El acceso de los pacientes a una
combinación de terapias antirretrovirales, está convirtiendo
al VIH/sida en una enfermedad crónica tratable, que ha
logrado hacer frente exitosamente a lo que se avizoraba como
una pandemia, señala una investigación realizada por
especialistas en salud sexual de la Universidad Peruana
Cayetano Heredia.
Sin embargo, la estrategia de
abordaje del VIH/sida adoptada por el Perú ha sido menos
exitosa en evitar el estigma social y la discriminación
contra los portadores de la enfermedad, que persiste en
muchos sectores de la sociedad, añade el estudio.
Carlos Cáceres,
director del Instituto de Estudios en Salud, Sexualidad y
Desarrollo Humano de la Universidad Cayetano Heredia, y uno
de los autores de la investigación, dijo a SEMlac que hacer
frente al estigma y la discriminación de la enfermedad
requiere de marcos conceptuales más amplios y no de enfoques
simplistas.
"El estigma y la discriminación
social no cambian racionalmente porque se diga que están
mal. Hay que tomar en cuenta que el estigma actúa en el
plano de lo simbólico, mientras que la discriminación es una
práctica efectiva de exclusión y ambas tienen que ver con
nociones profundamente enraizadas en las personas", explicó.
Para el especialista, ambos
temas deben ser abordados desde otras perspectivas, apelando
más a lo emocional que a lo racional, "confrontando los
valores irracionales y trabajando lo simbólico".
En su opinión, el descenso en
las tasas de la enfermedad -que actualmente es de unos 1.000
pacientes nuevos al año- es una muestra de que la sociedad
civil participa de la estrategia de mitigación y prevención
del VIH/sida, aunque "no de la mejor manera", siendo todos
los actores de la sociedad civil co-responsables de tal
situación.
"Las organizaciones participan
en la ejecución de proyectos poco innovadores, sin
posibilidad de mayor transformación y, en el proceso, ven un
deterioro de la fortaleza generada por el movimiento. Se
generan dinámicas que dejan poco margen a la participación
creativa, que incorpore respuestas de base y construya
capital social", añadió.
No obstante, el estudio reconoce
que la estrategia usada -una articulación entre el estado y
la sociedad civil-cimentada en los principios de acceso
universal propuestos por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), ha sido exitosa para convertir en una epidemia
'manejable' lo que parecía ser una pandemia a comienzos de
los noventa, con alrededor de 79.000 personas portadoras del
virus del VIH.
Esa estrategia, entre otras
cosas, incluye la entrega gratuita de terapias
antirretrovirales a todos los pacientes registrados en el
padrón nacional, incluso recién nacidos; exámenes rutinarios
a grupos en riesgos como trabajadoras sexuales y hombres que
tienen sexo con hombres, y campañas de detección gratuita
para la población en general. Todas estas acciones están
apoyadas en organizaciones comunales o sociales de cada
lugar.
Según el estudio, "la provisión
de terapias antirretrovirales a quienes la requieren no sólo
representa un paso adelante en la calidad de la respuesta
nacional -con un impacto directo sobre las expectativas de
calidad de vida de las personas afectadas- sino que brinda
nuevas perspectivas de vigilancia y prevención".
Este análisis de la respuesta
peruana frente al VIH-sida ha sido publicado en
Journal
of Acquired Immune Deficiency Síndromes,
prestigiosa revista que sólo publica investigaciones cuyos
resultados hayan sido validados científicamente por un panel
de expertos.
A juicio de los autores, el caso
peruano proporciona lecciones valederas en torno a lo que
significa la ayuda internacional para abordar la enfermedad,
particularmente en el contexto latinoamericano. Debido a sus
altas tasas, el Perú fue uno de los 12 países
seleccionados por el Fondo Global de Lucha contra el sida,
la Tuberculosis y la Malaria para recibir fondos que
ayudaran a crear una nueva estrategia para abordar la
enfermedad.
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