Nuevos estudios sobre el aspartamo |
Un
trabajo publicado en la revista Environmental Health
Perspectivas, editada por los Institutos Nacionales de
la Salud de EEUU, vuelve a reabrir la polémica del
edulcorante aspartamo. Los autores, un equipo de la
Fundación Ramazzini de Oncología, con sede en Italia,
afirman que este edulcorante, que está presente en numerosos
productos, es un potente agente cancerígeno y que los nuevos
resultados confirman sus trabajos anteriores
El tema no es nuevo. A finales de 2005, la
Fundación
Ramazzini
publicó un estudio que se presentó como la primera
demostración experimental de los efectos carcinogénicos
multipotenciales del aspartamo administrado en la comida de
ratas Sprague-Dawley.
En aquella ocasión, la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas) pidió a
los autores toda la información relativa al experimento a
fin de poder realizar una evaluación a fondo. Y es que una
de las conclusiones de aquel trabajo era que
los efectos
cancerígenos eran visibles a partir de una dosis diaria de
20 miligramos por kilogramo de peso, muy por debajo de la
dosis establecida como segura por las autoridades sanitarias
europeas (40 miligramos por kilogramo) y estadounidenses (50
miligramos por kilogramo).
La EFSA concluía, en una revisión dada a conocer unos
seis meses después, que el trabajo presentaba problemas de
diseño y que no había evidencias sólidas de los efectos
cancerígenos del aspartamo.
Reclaman
una revisión de la normativa
Sin embargo, el nuevo estudio vuelve a despertar la
preocupación de algunos sectores. Los autores han
experimentado con un grupo de 70 hembras y 95 machos de
ratas Sprague Dawley, a las cuales se les ha administrado
con la comida dosis de aspartamo de 2.000 o de 400
ppm (partes por millón), lo equivalente a un consumo diario
de aspartamo de 100 o 20 miligramos por kilo de peso,
y desde el decimosegundo día de vida fetal hasta su muerte
natural.
Los
resultados, dicen los autores, son un significativo aumento
de la incidencia de tumores malignos, leucemias y linfomas
en todos los animales y un aumento de cáncer de mama en
todas las hembras.
Los efectos cancerígenos, dicen los autores, se han visto
especialmente en los animales tratados con dosis de 2.000
ppm. Además la exposición prenatal acelera la aparición de
los tumores. A la luz de los resultados, dicen,
«creemos
que no puede ser retardada una revisión de la actual
normativa sobre el aspartamo».
La revisión es particularmente urgente, añaden, en el
caso de las
bebidas que
contienen aspartamo
y que son consumidas ampliamente por los niños.
Primeras
reacciones
Hasta el momento de cerrar este artículo, la EFSA no
ha emitido ningún comunicado. Un portavoz de la FDA,
la autoridad estadounidense en materia de alimentos y
fármacos, ha comunicado a través de los medios de
comunicación que estaban valorando la noticia y que no
encuentran razones para alterar su conclusión previa de que
el aspartamo es seguro en su uso general como
edulcorante en los alimentos. El estudio no es consistente,
ha dicho la FDA, con el gran número de trabajos
evaluados por la FDA, incluyendo estudios de
carcinogenicidad.
No
obstante, también en EEUU, un portavoz de la asociación de
consumidores Centro para la Ciencia de Interés Público (CSPI)
ha pedido a la FDA que revise urgentemente el artículo.
En la revisión del trabajo anterior de la Fundación
Ramazzini, la EFSA concluyó que el incremento de
linfomas y leucemias no era debido al aspartamo sino
probablemente a que las ratas seleccionadas para el
experimento sufrían «cambios inflamatorios en el pulmón y en
otros órganos, incluso en los grupos de control que no
recibieron aspartamo». La inflamación predispone al
desarrollo de tumores y seguramente esa era la causa más
probable, explicaron los expertos de la EFSA. Tampoco
hallaron una relación dosis-respuesta consistente. Los
animales del primer experimento, habían recibido dosis
diarias de aspartamo de 5.000, 2.500, 500, 100, 20 y
4 miligramos por kilo de peso, y había muy poca diferencia
de incidencia de tumores entre animales de dosis más altas y
animales de dosis más baja.
Por otro lado, explicaba la EFSA en su informe de 2006, los
tumores y lesiones precancerosas halladas en riñones,
uretras y vejigas de las ratas no son relevantes para los
humanos, ya que son debidas a compuestos químicos irritantes
y son específicas de las ratas. Los expertos también
señalaron en aquella ocasión que el número de tumores que
aparecieron en nervios periféricos de las ratas era «bajo y
sin una relación clara dosis-respuesta».
Formaldehído, el sospechoso habitual
El aspartamo, un edulcorante 200 veces más dulce
que la glucosa, es uno de los más utilizados en la industria
de la alimentación. Se calcula que supone el 62% del
volumen del mercado internacional de edulcorantes y que está
incorporado en unos 6.000 productos en todo el mundo,
especialmente en productos que no son estrictamente
alimentos. Desde bebidas sin azúcar, postres, chicles
y chucherías diversas hasta medicamentos o pastillas para la
tos.
¿Hay razón para la sospecha de que el aspartamo es
cancerígeno? El principal sospechoso es uno de sus
metabolitos, el formaldehído. El aspartamo se
metaboliza en el tracto intestinal en tres compuestos, acido
aspártico, fenilalanina, y metanol. Estos, a su vez, se
descomponen en otros: el ácido aspártico se transforma en
alanina y oxaloacetato, y la fenilalanina se trasforma en
tirosina, feniletilamina y fenilpiruvato. El metanol, por su
parte, se transforma en formaldehído y ácido fórmico.
El
formaldehído está clasificado como cancerígeno por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2004,
después de hallarse evidencias suficientes de la implicación
de este compuesto en el caso de cáncer nasofaríngeo en
humanos, evidencias limitadas en el caso de cáncer nasal y
paranasal, y evidencia «fuerte pero no suficiente» en el
caso de leucemias.
Sin embargo, las evidencias se encontraron en caso de
exposición ambiental.
En el caso del aspartamo, los expertos siempre han
apuntado sus dudas porque si el aspartamo ya se pone
en cantidades muy pequeñas, porque es un edulcorante muy
potente, entonces la cantidad de formaldehído generada en el
proceso de metabolización es todavía más pequeña. Algunos
estudios han calculado que la ingesta media europea de
aspartamo es de no más de 10 miligramos por kilo de
peso, y que en los casos más extremos, los consumidores que
más aspartamo tomarían llegarían a los 20-25
miligramos por kilo de peso.
NdE: ¿Pero…?
Mercè fernández
Tomado de www.consumaseguridad.com
11 de
julio de 2007
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