido de la identidad, a lo nacional que todavía nos
queda. Esta globalización, en este inmenso genocidio que el mundo armó
con el neoliberalismo, llamado globalización, la gran respuesta tiene
que ser la de la aldea. Nosotros somos la aldea; cada lugar, cada
comarca en el mundo es una aldea que tiene que buscar su propia energía,
su propia identidad, sus propios valores; buscar en el fondo de nosotros
mismos. ¿Usted se imagina, qué se yo? Tomemos al jefe. ¿Usted se imagina
en esta negociación lo que opinaría el jefe? ¿Sabe de quién le hablo,
no? Dos jefes tenemos, Obdulio Varela y Artigas. Le estoy hablando del
primero de los jefes.
- Hay
gente que se enojó porque usan la celeste, los contrarios.
- Que usen
lo que quieran porque...
- Es una
falta de respeto, ¿diga la verdad?
- ...lo
que el hombre hubiera pensado, está clarito para todos.
- Le gusta
Juan Ramón Carrasco, hablando de todo un poco.
- Va bien
eh, va bien, Yo lo quise siempre a Juan Ramón.
- Bueee...lo
estoy casi terminando, pero la verdad es que hoy me esmeré, porque un
cliente como usted no viene todos los días.
- Déjeme
ver las patillitas. ¿A ver? Ah, está perfecto, dele nomás.
- Bueno.
¿Qué me dijo? Le saco la pelusa acá atrás, ¿no?
- Me está
ardiendo. ¿Tiene la colonia? En serio, buena colonia tiene, eh.
- Es
brasilera.
- Siempre
tuvo de primera.
- Porque
yo estoy con el MERCOSUR, le compro a los países hermanos.
- Está muy
bien.
- Yo le
agradezco pila, y ahora sí le voy a poner un poquito de perfume. Si ve
que es muy...si ve que...ahí está. Todavía tiene el cutis terso.
- Acá,
acá, acá, huuu, que fresquito. Qué gusto me dio.
- ¿Se hizo
la cirugía alguna vez? No.
- No,
todavía no.
- ¿Todavía
no? Bue, lo espero el lunes, después del 7.
- Si
Dios quiere, para festejar un poco, que algo tenemos que festejar.
- ¿Quiere
que compre unas cañitas voladoras o compro una botella de whisky?
- Bueno,
eh. ¿Cuánto es?
- Qué le
voy a cobrar, por esta vez ...
- ¿110, la
tarifa?
- Deme 80,
80 Le rebajo el IVA y el COFIS.
- Me cobra
como en el 80, como cuando me cortaba en el 80. Bueno, un gustazo, eh.
- Gracias
Víctor Hugo.
- Bueno un
gran gusto, un gran gusto.
PENSAMIENTO DE EL PELUQUERO: ¡Qué figura! ¡Víctor Hugo Morales! Ahora,
que lo veo irse me lo imagino la tarde del domingo relatando el triunfo
del si, si, si...
RELATO DE VÍCTOR HUGO MORALES: Ta, ta, ta, ta, ta, gol, gol, gol, gol,
goooool, gooooool uruguayo, Uruguay nomás, Uruguay que no ni no. Festejá
pueblo que es tuyo. Empaparon la camiseta esta tarde los uruguayos, para
llegar a esta victoria excepcional, con toda justicia.
Este fue un programa del Departamento de
Difusión y Prensa de la Secretaría Regional Latinoamericana de la
Unión Internacional de Trabajadores de
la Alimentación y la Agricultura (REL – UITA) |
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