El
mercado bananero latinoamericano se encuentra agitado. Sumido en una profunda
crisis, originada en una serie de contradicciones y defectos estructurales, el
sector (y con él los trabajadores) se encuentran ante un futuro incierto.
La
buena noticia
El
viernes seis de octubre en un acto público, el Sindicato de Trabajadores
Bananeros de Izabal (SITRABI, afiliado a la UITA) firmó el Pacto Colectivo de
Condiciones de Trabajo con los productores independientes que asumieron el
control de las tres fincas del Distrito de Bobos, ahora bautizadas con los
nombres Lanquin, Zaculeu y Arapahoe. De esta manera se puso fin a 12 meses de
conflicto, el que se originó cuando Bandegua (filial de Del Monte) despidió a
los 900 trabajadores que empleaba en esas fincas. A partir de ese momento se
abrió un período de largas y difíciles negociaciones, con Del Monte por un
lado y con los productores independientes por otro, en el cual la UITA tuvo un
papel protagónico.
En
el acto, hicieron uso de la palabra varios dirigentes sindicales, entre ellos
David Morales (Secretario General de nuestra afiliada FESTRAS) en representación
de la Unión Guatemalteca de Trabajadores (UGT).
A
partir de la firma del Pacto comenzará la reinstalación de los trabajadores
despedidos, proceso que culminará el día 11 de octubre. Queda pendiente el
juicio a los agresores de los dirigentes del SITRABI, quienes al inicio del
conflicto fueron secuestrados por un grupo de hombres armados y obligados a
abandonar el área.
Las
otras noticias
Mientras
Ecuador por un lado y Costa Rica y Colombia (junto con otros aliados) por otro,
mantienen posiciones diferentes e inflexibles, la Unión Europea (UE) comienza a
tratar de definir un sistema de comercio bananero que beneficiará a Ecuador y
perjudicará al resto de los países latinoamericanos.
Por
ejemplo, Costa Rica defiende el sistema de cuota por país para la venta de
banano a la UE y posee el 25,61% de las compras de la UE a Latinoamérica.
Ecuador, primer exportador mundial de la fruta, considera que debe tener una
cuota más alta en ese mercado y superar el 26,17% actual.
En
la semana que se inicia el lunes nueve de octubre, el Consejo de Ministros de
Asuntos Exteriores de la UE, comenzará a examinar la polémica propuesta para
comercializar la fruta en su territorio que dará prioridad a los
embarques que lleguen primero a sus puertos, en
reemplazo del actual sistema de cuotas. Esta modificación, planteada por la UE,
fue rechazada por los principales países productores, argumentando que deprimirá
aún más los precios del banano. Pero la semana anterior, Ecuador se distanció
del resto de los países de la región y apoyó la iniciativa europea sin
reservas.
La
UE se encuentra en un proceso de reforma de su régimen de comercio del banano,
obligada por la resolución de un panel de expertos de la Organización Mundial
del Comercio (OMC). La resolución de la OMC le permite a la UE optar por el
sistema de cuota por país, pero esto solamente se hará efectivo si todos los
exportadores latinoamericanos se ponen de acuerdo. Este objetivo, que antes
contaba con consenso, se alejó debido al cambio de postura de Ecuador.
El
resto de los países productores de banano de la región advirtieron que, de
imponerse la propuesta de la Comisión acudirán a la OMC, entendiendo que la
medida es lesiva para los intereses de todos los productores. Si el caso termina
nuevamente en la OMC y tal como se como se juegan las cosas en ese organismo,
resultará fundamental el apoyo que EE.UU. le está dando a los productores
latinoamericanos, lo cual también contempla, por supuesto, los intereses de las
grandes CTNs estadounidenses del sector.
Si
como se presume, la paz volverá con el mantenimiento del sistema de cuota por
país, será reconociéndole a Ecuador su condición del primer exportador, lo
cual significará un aumento de su cuota en la UE en detrimento de otros países.
A
todo esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) estima que la sobreoferta mundial de banano es de 80
millones de cajas de 18,14 kilos cada una, en la cual nuevamente aparece
involucrado Ecuador, con sus actuales 138.228 hectáreas sembradas.
La
situación por países
La
actual movida en el sector bananero ya está trayendo consecuencias. En momentos
de redactar este informe (09.10.00) la Secretaría Regional Latinoamericana
posee la siguiente información por países.
Colombia
María
Isabel Patiño, presidenta de la Asociación de Bananeros de Colombia (AUGURA)
señaló que la sobreoferta mundial de banano y la competencia entre las
comercializadoras transnacionales llevaron el precio de la caja de 18,42 kilos
de US$ 5,19 en 1998, a US$ 4,97 en 1999.
Por
su parte, la ministra de Comercio Exterior, Marta Lucia Ramírez expresó que
posiblemente a Ecuador el sistema de primer llegado, primer atendido,
le sirva en el futuro inmediato, pero que en el mediano plazo todos los
bananeros, incluido Ecuador, sentirían los efectos negativos por vía de los
precios. Para la ministra, la propuesta de la Comisión tendrá impactos
negativos sobre las economías de los países bananeros, que se reflejarán
inmediatamente en el empleo.
Tanto
Patiño como Ramírez coincidieron en que el clima de tranquilidad que se ha
alcanzado en la otrora violenta zona de Urabá,
puede verse alterado si, por una caída en los precios, se reducen las
plantaciones de la fruta.
