Los desafíos de vivir con VIH/Sida |
El reportero Jon Cohen, de la revista Science, recorrió,
durante nueve meses, a 12 países (América Central, del Sur,
Caribe y México) para hacer un reportaje sobre la epidemia
de VIH/Sida en la región y la lucha contra la enfermedad. Él
visitó clínicas, burdeles, laboratorios, galerías de
inyección, Ministerios de Salud, clubes de homosexuales,
universidades, barriadas, puntos de paso de migrantes,
cárceles y los hogares de mucha gente a quien le cuesta
trabajo vivir con el virus.
La Asociación Americana
para el Avance de la Ciencia (AAAS) señala que el resultado
es un paquete de 10 reportajes que provee un profundo
vistazo tanto a la epidemia en la región, como a las
respuestas de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y
las comunidades afectadas.
Él concluyó que, a excepción de Haití,
ningún país en América Latina o el Caribe ha visto un
marcado descenso en la prevalencia de VIH. Según
proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/SIDA
(UNAIDS por sus siglas en inglés), el número de infectados
por el virus en América Latina y el Caribe deberá pasar de 2
millones de personas en la actualidad, para casi los 3,5
millones en el 2015.
Actualmente el SIDA cobra 90.000 vidas al
año en la región. Pero entre hoy y el 2015, otros 1,5
millones de latinoamericanos y caribeños se proyecta morirán
de la enfermedad. La epidemia en estos países tiene temas
comunes: la pobreza, migración, falta de liderazgo,
homofobia y una escasez de investigación en cuanto a
patrones de transmisión.
En Brasil, por ejemplo, existe un programa
gubernamental pionero que ofrece medicamentos
antiretrovirales a todos aquellos que los necesitan, pero
ahora enfrenta crecientes costos que amenazan su futuro.
Aunque el gobierno ahorra en costos al manufacturar él mismo
varios de los medicamentos más antiguos, los funcionarios se
han abstenido hasta la fecha de romper patentes y hacer
copias de nuevas preparaciones, haciendo en cambio tratos
con las grandes compañías farmacéuticas.
Brasil también ha tenido un programa de
prevención modelo. En 1992, el Banco Mundial predijo que
Brasil tendría 1,2 millones de casos de VIH para el año
2000. Sin embargo, a fines del 2005, sólo 620.000 brasileños
estaban infectados, de acuerdo con estimaciones de UNAIDS.
Entre 1996 y 2002, la mortandad por SIDA cayó 50 por ciento,
aparentemente debido al uso de los cocteles de medicamentos
antiretrovirales. El gobierno dice que salvó a 90.000
pacientes de la muerte, al tiempo que ahorró $1,2 mil
millones que se hubieran gastado en hospitalización y el
tratamiento de infecciones oportunistas.
En Argentina, las características de la
epidemia han cambiado en forma dramática. Una vez liderado
principalmente por homosexuales y usuarios de drogas de
inyección, hoy el VIH se contagia principalmente a través de
sexo entre hombres y mujeres, quienes ahora tienen casi la
misma tasa de nueva infección. Para el 2005, la tasa de
prevalencia del VIH era de 0,6 por ciento. Datos
gubernamentales mostraron que 50,7 por ciento de gente con
SIDA había sido infectada a través de sexo heterosexual.
En México, la propagación de VIH está
ligada a hombres que tienen sexo con otros hombres,
migración, la industria del sexo y el uso de drogas
inyectadas cerca de la frontera con Estados Unidos. La
epidemia en México no se ha esparcido tan rápidamente como
se temía, según investigadores, pero los epidemiólogos dicen
que están principalmente preocupados por el contagio
heterosexual del virus en comunidades rurales.
Otra fuente de preocupación es la
migración, que los investigadores están descubriendo, pone a
la gente bajo un mucho mayor riesgo de ser infectada. Datos
preliminares sugieren que los migrantes tienen más parejas
sexuales, consumen drogas y alcohol con mayor frecuencia, y
contratan trabajadores del sexo más frecuentemente.
En Haití y República Dominicana, a fines
del año pasado, la tasa de prevalencia de VIH/SIDA del 1,6
por ciento en el Caribe era la segunda más alta en el mundo
después del Subsahara africano. La isla Hispaniola, que
comparten Haití y República Dominicana, es hogar del 85 por
ciento de los casos: Haití tiene una tasa de prevalencia en
adultos de 3,8 por ciento, y República Dominicana de 1,1 por
ciento. Pese a que la tasa de prevalencia en República
Dominicana es menos de un tercio de la de Haití,
sorpresivamente los programas de VIH/SIDA de República
Dominicana son criticados por varios por ser muy inferiores.
Los otros reportajes son sobre las epidemias de VIH/SIDA en
Puerto Rico, Guatemala, Honduras, Belice y Perú. Cohen ha
hecho paquetes de reportajes similares para Science sobre
VIH/SIDA en África y Asia.
Adital
14 de
agosto de 2006
Foto:
media.economista.com.mx
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