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El gran negocio del oro azul |
Un Programa del
Departamento de Difusión y Prensa de la
Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA |
* Aunque el 70 por
ciento de la superficie del mundo está cubierta de agua, sólo el 2,5 por
ciento del volumen total es de agua dulce, mientras que el 97,5 es de
agua salada.
* El consumo mundial de agua se duplica cada veinte años, un ritmo dos
veces mayor que el del crecimiento de la población humana.
* Según la UNESCO, dos millones de niños mueren cada año por falta de
agua potable, y más de 1.200 millones de personas carecen de este
recurso.
* En el año 2025, dos tercios de la humanidad no tendrán acceso al agua.
* El comercio del agua embotellada es una de las industrias de mayor
expansión y menos reglamentadas del mundo.
Maude Barlow, activista política canadiense y militante
por el derecho al agua, autora de “El Oro Azul, el saqueo empresarial de
las aguas del mundo”, expresa:
- Estamos
construyendo un movimiento social a nivel mundial, un movimiento de la
sociedad civil que involucra a campesinos, indígenas, ambientalistas,
organizaciones de derechos humanos, para no permitir que las
transnacionales se apropien del recurso agua, porque de lo contrario
solamente van a acceder a ella aquellos que
puedan pagar.
Tony Clarke, director del Instituto Polaris de Canadá, trabaja con
organizaciones ciudadanas, trabajadores públicos y movimientos sociales
comprometidos en las problemáticas relativas al agua en Canadá, Estados
Unidos, Sudáfrica e India.
- El negocio del
agua, que es de un trillón de dólares anuales a nivel mundial, está
controlado por tres compañías transnacionales: Suez Lyonnaise des Eaux
,que tiene su sede en Francia, Vivendi Universal, también francesa y RWE,
de Alemania. Las dos primeras, Suez Lyonnaise y Vivendi, controlan dos
tercios del mercado mundial del agua privatizada.
Estas compañías están a la espera de cosechar colosales beneficios, al
tiempo que los gobiernos en todo el mundo están entregando este recurso
al sector privado con la participación y visto bueno de la ONU y el
Consejo Mundial del Agua. Uno de los dos vicepresidentes del Consejo
Mundial del Agua es René Coulomb, de la Suez Lyonnaise des Eaux.
Tony Clarke continúa:
- Por el momento se han privatizado
entre un 5 y un 7 por ciento de los servicios de agua potable en todo el
mundo, lo que significa que la mayor parte continúan siendo públicos. Lo
que estas empresas quieren hacer hoy es controlar ese 95 por ciento que
todavía se les escapa.
Aparte de crear graves problemas ecológicos, la explotación abusiva de
las aguas subterráneas y fluviales está recrudeciendo otra temible
crisis, la de garantizar alimentos al mundo. La irrigación destinada a
las cosechas es responsable del consumo del 65 por ciento del agua que
utilizamos los humanos, en comparación con un 25 por ciento destinada a
la industria y un 10 por ciento a los hogares y municipalidades.
LA SED DEL
ALCA
Tanto en la proyectada Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), como en la Organización Mundial de Comercio (OMC), el
agua es considerada de tres formas. Es un bien, por lo tanto puede ser
negociada y exportada. Es un servicio y es catalogada como una
inversión, por lo cual está incluida en los acuerdos de libre comercio.
El NAFTA, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, tiene un
capítulo referido al tema de las inversiones en el que se otorga
derechos a las corporaciones transnacionales para entablar juicio a los
Estados.
Maude Barlow analiza al respecto:
- De los capítulos de servicios e inversiones del ALCA se desprende que
no vamos a poder frenar los procesos de privatizaciones, no sólo del
agua sino de todos los servicios públicos existentes. Cualquier compañía
podrá enjuiciar a los estados cuyas legislaciones vayan contra los
intereses de esas compañías.
La estrategia del ALCA pasa por la
desregulación, la liberalización, la privatización, generando un
escenario donde el Estado pierde protagonismo.
M. B.: - Las corporaciones transnacionales disponen de fuerte influencia
para definir los términos de los acuerdos internacionales de comercio,
como en la proyectada ALCA o en la OMC, y garantizarse, de ese modo, la
salvaguarda de sus intereses.