En
1999, las exportaciones colombianas de banano sumaron US$ 461,3 millones, de los
cuales un poco más de la mitad se colocó en la UE y poco más de la tercera
parte en el mercado de los EE.UU. Según AUGURA, al finalizar el primer semestre
del año, Colombia exportó banano por un total de US$ 222,1 millones, 13% menos
que en igual período del año pasado; mientras el precio promedio por caja pasó
de US$ 5,69 a US$ 5,49, es decir, un descenso del 3,4%. Las ventas externas de
banano representan el 4% del total de las exportaciones colombianas y el 33,7%
de las agropecuarias.
Honduras
El
seis de octubre el gobierno hondureño denunció ante la OMC la pretensión de
la UE de aplicar un alto arancel al ingreso de su banano a ese mercado. La UE
pretende cobrar US$ 14,24 por cada caja de bananos de 40 libras. Inmediatamente
otros países latinoamericanos se sumaron a la denuncia de Honduras.
Voceros
del gobierno hondureño manifestaron que su país resultaría muy afectado por
esa medida, porque no existiría ningún distribuidor dispuesto a llevar el
banano a la UE.
Costa
Rica
En
la segunda mitad de los 80, el gobierno de Costa Rica estimuló la expansión
bananera con la esperanza que la UE liberalizaría el comercio frutero. Por otra
parte, se estimaba que con la apertura de los países del Este se generaría un
nuevo e importante mercado. Ninguno de los dos pronósticos se cumplieron. La UE
decidió privilegiar a las excolonias de ultramar (Asia, Caribe, Pacífico) y
los países del Este, inmersos en una profunda crisis, carecen del poder
adquisitivo para importar este tipo de productos.
En
Costa Rica la crisis ya se había instalado con la baja en la compra, durante
algunos meses, a los productores independientes por parte de las compañías
Standard Fruit y Banana Development Co. (Bandeco) pero en las últimas semanas
la situación se volvió dramática. Aduciendo la imposibilidad de colocar la
fruta en el mercado internacional, Chiquita Brands anunció a sus productores
independientes que no les comprará fruta durante el último trimestre del año
y se espera que otras transnacionales adopten medidas similares. Las
consecuencias fueron inmediatas, en las plantaciones de productores nacionales
en Sixaloa (en el extremo sureste del país, fronterizo con Panamá) solamente
una finca, Bribri, anunció que tendrá que tirar 10.000 racimos en el correr de
la semana iniciada el nueve de octubre, al mismo tiempo que anunció el despido
de 104 trabajadores. La medida de Chiquita podrá afectar a un total de 14
fincas independientes, que en total tienen en producción 4.027 hectáreas, lo
cual significa que peligra el empleo de unos 7.200 trabajadores.
Por
su parte, los productores independientes no quieren serlo tanto. Luis Umaña,
vicepresidente de la Cámara Nacional de Productores Independientes de Banano
(Anaproban) reclamó por medidas que vayan en dos sentidos: Uno, acudir a
la legislación nacional para que el peso de la crisis se reparta entre los
productores independientes y las compañías comercializadores y no sólo en una
de las partes. El otro, es buscar
mecanismos internos para incrementar el ingreso de los productores nacionales.
Claro que esta última solicitud es imposible de concretar pues ¿cómo elevar
el precio de salida nacional de US$ 5,20 por caja, cuando Ecuador ofrece la
misma caja en US$ 3,oo?
El
banano es el primer producto agrícola de exportación de Costa Rica y durante
el año pasado empleó a 32.700 personas, con el agravante que en tres zonas del
país (Atlántica, margen oriental del río Sirapiquíu y Palmar del Sur) prácticamente
constituye la única fuente de trabajo.
Sobre
este tema, el diario La Nación del 08.10.00 informa que el aviso del inminente
despido masivo de trabajadores en varias fincas y de la necesidad de botar fruta
en los próximos meses, puso en estado de alerta a los productores y al
Gobierno. Al respecto, la viceministra de Comercio Exterior, Anabel González, llamó
la atención de los empresarios y de los trabajadores del sector para que
reconozcan y afronten el cambio en la actividad bananera. Y anunció que el
gobierno no abandonará a los productores (nada
dijo sobre los trabajadores) y acudirá a medidas, que declinó informar,
para ayudarles a paliar la crisis.
De
lo que no se habla
Como
hemos visto, la UE, EE.UU., varios países latinoamericanos, la FAO y la OMC,
andan preocupados por solucionar el problema del mercado del banano. Para ello,
se recurre al sistema de cuotas, o al principio de primer llegado, primer
servido y otras medidas burocráticas por el
estilo. También se menciona el poder de Ecuador en su calidad de primer
exportador mundial de banano. Pero ni una sola voz se ha escuchado denunciando
el hecho que la “ventaja comparativa” de Ecuador es que en las 138.228 hectáreas
en las que se cultiva banano en ese país, decenas de miles de trabajadores y
trabajadoras laboran en condiciones que resultan inaceptables. Ahí hay de todo:
desde trabajo infantil a trabajo forzado (así calificamos la condición del que
se ve obligado a trabajar solamente por la comida) ni hablar de las condiciones
de salud y seguridad y del poder adquisitivo de los salarios.
Claro,
los trabajadores y trabajadoras ecuatorianas del banano no tienen voz ni en la
UE ni en la OMC, ni en su propio país. La UITA está iniciando una campaña
para lograr que la producción de banano en Ecuador se efectúe bajo condiciones
socialmente aceptables. También procuraremos sindicalizar a esos trabajadores y
trabajadoras, con la finalidad que los sin voz, tengan voz.