Nueva estrategia prometedora
en
la lucha contra la malaria
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Desde que las investigaciones
del Dr. Manuel Patarroyo en los años 80 y 90 llegaron a un
callejón sin salida, no se había vuelto a hablar de un
método eficaz de erradicación de la enfermedad, centrándose
todos los esfuerzos en la prevención como arma principal en
la lucha contra esta enfermedad. Cuando se sabe que el 40%
de la mortalidad debida a la malaria en el mundo ocurre en
niños menores de un año, la prestigiosa revista científica
The Lancet publicaba en octubre los datos del estudio sobre
una nueva vacuna llevado a cabo por el Dr. Pedro Alonso, de
la Universidad de Barcelona (España) según los cuales se
concluye que en niños entre 1 y 5 años se alcanza una
eficacia del 58% en los casos severos, siendo este
porcentaje de éxito mayor cuanto menor es la edad de los
pacientes.
La vacuna protege contra la
infección más que contra la enfermedad, preparando al
sistema inmunológico para luchar contra el esporozoito, el
estado de desarrollo en que se encuentra el parásito cuando
entra en el organismo tras la picadura del mosquito, que se
transforma y reproduce causando así la enfermedad. En el
estudio tomaron parte 2.022 niños, de los cuales en unos
1.600 la vacuna fue capaz de prevenir la manifestación
clínica de malaria durante 6 meses. En unos 400 se estudió
la capacidad de la vacuna para evitar reinfecciones. En el
primer grupo, la vacuna redujo el riesgo de padecer un
episodio de malaria en un 30%, aumentando el número hasta el
58% en el caso de casos graves. El segundo grupo demostró un
45% de eficacia para aumentar el tiempo de protección contra
una primera infección.
"Esta es la primera evidencia de
que es posible el desarrollo de una vacuna que prevenga la
infección y la enfermedad en niños que viven en las áreas
endémicas de África… Creemos que una vacuna contra la
malaria, incluso con una baja eficacia, puede suponer un
gran mejora", afirma Pedro Alonso. Estos resultados se han
producido en una fase preliminar del desarrollo de la
vacuna, que debe ahora ser sometida a estudios de seguridad
y eficacia en niños menores de 12 meses. Aún así, los
resultados son prometedores y despejan las dudas y aclaran
la controversia, extendidas entre la comunidad científica
internacional a raíz del fracaso de otros intentos de
producir una vacuna válida en el pasado. El estudio se
realiza conjuntamente con los laboratorios farmacéuticos
GlaxoSmithKline, donde, afirman, han mantenido la esperanza
durante más de 15 años. Además de la Universidad de
Barcelona y los laboratorios farmacéuticos, han colaborado
la Universidad de Maputo y el gobierno de Mozambique,
comunidades locales y con la financiación parcial de la
Fundación Bill and Melinda Gates.
Sin embargo, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) a través de Alan Schapira,
coordinador de estrategia del programa contra la malaria del
organismo internacional, ha advertido que hay que tomar los
resultados con precaución. "Resulta francamente alentador
pero es necesario esperar a los resultados de ensayos a
mayor escala”, declaró Schapira. A pesar de que el
porcentaje de protección contra la enfermedad es excelente y
podría contribuir al conjunto de estrategias de la agencia
antimalárica de la OMS, aún no se puede dejar de luchar
contra la infección por medio del control del vector (el
mosquito Anopheles), la transmisión a través de la picadura
y con un tratamiento eficaz después del fracaso de las
terapias utilizadas hasta ahora gracias a la resistencia
desarrollada por el parásito. La utilización de una
estrategia combinada es necesaria dado que ninguna de las
aproximaciones, tanto preventivas como de tratamiento, se ha
revelado eficaz al 100%
Arancha Desojo
Agencia de Información
Solidaria
5 de noviembre de 2004
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