Con Carlos Blackaller
Cañeros contra el Ejecutivo y la OMC |
Un mes y medio
después de publicada la Ley Cañera, el Poder
Ejecutivo pone trabas que postergan su
implementación. A esto se suma un fallo emitido por
la Organización Mundial de Comercio (OMC) que obliga
a la anulación del Impuesto Especial sobre Productos
y Servicios (IEPS) obligando a los pequeños
productores de caña de azúcar a librar una doble
batalla. El diputado y líder de la Unión Nacional de
Cañeros de la Confederación Nacional de Productores
Rurales (CNPR) diálogo con SIREL en los siguientes
términos.
-El pasado 22 de agosto se publicó finalmente la Ley
Cañera por parte del Poder Ejecutivo. Hoy, ya
instalada la nueva legislatura, ¿cómo avanza su
implementación?
-Al día siguiente de su publicación, conforme a las leyes
mexicanas, la Ley entró en vigor. Sin embargo su
publicación fue parte de un acuerdo político que
contemplaba que, una vez publicada, se le
realizarían modificaciones para satisfacer las
expectativas del gobierno federal y que no
lesionaban los intereses de los productores de caña.
Ese proceso de acuerdo político se llevó a cabo tanto por los
cañeros como por los diputados y por el mismo
gobierno federal publicando la Ley, pero se nos
complicó en el Senado de la República donde hubo una
situación de distanciamiento con la Secretaría de
Agricultura que, a través de la Procuraduría General
de la República (PGR), presentó un recurso llamado
“acción de inconstitucionalidad” contra 13 artículos
de la Ley que versan sobre temas distintos a los que
se planteaban en las modificaciones; quiere decir
que, aun y cuando completáramos el acuerdo político
con las modificaciones propuestas que no cumplió el
Senado, la denuncia de la PGR ante la Suprema Corte
de Justicia (SCJ) de la Nación no se anula porque
versan sobre distintos temas.
El pasado miércoles 28 iniciamos la búsqueda de un mecanismo
ágil para lograr la implementación de la Ley, y a la
vez un camino jurídico que nos ayude a efectuarle
alguna modificación para dejar sin materia la
inconstitucionalidad que plantea la PGR. Se
establecieron dos mesas de trabajo, una en el área
jurídica y otra en la parte operativa de
implementación de la Ley. Allí hay representantes de
la Confederación Nacional Campesina (CNC) y de la
CNPR, de los senadores y diputados. Sabemos que la
Ley está bien hecha, que es congruente con lo que
deseamos para un mejor desarrollo de la actividad,
pero no es tranquilizador estar en un proceso en la
SCJ.
-¿Esta situación tiene relación con la intención del
Ejecutivo de vetar la ley y con las trabas
interpuestas por la Secretaría de Agricultura?
-En México tenemos un dicho: “Piensa mal y acertarás”. Ha
sido una trampa urdida para generar molestia en el
Senado para que éste no cumpla el acuerdo político y
así tener fundamentos para justificar la
presentación de la acción de inconstitucionalidad.
Mantenemos la esperanza de que estos meses de
trabajo puedan traernos una buena solución.
-En agosto pasado la OMC emitió un fallo contra la
aplicación del Impuesto Especial sobre Productos y
Servicios (IEPS). ¿Qué daños puede ocasionar a la
economía mexicana y a la agroindustria azucarera la
eliminación de este impuesto?
-La consecuencia sería que la fructuosa sustituiría
nuevamente importantísimos volúmenes de azúcar
mexicano en nuestro mercado, generándonos excedentes
y un gran desorden en el mercado nacional que, poco
a poco, hoy se va consolidando. Por otra parte, nos
obligaría a que esos excedentes deban
comercializarse en el mercado internacional, donde
todos sabemos que los precios son inferiores a los
costos de producción. Sería un daño gravísimo,
porque alrededor de 700 mil toneladas de azúcar no
encontrarían mercado interno, y la pérdida sería de
250 millones de dólares por lo menos.
-¿Cómo van a enfrentar este fallo?
-En teoría nuestro gobierno, que acaba de cambiar al
secretario de Economía, debe enfrentarse apelando el
fallo de la OMC y buscar por todos los mecanismos la
defensa del mercado mexicano del azúcar. Aún no hay
algo concreto, pero los diputados queremos encontrar
algún mecanismo que permita un desarrollo armónico
de ambas industrias con base en la caña mexicana y
el maíz mexicano.
-¿Notas voluntad política del Poder Ejecutivo de
enfrentar este fallo?
-La verdad, lo veo muy tibio. Como mexicano da pena
reconocerlo.
-Y esta inacción por parte del gobierno, ¿cómo la
toman los cañeros y pequeños productores?
-Estamos en una situación donde no paran las tormentas
respecto a toda esta problemática. Por momentos este
tema de la OMC y la fructuosa se nos olvida un
poquito frente al tamaño problema que significaría
que viéramos amenazado el mecanismo de determinación
del precio de la caña, y el de representación de los
productores de caña. La caña de azúcar en nuestro
país genera de forma global 2.000 millones de
dólares al año; no contar con el mecanismo de
determinación de precio interno y equipararlo con el
internacional significaría llevar el precio de la
caña a la mitad, es decir, una pérdida del orden de
los 1.000 millones de dólares. Por su parte, la
aceptación del IEPS y la fructuosa representaría una
pérdida de apenas 250 millones de dólares, una
cuarta parte de lo que es la otra amenaza.
-Por lo que están trabajando a dos frentes...
-Diría que estamos trabajando en tres frentes: en el campo,
produciendo, ese es el bueno, en el frente de la OMC
y en el frente interno en la guerra que tenemos
entre los productores de caña y el Ejecutivo
federal.
©
Rel-UITA
4
de octubre de 2005
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