Entrevista a la Ministra de Salud
La
situación de salud del país |
“Mejorar la salud es una cuestión de vida y protagonismo
social, no un mero desafío técnico”
-¿Qué
diagnóstico de salud hace usted de Bolivia?
-El diagnóstico puede tener dos partes. La que se refiere a
la salud de la población y la que atañe al Sistema de Salud.
Los indicadores de salud de la población sitúan a Bolivia en
el último o penúltimo lugar latinoamericano. El estado de
salud del país es malo, y está definido por las
determinantes sociales y la deficiente capacidad de la red
sanitaria. Durante los últimos años, de modelo económico
neoliberal, el Ministerio de Salud había perdido su rol
rector para terminar atomizándose. No sólo existen varios
sistemas de salud: privado, público y de la medicina
tradicional, sino que cada uno de ellos está fragmentado en
su interior. Igual que el Estado debe recuperar el rol
rector sobre Bolivia, el Ministerio de Salud precisa
recuperar la soberanía sanitaria.
-¿Cuál
es el camino para lograr un Sistema Único de Salud?
-La dificultad fundamental es incorporar la Seguridad Social
a ese Sistema. Unir toda la atención referida a los seguros
de corto plazo a las prestaciones que reciben, por las
aportaciones que hacen, las personas que trabajan y quienes
les emplean. Ahora la estructura de la Seguridad Social
depende formalmente del Ministerio, pero en la realidad
existen unidades descentralizadas que intervienen de manera
casi independiente. El proceso para situar todas esas
unidades bajo la dirección del Ministerio, no sólo en el
organigrama sino en la práctica real, resulta sumamente
difícil porque existen mucho intereses burocráticos y
gremiales que ofrecen resistencia.
-¿Cuál
es el desafío para el Ministerio?
-Lograr un Sistema Único de Salud va a ser una pelea muy
fuerte. El 95 % de la tarea de la Seguridad Social es hacer
exclusivamente asistencia. La apuesta del Ministerio se
refiere no sólo a la atención integral, sino también a la
promoción y prevención en salud. Nuestra idea es ir por
pasos.
-Usted
desea una acción transversal de varios ministerios para
actuar sobre todas las grandes determinantes de salud.
-Sí. La Salud no es sólo cuestión de Equipos Técnicos y de
Hospitales. Los ministerios de Educación, Agricultura,
Vivienda, Servicios Básicos, Desarrollo Económico y Justicia
(del que depende la política de género) deben actuar de
manera coordinada con Salud si queremos alcanzar buenos
resultados.
Seguro de salud y "desnutrición cero"
-Los dos
compromisos estrella que usted ha hecho son la extensión del
seguro universal de salud a todas las personas hasta los 21
años para enero de 2007, y el programa “desnutrición cero”
¿Cómo piensan financiarlos?
-La primera meta es lograr que todo el mundo sea atendido sin
costo en el punto de atención. Queremos fijarnos en 7 líneas
de patologías (tales como la hipertensión o la diabetes) que
son prevenibles en toda edad y, atendiéndolas, podemos
evitar muchas complicaciones. Por razones de equidad
queremos incorporar algunas otras atenciones.
Este esfuerzo pensamos financiarlo con impuestos,
principalmente con los de hidrocarburos, cuyos recursos se
transfieren a las prefecturas. No quitaríamos a la Seguridad
Social ninguna de sus actuales fuentes financieras, pero
vamos a averiguar la relación entre el monto total del gasto
que se hace y la calidad de la atención que se ofrece, cosa
que a nuestra llegada al ministerio no nos la podíamos
explicar. Hasta ahora existe el seguro para menores hasta
los 5 años, y para los mayores de 60 a quienes atienden los
municipios. Nos quedaría todavía una brecha: la atención a
personas de edades comprendidas entre 21 y 60 años.
-Declara
usted la guerra total a la desnutrición ¿Cómo ganar esa
batalla?
-Estamos planteando “desnutrición cero” para niños menores de
5 años, esa es nuestra posibilidad real. En una meta ética.
No sé si la podremos alcanzar, pero no debemos dejar de
plantearla. Entre menores de 5 años tenemos un 26,5% de
desnutridos y, si hablamos de anemias, el porcentaje alcanza
un 40% entre esos menores desnutridos. Es un grupo de edad
frágil y estratégicamente importante, sobre todo el de los 2
primeros años.
