El
tratamiento de este mal y otros derivados de actividades
ocupacionales le cuesta al país alrededor de 5 billones de
pesos al año.
Según
Diego Palacio, ministro de la Protección Social, la mayoría
de estos problemas pueden prevenirse. Con ese fin ayer
presentó una campaña dirigida a empleados, empresarios,
médicos y aseguradores de salud, que busca enseñarles cómo
prevenirlos y tratarlos a tiempo.
Juan
Carlos Llano, director general de Riesgos Profesionales del
Ministerio, explicó que su contenido apunta a enseñarles a
los trabajadores a hacer calentamiento y pausas cuando
desarrollan actividades repetitivas que los predisponen a
padecer esta enfermedad.
Los más
afectados, tanto en Colombia como en el mundo, son
digitadores de computador y empleados de industrias como la
textil, de alimentos y de flores, en las que la realización
de estas labores manuales es indispensable.
Según
Francisco Tafur, de la Dirección General de Riesgos
Profesionales del Ministerio, esta labor repetitiva provoca
la inflamación de las estructuras internas del túnel y la
compresión del nervio mediano. Quienes lo padecen presentan
adormecimiento de los dedos, dolor y pérdida de fuerza de la
mano.