Nicaragua

  28 de abril - Día internacional de la salud y la seguridad en el trabajo

Debemos convertirnos en

 defensores de nuestra salud

 

 

Un minuto de silencio para recordar a todas aquellas personas que fallecieron a causa de las malas condiciones en que desarrollaban sus labores, dio inicio a la conmemoración del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo por parte de la Confederación Sindical de Trabajadores “José Benito Escobar” (CST-JBE), que integra la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación de Nicaragua (FUTATSCON), afiliada a la UITA.

 

La actividad, en la que participó también la Ministra de Trabajo, Jeannette Chávez, ha sido ocasión para presentar un informe sobre las condiciones de salud y seguridad ocupacional de los trabajadores y trabajadoras nicaragüenses y subrayar la importancia de la recién aprobada Ley 618 –“Ley General de Higiene y Seguridad en el Trabajo”–, con la que se alcanza una mayor regulación de la seguridad y la salud de los trabajadores.

 

Citando el Informe 2008 de la OIT, “Mi vida, mi trabajo, mi vida en seguridad: gestión del riesgo en el medio laboral”, el secretario general de la CST-JBE, Luis Barboza, dijo que “la salud laboral es un derecho humano y todos los trabajadores y trabajadoras tenemos derecho a una ambiente laboral saludable. Pese a que este derecho esté garantizado por la Constitución, los Códigos del Trabajo, los Convenios internacionales y las leyes que protegen a los trabajadores, cada año en el mundo mueren 2,2 millones de trabajadores por las condiciones de trabajo a las que están sometidos en los distintos sectores. Cada año –continuó Barboza– se registran 270 millones accidentes de trabajo no mortales y 160 millones de nuevos casos de enfermedades laborales. Es por eso que nuestra organización sindical, preocupada por la situación que enfrentan las y los trabajadores, y acompañada por otras organizaciones, ha puesto como punto principal de su agenda la capacitación de sus dirigentes y afiliados”.

 

A través del Programa de Salud y Seguridad de los Trabajadores (PROSSTRAB), la CST-JBE y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) de León han capacitado a 75 técnicos en Seguridad e Higiene Ocupacional y 300 dirigentes sindicales y trabajadores en conocimientos básicos. Al mismo tiempo, se han capacitado 25 médicos en Salud Laboral y se han formado 87 comisiones mixtas en las distintas empresas donde hay presencia sindical organizada.

 

Necesitamos mucho más, porque debería de existir un médico especializado en Salud Laboral por cada clínica y por cada hospital, para poder diagnosticar cuando se trata de enfermedades profesionales –agregó Barboza–. Cuando las personas están expuestas a doce o 14 horas de trabajo pesado, a gestos repetitivos, al contacto directo con plaguicidas, con la pelusa de las textileras o con el cemento de la construcción que penetran en los pulmones, las afecciones son graves y hay que saberlas detectar con propiedad”.

De un total de 10.528 accidentes laborales reportados entre 2007 y 2008 en todo el país, 8.160 ocurrieron en las maquilas

 

Para el secretario general de la CST-JBE es importante que sean los trabajadores y trabajadoras los primeros en reconocer lo que está ocurriendo, y luchar para que sean respetados sus derechos garantizados por las leyes. “Siempre habrá empleadores que no quieren cumplir con las leyes, con las normas de seguridad laboral y con el trabajo decente. Para nosotros, trabajo decente quiere decir trabajar ocho horas, tener un salario digno y las condiciones ambientales adecuadas, y seguimos sosteniendo que hay que fortalecer las instituciones que velan por nuestros derechos y tener una comisión mixta de salud laboral en cada lugar de trabajo. Los trabajadores tenemos que quedar en nuestra trinchera de lucha y convertirnos en defensores de los derechos y de nuestra salud”, concluyó Barboza.

