La justicia india desestimó el lunes una demanda iniciada
por la multinacional farmacéutica Novartis contra el
gobierno de ese país, que se negó a patentar el medicamento
Glivec, usado contra un tipo de leucemia. La decisión del
Tribunal Superior de Chennai, localidad situada al sureste
de India, reivindica la venta de medicamentos genéricos, de
mucho menor costo que medicamentos “de patente” para tratar
las enfermedades.
Diversas organizaciones no gubernamentales que trabajan
internacionalmente saludaron la decisión de la justicia
india, la que consideraron un triunfo especialmente para la
salud de los países pobres.
La oficina de patentes de India rechazó en enero de
2006 que uno de los compuestos, comercializado por la
empresa suiza Novartis como Glivec, fuera patentado
por la empresa en ese país, por entender que no se trataba
de una “innovación” sino sólo de una “nueva forma de una
sustancia conocida” y ya utilizada en India como genérico.
La ley india sobre patentes, que rige desde comienzos de
2005, sólo permite patentar los medicamentos que sean
“auténticas innovaciones” y que hayan sido elaborados
después de 1995, cuando el país se sumó a la Organización
Mundial de Comercio (OMC), que regula sobre estos
temas.
Aunque el Glivec es anterior a 1995, Novartis
argumentó que realizó modificaciones al producto para que
sea “absorbido mejor” por el organismo, por lo que
consideraba que tenía derecho a patentarlo. Por eso la
compañía europea denunció que la ley india sobre patentes
violaba los derechos de propiedad intelectual salvaguardados
por la OMC.
El gobierno indio defiende la producción de genéricos como
medida necesaria para que los medicamentos puedan llegar a
los países pobres y sean accesibles económicamente.
El Tribunal Superior de Chennai rechazó el recurso
interpuesto por Novartis contra el gobierno indio y
de esta forma avaló la venta de genéricos para tratar las
enfermedades, al tiempo que salvaguardó el rol de India a
nivel internacional, que abastece con medicamentos baratos a
los países pobres.
De acuerdo al diario El País de España, la versión
genérica de Glivec cuesta en India 150 euros al mes,
mientras que la de Novartis cuesta 2000.
El director de la organización de ayuda humanitaria Médicos
Sin Fronteras, Tido von Schoen-Angerer,
calificó como “gran victoria” la decisión del tribunal
indio. “Supone un gran alivio para millones de pacientes y
doctores de los países en vías de desarrollo que dependen de
las medicinas asequibles fabricadas en India”, dijo el
representante de Médicos Sin Fronteras citado por el diario
ABC.
El fallo de la justicia india no sólo es importante en este
caso en particular, sino también por el tipo de precedentes
que hubiera sentado si se daba en sentido contrario. Si la
decisión judicial hubiera favorecido a Novartis,
otras compañías farmacéuticas se hubieran animado a pedir
patentes sobre los medicamentos genéricos contra el SIDA
fabricados en India, y que son usados
internacionalmente.
Radio Mundo Real
9 de agosto de 2007
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