UN PROGRAMA DEL DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN y PRENSA DE LA REGIONAL
LATINOAMERICANA DE LA UITA
CACHO: - ¡Francisca! Soy Cacho.(GRITANDO)
FRANCISCA: - Entrá por el portón del costado. Estoy en el fondo.
CACHO: - Pensar que antes siempre me venías a abrir. Se ve que ya no
me querés más.
FRANCISCA:-
No seas bobo. Me agarrás en plena tarea.
CACHO: - ¿Vos hincada en la tierra? ¿Qué estás haciendo?
FRANCISCA:
- ¡Plantando.
Como todo el mundo!
FRANCISCA:
- ¡Ché, qué
alegría! Andabas perdido o ¿alguien no te dejaba venir? Esperá que me
limpio las manos así no te embarro la campera. ¿Te puedo abrazar, no?
CACHO: - Dejo el termo y el mate y le concedo ese honor, mi reina. ¡Ché,
cuántos cambios! ¡Esta es la Reforma Agraria!
FRANCISCA:
- Dejate de
Chistes y ayudame con esa bandeja de plantines que pesa bastante.
(LUEGO DE UNA PAUSITA) Cacho,¡reaccioná! ¿qué te pasa?,
CACHO: - Estoy sorprendido. El fondo de tu casa todo plantado, tu
vestimenta, tu semblante, tu pelo al viento, todo está distinto. No lo
puedo creer.
FRANCISCA:
- No creés lo
que estás viendo, pero creíste a los cuenteros de siempre cuando
decían: ¡Aquí no habrá corralito! ¡El Uruguay es un país serio! Mirá
como nos dejaron. Jóvenes que se van, los hospitales sin remedios, los
ómnibus vacíos, fábricas cerradas, un desempleo histórico y los que
todavía trabajan están cada vez peor. El país se cae a pedazos, pero
los que te dije, siguen ahí con su soberbia de siempre.
FRANCISCA:
CACHO: - ¡Bueno pará! Hace meses que no nos vemos y ya me estás
castigando. Me enteré hace unos días que te habías quedado sin laburo,
y vine a verte.
FRANCISCA:
- La empresa
acaba de entrar en Concordato. Y este mes se me termina el seguro de
paro.
CACHO: - Pero no me queda claro ¿para qué plantar?
FRANCISCA:
- ¡Plantar para
comer! Esa es la consigna. Esta actividad me cambió el ánimo; me
siento útil; me siento viva.
CACHO: - Vení Francisca. Sentate un ratito y tomate unos mates
conmigo. ¿Pero no es qué los productores del campo están todos “en la
lona”?
FRANCISCA:
- Casi todos. Y
que querés. Préstamos para sistemas de riego costosísimos,
fertilizantes y abonos químicos, pesticidas, herbicidas y mil
historias más. Gracias a esos versos que nos vendieron desde hace 40
años con la famosa Revolución Verde, están todos fundidos. Para peor,
todos esos productos matan la vida del suelo, y producen alimentos
envenenados. ¿Sentiste hablar de los Agrotóxicos? Las empresas
fabricantes de esos productos químicos, son las mismas transnacionales
que fabricaban armas químicas para la guerra. Después de la Segunda
Guerra Mundial, destinaron esos productos a la agricultura,
argumentando que era para producir más y mejor y acabar con el hambre
en el mundo. Fue la gran joda del siglo. La pena es que siempre nos
damos cuenta muy tarde.
CACHO: - Vos siempre decías que estas políticas nos iban a dejar “en
pelotas”. Bueno, contame cómo arrancaste.
FRANCISCA:
- Unos amigos
del viejo, que viven en el campo, me facilitaron algunas semillas.
Otras las compré, y tenía las herramientas del abuelo, que mi padre
había guardado. Y siempre a mano la Separata “De la Huerta a la mesa”,
que salió con Brecha. Tremenda ayuda que me da. Es como la “biblia
burrera” para los amantes de carreras de caballos; tomá leela y dame
otro mate.
CACHO: - Pero, ¿de dónde sacás la plata para comprar todos esos
productos químicos que decías, si ahora en este País tampoco hay
crédito?
FRANCISCA:
- Lo que
estamos practicando es Agroecología. Estas son huertas orgánicas.
Tanto los abonos, como los preparados para controlar las plagas y
enfermedades se hacen en forma casera.
CACHO: - ¿Y no necesitás plata?
FRANCISCA:
- Te la hago
corta. No utilizamos ningún producto químico. Mantenemos la vida del
suelo y del aire; no contaminamos el agua, y la cosecha de toda esta
variedad de productos nos asegura una alimentación sana y altamente
nutritiva. Y no nos endeudamos.
CACHO: - Y los dos locos medio rock and rolleros de tus hijos, ¿te
ayudan?
FRANCISCA:
- ¡No sabés!
