Brasil
Con Siderlei de
Olivera, presidente de la CONTAC
Las
avícolas trituran carne humana
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La Confederação Nacional
dos Trabalhadores nas Industrias de Alimentação (CONTAC), está realizando
junto a la Rel-UITA una campaña nacional e internacional contra el ritmo
excesivo de trabajo en las plantas procesadoras de pollo. En este diálogo
con SIREL, Siderlei hace un balance de los resultados obtenidos hasta ahora.
-¿Cuál está siendo el
resultado de la campaña contra las Lesiones por Esfuerzos Repetitivos (LER)
y el ritmo excesivo de trabajo?
-Muy positivo. Creo que en
esta campaña aportamos algo distinto, no nos quedamos sólo en la denuncia
sino que también hicimos propuestas concretas. Primero abrimos un espacio en
el cual el trabajador y la trabajadora pudieran recibir información,
reflexionar y entender el problema, y sobre todo que no es una enfermedad
exclusiva del sector alimentación, sino también de los bancarios,
informáticos y muchos otros sectores. La incidencia del incremento de
producción y las exportaciones ha sido muy negativa en relación con las LER
durante el último período porque agravó enormemente la prevalencia de la
enfermedad. La Confederación tomó conciencia de este fenómeno y decidió
agregar propuestas a las denuncias.
-¿Cómo instrumentaron esas
propuestas?
-Lo primero fue
sensibilizar a los legisladores estaduales, organizamos seminarios, salimos
a incidir en la opinión pública comprometiendo a las fuerzas vivas de los
estados, y después llegamos a Brasilia donde participamos en una audiencia
pública el 23 de noviembre último junto a diputados federales, autoridades
del Ministerio del Trabajo, jueces y fiscales laborales para explicar las
causas de la enfermedad, su incidencia y proponer alternativas para
disminuir el ritmo de trabajo.
Una vida en 100
palabras
Simone iniciaba su jornada de trabajo a las 3.30 de
la madrugada y terminaba a las 13.30, con un
intervalo de media hora para comer. Durante un día
normal limpiaba y colgaba de 100 a 160 pollos por
minuto. Cada pollo pesa en promedio 2,5 quilos.
Durante 20 años Simone levantó casi 2 mil quilos
cada hora. “Trabajaba enferma, y pensaba que moriría
allí dentro porque el dolor era terrible”. Hoy, con
34 años, Simone está jubilada desde hace seis meses
como consecuencia de las Lesiones por Esfuerzos
Repetitivos (LER) que le provocó el trabajo en una
avícola de Santa Catarina donde se desempeñó desde
los 14 años.
El
relato de Simone de Castro Zanella conmovió a los
parlamentarios de la Comisión de Derechos Humanos y
Minorías, sindicalistas y autoridades presentes en
la audiencia pública que discutió la situación de
los trabajadores del sector avícola en Rio Grande
del Sur y Santa Catarina.
“Existe una violación flagrante a los derechos
humanos de los trabajadores en ese sector y la
sociedad brasileña debe saberlo”, opinó la diputada
Maria do Rosário (PT-RS), y agregó: “Los
consumidores de pollo y embutidos no tienen idea del
sufrimiento que existe detrás de los productos de
este tipo”.
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-¿Qué evaluación hacen de
esta tarea?
-Pensamos que, en general,
fue un año positivo, sensibilizamos a muchos legisladores con proposiciones
legislativas para que regulen el trabajo repetitivo. Ya tenemos un proyecto
concreto que consiste en la colocación de tacógrafos –un equipo que mide la
velocidad de las correas transportadoras- para saber cómo funcionan en la
actualidad esas correas y a partir de ahí crear normas que regulen la
velocidad para, por lo menos, reducir la enfermedad. Otro elemento muy
importante es que las LER ya no son un problema sólo de la CONTAC sino del
gobierno brasileño, ya que la seguridad social está involucrada en las
soluciones que habrá que adoptar.
-¿Cómo reaccionaron los
países importadores de pollo ante esta campaña?
-Fue muy positivo. La Unión
Europea, por ejemplo, envió a cinco periodistas en diferentes momentos
investigando los problemas que enfrentan los trabajadores brasileños como
consecuencia de, fuerte incremento del volumen de las exportaciones.
-¿Qué representa ese
incremento?
-Estamos hablando de que en
este momento Brasil es el primer exportador mundial de pollo, y con certeza,
es también primero en el mundo en lo que se refiere a enfermedades
profesionales en esa área. También buscamos relacionarnos con los
consumidores de productos importados de Brasil. Ya se han publicado
artículos en varias revistas de circulación europea sobre esta realidad, lo
que significa que el debate sobre el recrudecimiento de las LER vinculado a
un aumento de las exportaciones llegó al otro lado de la cadena, a los
consumidores. Creo que esta estrategia fue un acierto de la CONTAC y la UITA.
La gripe aviaria
Según Siderlei, la exportación brasilera de pollos
creció en el último año un 200%. Sin embargo, apunta
que “al contrario de lo que mucha gente cree, la
gripe aviaria ha tenido efectos negativos sobre la
producción de pollos, ya que el consumo mundial de
carne de ave ha caído brutalmente porque el
consumidor tiene temor de las consecuencias
sanitarias. Eso significa que Brasil se ha
beneficiado sólo en parte de la aparición de la
enfermedad. Lo que sí logró fue captar la mayor
parte del mercado reducido de carne de aves porque
Brasil está libre de maíz transgénico –o estaba-, y
por eso incrementó tanto sus exportaciones. Pero
nadie sabe cuánto va a durar esta nueva situación”.
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-¿Cuál será la orientación
de ahora en adelante?
-Tenemos mucho que hacer,
como redondear nuestros proyectos de ley para que sean aprobados
inmediatamente y se pongan en ejecución. La voluntad política está, tenemos
que presentar el proyecto definitivo. Es indudable la importancia del aporte
de la UITA en este proceso, porque cuando vamos a enfrentar a poderosas
corporaciones como éstas representa una gran ventaja contar con el apoyo de
una organización internacional y sus organizaciones afiliadas, entre las
cuales quiero destacar el respaldo de la LO-TCO de Suecia.
Cuando las denuncias
permanecen en el ámbito local tienen un valor relativo porque prácticamente
sólo la escuchan los propios denunciados. Pero cuando repercuten fuera del
país, cuando llegan a los consumidores, entonces quienes están cometiendo
las atrocidades empiezan a temer las consecuencias.
En este momento estamos
asistiendo a un fenómeno muy interesante que se vincula con este concepto:
las industrias del pollo se han rebelado contra Monsanto y los transgénicos,
ya que esta transnacional ha recomenzado a contrabandear semilla de maíz
transgénico desde la Argentina y el Paraguay, un maíz cuyo cultivo no está
autorizado en Brasil. Las industrias de pollo denuncian esta maniobra porque
no quieren consumir más ración con maíz transgénico. Entonces hoy tenemos la
oportunidad de decirles a estos industriales que deberían habernos escuchado
cuando hace ocho años advertíamos acerca de esta consecuencia, que tarde o
temprano serían rechazados por los consumidores. Y esta también fue una
acción sostenida que realizamos junto a la Rel-UITA, con su apoyo
permanente. Ahora la batalla es entre capitales. Esperemos que ahora nos
escuchen con respecto a las LER.
Entrevista de Carlos
Amorín
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