Después de 16 años de
existencia, el Sindicato de Trabajadores de Frigoríficos de Guatemala SA (SITRAFRISA)
continúa reclamando que se cumplan cabalmente los términos de su primer Pacto
Colectivo. A ello se agrega en los últimos años una fuerte incidencia de las
Lesiones por Esfuerzos Repetitivos (LER) entre los trabajadores.
Directivos de
SITRAFRISA |
Surgió en 1992 a partir de un grupo de trabajadores de la
Planta Modelo El Rastro de Frigoríficos de Guatemala SA (avícola),
empresa que integra el Grupo PAF junto a Pesca SA (cultivo de
camarones) y Molino ARECA Sur (raciones para camarones y aves)
Desde su nacimiento y posterior oficialización,
SITRAFRISA
presentó ante las autoridades de la empresa una plataforma de reivindicaciones
sobre la cual iniciar un proceso de negociación.
Los puntos esenciales fueron el incremento salarial para
todos los trabajadores, un trato decoroso con el personal ya que el
comportamiento de jefes y gerentes dejaba mucho que desear, la entrega de
equipos de trabajo y la adecuación de los horarios a lo estipulado en la
normativa laboral vigente, la estabilidad laboral y una solución para el
transporte de los diferentes turnos.
FRISA
no tenía antecedentes en tener que negociar con un sindicato, por lo que se
resistió a establecer una relación armoniosa con SITRAFRISA que, no
obstante esas dificultades, en febrero de 1993 presentó a la compañía el primer
Proyecto de Pacto Colectivo.
La empresa se negó a mantener conversaciones directas con el
sindicato, por lo que SITRAFRISA acudió al Ministerio de Trabajo donde
sus denuncias no encontraron eco. Las empresas que integran el Grupo PAF
son líderes en su ramo a nivel nacional, por lo que es presumible que haya
ejercido fuertes presiones sobre el organismo público para que éste desatendiera
los reclamos de los obreros.
Recién un año y medio más adelante, en septiembre de 1994, y
después de que SITRAFRISA lograra mantener un contacto directo con el
accionista mayoritario y fundador del Grupo, Domingo Alejandro Moreira,
se inició la negociación del Pacto Colectivo.
Hoy, 16 años después, SITRAFRISA evalúa que, si bien
hubo acuerdo en aquella oportunidad, ninguno de los seis puntos ha sido
debidamente satisfecho, por lo que el sindicato continúa manteniendo su lucha
permanente, atendiendo a no poner en riesgo las fuentes de trabajo ni
transgredir las normas legales del país.
Los niveles salariales, la seguridad y la higiene en el
trabajo son las preocupaciones más acuciantes que SITRAFRISA quiere poner
sobre una mesa de diálogo con la empresa.
Particularmente, procura atender el gran impacto
que están teniendo entre los trabajadores las Lesiones por Esfuerzos Repetitivos
(LER), que comienzan a tener amplitud de epidemia en el frigorífico avícola como
consecuencia de las jornadas extenuantes y el ritmo desenfrenado de trabajo.
El Grupo PAF debería darle coherencia a sus actos con
los valores que dice profesar. En su página web* afirma que “Guardamos la más
alta consideración a nuestros colaboradores, clientes, consumidores,
proveedores, acreedores y a las leyes del país”, y también que “Promovemos una
política de puertas abiertas, que permite a nuestros colaboradores aportar ideas
y compartir a todo nivel”. Esas puertas, ¿son las mismas que se cierran ante el
sindicato?
SITRAFRISA
es uno de los sindicatos fundadores de la Federación Sindical de Trabajadores de
la Alimentación, Agroindustria y Similares de Guatemala (FESTRAS), y como
tal está afiliado a la UITA.
|