El problema es factible de resolver con algunas grandes
acciones que vamos a llevar en coordinación con los
municipios: educación y producción agrícola. Porque nuestra
idea es vincular esa “desnutrición cero” con la seguridad
alimentaria. No queremos donación exterior de alimentos,
sino responsabilidad al interior del país. Estamos apoyando
a los empresarios bolivianos, a veces empresas familiares,
productores de leche, harinas y sal yodada, para garantizar
un buen aporte de micronutrientes. Hemos logrado ya
felizmente formar el Consejo Nacional de Alimentación y
Nutrición, presidido por el Presidente de la República, con
participación de 5 ministerios, municipios, productores,
fabricantes y sindicatos.
-¿Cómo
está la estructura sanitaria? ¿Han calculado la inversión
precisa?
-No, no la hemos calculado. Pero hay que hacer una fuerte
inversión. Sobre todo en el área rural, pero también en la
grandes ciudades, donde faltan segundos o terceros niveles
de atención. Queremos que existan segundos niveles de
atención en el medio rural para que la gente no tenga que
desplazarse y colapse, como sucede ahora, la oferta que hay
en las ciudades.
-¿Cómo
está distribuido el personal sanitario?
-No sólo está distribuido desigualmente, y existen mejores
proporciones en la ciudades que en el campo, sino que además
es insuficiente. Falta personal cualificado.
-El
colegio de médicos dice que hay en Bolivia unos 10.000
médicos en paro.
-No lo sé con exactitud. Pero no creo que haya tantos, porque
hay una fuga de profesionales sanitarios, por razones
económicas.
Medicina tradicional e
interculturalidad
-En un
país de predominio indígena, han planteado ustedes atender a
la diversidad con un viceministerio de interculturalidad y
medicina tradicional ¿cuál es su función?
-Es preciso valorizar, recuperar y articular en el Sistema de
Salud, el conocimiento y la práctica de la Medicina
Tradicional. Hay que ayudar a sistematizarla y hacer que los
sanitarios que procedemos del ámbito académico comprendamos,
asumamos y articulemos ese saber en el Sistema Único de
Salud. No se trata de crear consultorios adosados o
paralelos. Es un proceso difícil y largo, pero estamos
decididos a hacerlo.
-La
herboristería y la farmacopea tradicionales ¿Son un recurso
eficaz y económico?
-Desde luego. Hay que sistematizarlo. Y garantizar, para su
fabricación y distribución, que esos productos estén bien
tratados y elaborados.
Protagonismo social y
cooperación
-El
Ministerio, como todo el gobierno, se esfuerzan por reforzar
al Estado ¿Eso es compatible con la participación popular de
la sociedad civil?
-En la planificación y programas que estamos haciendo
consideramos que la participación es imprescindible, porque
mejorar la salud de la población no es sólo un tema técnico,
sino una cuestión social. No sólo para fiscalizar la gestión
sino para sugerir o rectificar acciones propuestas. El
gobierno busca lograr alianzas con todos los sectores
populares y sociales con dos fines principales: hacer que
toda la población perciba la acción a favor de la salud no
como un asunto técnico, sino como un tema de vida que está
en la agenda de lo importante; y lograr que la gente asuma
la salud como algo suyo propio.
-¿Cómo
valora usted el papel que ha venido cumpliendo la
Cooperación Internacional en Salud? ¿Cuál debe ser ahora su
lugar y la función de las ONGD?
-En el ámbito de lo grande, en la acción bilateral de los
Estados y la de los Organismos Internacionales, la misma
lógica del modelo neoliberal, ha llevado en algunos casos a
formar organismos paralelos al Ministerio. Algunos programas
han terminado teniendo una estructura que ha debilitado al
Ministerio. En el ámbito de lo pequeño, tenemos la sensación
de estar en una tierra de nadie porque no hay un control e
incluso no sabemos cuántas de las Organizaciones No
Gubernamentales inscritas se dedican o no realmente al
ámbito de la salud o a otras tareas.
Existe una duplicación de funciones, y hay casos en que no
rinden cuentas, o incluso podemos llegar a perder parte de
los fondos. Queremos ordenar eso. Necesitamos a las ONGD
pero para que trabajen acordes con las líneas de dirección
que pretende el gobierno.
Javier
Pagola *
5 de julio
de 2006
* Director
de la revista "El Sur" de la ONG Médicus Mundi
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