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"Mobbing",
un mal en la sombra
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En
Castilla y León el 10 por ciento de los trabajadores activos
sufre acoso laboral en su empleo y la mitad padece
trastornos psicológicos, que más tarde se traducen en
depresiones. Sólo un 20 por ciento de los hostigados da el
paso de denunciar al acosador y pedir ayuda psicológica,
según datos facilitados por los sindicatos de la Comunidad.
En
cuestión de empresas, los trabajadores de la Administración
pública son los que más sufren estas presiones en la región.
En segundo lugar, el llamado "mal del siglo XXI" afecta
también, aunque las denuncias han sido en menor grado, a los
empleados de las empresas privadas. A nivel autonómico CC.OO.
destaca que el 60 por ciento de los casos lo presentan las
mujeres mayores de 40 años y los jóvenes con trabajos
precarios. Según Mariano Sanz, secretario regional de Salud
Laboral de CC.OO., 'las mujeres son más fuertes ante estos
casos. Sin embargo el hombre lo asume como parte de su
trabajo y quizás porque su sueldo suele ser el primero de la
casa y temen ponerlo en peligro'.
El acoso laboral en el trabajo o "mobbing" es un
hostigamiento psicológico que viene derivado de las
condiciones laborales. El término inventado por el psicólogo
Heinz Leyman proviene del estudio de los comportamientos de
trabajadores alemanes. El autor destaca que la razón del
comportamiento es que una persona fuerte llega a atacar
psicológicamente, en la mayoría, a otra que está por debajo
o más débil.
A nivel autonómico
CC.OO. destaca que el 60 por ciento de los casos lo
presentan las mujeres mayores de 40 años y los jóvenes
con trabajos precarios. |
Hace unos días la Audiencia Provincial de Ávila absolvió de
los delitos de maltrato o trato degradante y continuado de
lesiones a tres dirigentes de UGT acusados a finales del año
pasado por la ex trabajadora Pilar Bravo. Según contempló el
fallo judicial, "la presunción de inocencia que asiste
constitucionalmente a los inculpados permanece incólume".
Antimobbing es una asociación con sede en Burgos que se
encarga de casos de acoso laboral en toda la región. Su
secretario, Juan Carlos Vella, asegura que 'muchos casos los
encontramos entre los funcionarios, o en personas que
desarrollan labores sindicales o políticas'. Afirma que 'en
situaciones extremas puede llevar a la víctima al suicidio'.
El "mobbing" se produce cuando alguien que trabaja en el
entorno del acosado, suele ser el jefe, aunque también un
empleado del mismo rango, actúa con el propósito de dañar a
un trabajador en su empleo y con la intención final de que
abandone su oficio o cambie de puesto. Los pasos a seguir
del acosador son primero intentar destruir la autoestima del
trabajador, ya que en un principio éste se siente culpable
de actos que no ha cometido, y no se atreve a comentar con
los de su alrededor las injusticias que pasan. Otro
mecanismo es intentar cortar las redes de comunicación con
el resto de sus compañeros, de modo que se sienta aislado.
El siguiente paso es comenzar a mandarlo o bien tareas
excesivas a las que el trabajador no está acostumbrado, o
desplazarlo de la vida laboral y colocarlo en un puesto de
inferior categoría a la que desempeña.
Humillación e insulto
Otro
comportamiento del acosador es infravalorar a la persona y
criticar todas sus actuaciones y modos de trabajar, de forma
que el empleado se sienta inútil y crea que su trabajo no
vale. En algunos casos se llega al insulto y a la
humillación de la persona delante de sus compañeros para que
todos vean que su manera de trabajar no es válida para la
empresa. El fin que se persigue es que la persona se sienta
descalificada, piense que se merece ese trato vejatorio, ya
que él es el causante de los problemas. Una vez conseguido
ese sentimiento de culpabilidad, se comienza a detectar un
bajón en el rendimiento del empleado hostigado y eso es lo
que muchos acosadores utilizan en contra del trabajador para
conseguir el objetivo final, que abandone su puesto o la
empresa, según los casos.
Los compañeros en ocasiones son testigos de los malos tratos
psicológicos, pero no son de gran ayuda, ya que temen las
represalias que puedan sufrir si ayudan al acosado, por lo
que generalmente ignoran la situación.
Doble personalidad
El perfil del hostigador suele venir determinado por una
doble personalidad. La psicóloga de Ibermutuamur, Rebeca
Martínez, asegura que en muchas ocasiones "el jefe o
compañero que ocasiona el acoso laboral tiene una
personalidad narcisista y se cree imprescindible. Suele
desenvolverse con simpatía para conseguir lo que quiere y
que los demás no vean sus intenciones, pero con el tiempo se
vuelve una persona uraña, cerrada y con un trato difícil.
Envidia todas aquellas cualidades que él no posee y por eso
hace la vida imposible al acosado".
Hasta ahora no hay una ley que regule el "mobbing" como
acoso laboral y la jurisprudencia actual no considera que
deba ser perseguido penalmente, y que los autores del delito
lleguen a ser condenados a prisión. Sólo en la ley de
medidas fiscales 6/2003 se hace alusión a una posible
definición legal en la que lo identifica con la
discriminación de sexo, y la no desigualdad en el trabajo
regulado en el Estatuto de los Trabajadores. Su resolución
sería una indemnización por despido improcedente o por el
procedimiento de tutela de derechos fundamentales.
Terra Actualidad - Vocento/VMT
COMFIA - CCOO
26 de
julio de 2005
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