La mega zafra azucarera que se inicia en el país, que superaría en un 10% a la anterior, aún plantea muchos interrogantes y pujas dentro de la actividad azucarera

La mesa de concertación azucarera, que integran representantes de los cañeros e industriales de todo el país, intenta definir la estrategia de comercialización que aplicará para evitar que una sobreoferta del mercado haga derrumbar el precio. Al igual que en las campañas anteriores, se aplicará un sistema de exportaciones obligatorias que repartirá el excedente en cuatro trimestres en los que se sacarán del país el 20% en los tres primeros y el 40% en el último. Hasta ahí, la situación no presenta reparos, pero cuando se habla del volumen que se deberá vender y del monto al que se liquidará, aparecen las diferencias.

Los cañeros vienen levantando presión porque la materia prima se comercializa bajo el sistema de maquila. Es decir que el productor debe recibir aproximadamente un 60% de azúcar de la cantidad que se obtenga al procesar su materia prima. Con la exportación se le retiene un 30% para ese destino y se le abona en plata esa venta, por lo que como socios de ese negocio reclaman participación en las decisiones comerciales y eso abre un frente de conflicto. Los cañicultores incluso quieren que se contemplen mayores pagos en casos de ventas de azúcares crudos. Sostienen que hay un rendimiento de entre el 7% y el 9% más por ese tipo de producción, situación que creen que se debe volcar ese beneficio también hacia los productores, pero que los industriales no están dispuestos a conceder.

También se encuentra en la discusión las diferencia vinculadas con los gastos del manejo de la mercadería que es a granel y la otra que es en bolsas de 50 kilogramos. En cuanto a las deliberaciones de la mesa de concertación, sobre la que se supone que nunca se realizan pero que en la última semana sesionaron en la sede de una de las organizaciones cañeras de Tucumán, se trata de definir la cantidad a la que se elevará el excedente del mercado interno.

En Tucumán, principal región productora del país, las previsiones iniciales señalan que ésta puede llegar a ser la zafra más importante en la historia en materia productiva: según la estación experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) hay disponibles unos 15,2 millones de toneladas de caña (en 2006 se molieron 13,6 millones de toneladas) y, si los rendimientos fabriles promedian el 11,2% (como en 2006), la producción de azúcar este año rondaría las 1.700.000 toneladas. Así las cosas, se superaría en un 13% la producción máxima alcanzada por los ingenios tucumanos de 1.520.000 toneladas, el récord de 2006. En el resto del país las previsiones también marcan incrementos que elevarían en 100.000 toneladas a la de Salta y Jujuy y en unas 20.000 toneladas a las del Litoral.

Con este panorama, los azucareros plantean que la producción nacional superaría en 300.000 toneladas las 2.312.421 de 2006 y si se tiene en cuenta que el mercado interno tiene un crecimiento de 100.000 toneladas (cantidad que contempla un posible aumento de la actividad en la industria alimenticia, pero al que opone una fuerte caída en sus exportaciones), se deberán sacar del país como mínimo unas 700.000 toneladas, ya que los azucareros destinan unas 140.000 toneladas para garantizar el aprovisionamiento del mercado interno en caso de demoras en el inicio de la nueva campaña.

Justamente sobre las demoras, este año el clima complicó el inicio de la campaña en Tucumán, postergando en más de 20 días la estrategia de cosecha planeada, lo que además de agitar nuevamente las dudas en el aprovisionamiento del mercado doméstico, plantea interrogantes sobre si alcanzará el tiempo para procesar toda la caña disponible.

Camponova

31 de mayo de 2007

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