 

La situación de Nicaragua

 

Rubén Sandino, secretario de Seguridad e Higiene Ocupacional de la CST-JBE, presentó un informe que recoge los datos hasta marzo de 2008. Según datos del Ministerio del Trabajo (MITRAB), desde 2000 hasta la fecha hubo 272 accidentes mortales (doce de ellos en lo que va del año). En 2007 los accidentes laborales reportados fueron 10.528, mientras que en enero de este año ya se habían alcanzado los 831. Datos alarmantes, pero que esconden una situación mucho más grave de lo que reflejan las estadísticas del MITRAB, ya que el amplio sector del trabajo informal y el fenómeno de la tercerización del trabajo crean un subregistro que impide conocer los datos reales de muertes y accidentes laborales.

 

Los más desprotegidos

 

Entre los sectores más golpeados por falta de medidas de protección a los trabajadores y trabajadoras se destacan el sector del banano, de la caña de azúcar, la maquila y los buzos del mar.

Los gastos vinculados con las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo son equivalentes al 4 por ciento del PIB del planeta, es decir más de un billón de dólares

 

Las plantaciones de banano y de caña se han vuelto tristemente famosas por las graves afecciones a sus trabajadores, expuestos al contacto con agrotóxicos. Estas exposiciones y la ingesta de agua contaminada han generado una verdadera hecatombe, dejando un macabro saldo de miles de muertos y decenas de miles de afectados y afectadas. En el caso de la maquila, entre 2007 y 2008 hubo 8.160 accidentes laborales de un total reportado de 10.528, lo cual representa un índice muy elevado.

 

Se calcula que los gastos vinculados con las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo (prestaciones de invalidez para los sobrevivientes, tratamientos médicos, días de ausencia, entre otros) son equivalentes al 4 por ciento del PIB de todos los países del planeta, es decir más de un billón de dólares. En Nicaragua ese gasto significa más de 8 millones de dólares anuales.

 

La Ley General de Higiene y Seguridad en el Trabajo

 

Como un instrumento imprescindible para modificar la grave situación en que viven los trabajadores y trabajadoras nicaragüenses, en julio de 2007 se logró aprobar la Ley 618 “Ley General de Higiene y Seguridad en el Trabajo”.

 

Según Róger Barrantes, responsable de Relaciones Exteriores de la CST-JBE, “La Ley 618 crea tres instrumentos que son de vital importancia. El primero es que obliga a los empleadores tener una certificación para iniciar sus operaciones y para conseguirla, deben cumplir con todas las medidas de higiene y seguridad ocupacional. 

 

El segundo punto tiene que ver con las inspecciones. Antes –recordó Barrantes–, los inspectores de Higiene y Seguridad Ocupacional tenían que ir acompañados por inspectores generales del Trabajo, mientras que ahora tienen autonomía funcional y ningún empleador puede negarse a recibirlos, porque caería en una causal de falta grave y tendría que pagar una multa de hasta 60 salarios mínimos. Es una ley que promueve la cultura del cumplimiento y de alianza entre trabajadores y empresarios sobre el tema de la seguridad, pero tiene también elementos de castigo.

 

El tercero es la creación del Consejo Nacional de Higiene y Seguridad Ocupacional y también de los Consejos Departamentales de Higiene y Seguridad Ocupacional. Estos Consejos ya están en casi todos los departamentos del país y conciernen a empresarios, autoridades locales y trabajadores, a través de los sindicatos legalmente constituidos”.

 

Para el dirigente sindical, la responsabilidad no es solamente de los empleadores sino también de los trabajadores. “Frente a los números cada vez más impresionantes de muertes, accidentes y enfermedades laborales, estamos dispuestos a asumir un reto, que no es solamente luchar para que se cumpla la ley, sino que los trabajadores y trabajadoras cumplan con las medidas de seguridad e higiene ocupacional, porque muchas veces son ellos mismos que rehúsan usar los equipos de protección. La Ley 618 viene a reglamentar toda la materia, pero nosotros tenemos que cumplir con la parte que nos corresponde, para lograr lo que es nuestro lema: la vida, la salud y la seguridad de los trabajadores es primero”, concluyó Barrantes.

 

 

En Managua, Giorgio Trucchi

Rel-UITA

29 de abril de 2008

 

 

 

Fotos: Giorgio Trucchi

 

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