Así como en el pasado impusieron los programas de ajuste estructural, el
FMI y el Banco Mundial están imponiendo ahora la privatización del agua
en muchísimos países como condición para recibir ayuda externa:
M. B.: - Las corporaciones han iniciado un nuevo proceso llamado
“Iniciativa de Asociación Pública y Privada”, que no es la privatización
directa. El mismo les asegura asociaciones con organismos estatales, por
ejemplo un municipio, por períodos de treinta, cincuenta o cien años,
aun cuando no brinden un buen servicio o la calidad del agua sea mala.
Si esos inversores realizan una mala gestión y finalmente quiebran, el
Estado con el que se asociaron deberá asumir los costos.
"Las guerras de este nuevo siglo serán provocadas por la falta de agua",
sentenció Ismail Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial. Con el
respaldo de este organismo multilateral, un puñado de multinacionales se
dedican a acaparar el control de los servicios públicos de
abastecimiento de agua en los países en desarrollo, disparando los
precios en detrimento de la población y sacando partido de la
desesperación con la cual el tercer mundo busca resolver sus problemas
de escasez.
EL “TEST
DE LA NECESIDAD”
El Acuerdo General de Comercio de Servicios de la OMC fue
aprobado en 1994 como resultado de la ronda de negociaciones de Uruguay.
En ese dispositivo se contempla un “Test de la Necesidad” que constituye
una verdadera expoliación. Tony Clarke así lo advierte:
- Los
gobiernos van a tener que demostrar que mantener el agua como servicio
público es realmente una necesidad básica. El ALCA prevé un Capítulo de
Estado e Inversor, que permitiría a las compañías transnacionales
entablar juicios contra aquellos Estados que, a su entender, violen las
normas del libre comercio. Es importante tener en cuenta que son las
propias corporaciones transnacionales las que están redactando estas
normas de libre comercio.
ESTADOS UNIDOS Y SUS PRIVATIZACIONES
Wenonah Hauter es integrante del Public Citizen
(organización en defensa de los derechos del consumidor) y directora del
Programa de Energía y Medio Ambiente. Aquí, nos habla de las nefastas
experiencias de su país:
- La privatización y la desregulación no han funcionado en ninguna
industria y ningún servicio estadounidense, pese a que se trate de
demostrar lo contrario en las campañas publicitarias de esas empresas o
servicios o en las declaraciones de los jerarcas gubernamentales. Las
aerolíneas nacionales que han sido desreguladas están permanentemente en
crisis. La que ocupa el segundo lugar en Estados Unidos está en quiebra.
Y no crean cuando les digan que la privatización de la energía eléctrica
fue un éxito, porque en realidad ha sido un desastre. Los consumidores
tienen que pagar mucho más en aquellos estados donde se ha liberalizado
el mercado de la energía eléctrica, y además los servicios prestados son
de mala calidad.
El 85% del agua en Estados Unidos es provista por los municipios. Ahora
muchos Estados están intentando desandar el camino desregulador y volver
a controlar estos servicios.
W. H.: - El mayor proyecto de privatización del agua en
Estados Unidos fue implementado en y bautizado como “Ola del Futuro”.
También fue desastroso. Hoy en Atlanta el agua es de pésima calidad,
amarronada. En los barrios ricos de la ciudad durante varios días los
habitantes se vieron obligados a hervir el agua para poder consumirla.
El fracaso de la “Ola del Futuro” fue tal que en agosto de 2002 el
alcalde de Atlanta debió amenazar a la empresa concesionaria, “United
Waters”, subsidiaria de Suez Lyonnaise des Eaux, con quitarle la
concesión si no mejoraba el servicio. En Estados Unidos se están
llevando a cabo numerosas campañas sobre el agua que han sensibilizado a
vastos sectores de la población. La gente se da cuenta de que éste es un
tema diferente, esencial, y percibe la importancia de que los servicios
de agua potable estén en manos municipales.
La apropiación de este bien
común por parte de algunas empresas y su explotación para obtener una
renta constituye un verdadero crimen contra la humanidad. La
privatización del agua conduce a situaciones extremas que revelan los
límites que las empresas transnacionales están dispuestas a traspasar
para obtener beneficios. Tomar conciencia colectiva de, qué significa el
agua para el mundo y la vida, es una tarea impostergable.
Este fue un programa del Departamento de
Difusión y Prensa de la Secretaría Regional Latinoamericana de la
Unión Internacional de Trabajadores de
la Alimentación y la Agricultura (REL – UITA) |
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