Tomaron conciencia del problema y “se pusieron las pilas”. Laburan que
da miedo, y están supercontentos. Se contactaron con la Facultad de
Agronomía, pidieron asistencia técnica, semillas y libros.
CACHO: - ¡Qué bueno! Che, me imagino que hay una época para sembrar
cada cosa.
FRANCISCA:
- ¡Claro! Leé
ahí, donde dice que durante todo el año podés plantar acelga, apio,
brócoli, coliflor, espinaca, perejil, rabanito, repollo, lechuga y
zanahoria.
CACHO: - Y el clima, ¿no influye?
FRANCISCA:
- Seguro. Por
eso es que hay diferentes épocas de siembra. Por ejemplo de setiembre
a diciembre podés plantar: berenjena, boniato, pepino, tomate,
zapallo. Y la papa, que se planta de febrero a marzo, y de agosto a
setiembre.
La
gente perdió el empleo
pero no
la dignidad
y ha decidido plantar
sembrar,
pa’ hallar el sustento
vuelve a
la quinta, a la huerta
a
producir alimentos.
Cuándo y
qué debe sembrar
yo le voy a
responder
su atención
debe poner
pa’
cosechar “lo mejor”
siga los
meses de siembra
que le
indica el payador.
Todo el
año con fervor
en los
nobles surcos criollos
plantá
brócolis, repollos
apio,
acelga, coliflor
perejil
pa’l buen sabor,
rabanitos
y espinacas,
lechugas
que se destacan
igual que
las zanahorias
y verás
como los frutos
sabrán
brindarte “su gloria”.
En
setiembre, otro camino
rumbo a
diciembre, aprontate,
arrancá
con los tomates,
con
boniatos y pepinos,
y
hallarás nuevos destinos
que
premiarán tu faena
con las
ricas berenjenas
y el
dulce más uruguayo,
si
plantas como es debido
las
hileras de zapallo.
Y habrá
un febrero feliz
si lució
tu plantación
la
presencia del melón
o del
choclo su maíz,
setiembre
a enero, el matiz
del
poroto y zapallito
la
chaucha el toque tiernito,
el
puerro, llegando a mayo
y con
esto va a lucirse
¡El
sembrador uruguayo!
|
FRANCISCA:
- Cacho, ¿vos
seguís en la construcción?
CACHO: - Algunas changas meto de vez en cuando. Pa’ me hiciste
acordar, tengo un laburito para cobrar y el tipo trabaja cerca de
aquí. Me voy a ver si lo encuentro.
FRANCISCA: - El lunes de mañana vienen técnicos y
productores a dar unas charlas y unas demostraciones de cómo hacer
una huerta orgánica. Hay más de 80 vecinos que se anotaron. Venite y
de paso sacamos unas medidas. Tengo que construir un galpón grande y
quien mejor que vos para esa tarea. Dale que te acompaño hasta
adelante y de paso te llevás la separata de Brecha, y un caset de la
UITA para entrar en tema.
CACHO: - Tá bien. El lunes tempranito estoy por acá, y de paso te
presento a mi nueva compañera.
FRANCISCA:
- ¿Así qué
nueva compañera? Bueno. Vengan con tiempo y se quedan a almorzar con
nosotros. ¿Si?
FRANCISCA: Entusiasmado con todo lo que vio y lo
que le contó su vieja amiga, apenas llegó al frente de la casa, sacó
de su campera el walkman que siempre le acompaña, puso el caset que
Francisca recién le había dado, se colocó los audífonos y empezó a
escuchar..
Siembra Directa
Las semillas grandes, fáciles de manejar y fuertes para
germinar, se siembran directamente en el lugar donde crecerán.
Es el caso del zapallo, el maíz, el poroto, la remolacha, el
nabo, etcétera. También algunas semillas pequeñas como la
zanahoria, el perejil o el rabanito, pueden sembrarse
directamente. |
La siembra en almacigueras o bandejas.
Las semillas pequeñas son en general las más delicadas; se les
deben prodigar cuidados especiales por eso se siembran en
almácigos antes de trasplantarlas a la tierra. Así ocurre con el
tomate, el morrón, la cebolla, el repollo, la coliflor, el apio,
la lechuga o la berenjena. Los almácigos se pueden hacer en
bandejas, macetas, cajones, hueveras, etcétera, en las cuales se
colocan sustratos de calidad (“tierra mejorada”), por ejemplo
compost, y se ubican en un lugar abrigado y luminoso. De esta
manera se podrá cuidar las plantas a medida que crecen, sin que
les falte agua y protegiéndolas del frío y del calor excesivos.
En caso de no tener compost, como medida de emergencia puede
recurrirse a la utilización de tierra suelta y esponjosa de
color oscuro. Cuando las plantas tienen entre 5 y 6 hojas,
estarán listas para ser trasplantadas al lugar definitivo del
cultivo. |