Las
escaramuzas de la guerra del banano (que ya lleva ocho años) continúan. Las últimas
novedades que vienen del "frente" son las siguientes:
Los
países de Centroamérica y Colombia, a los que ahora se les agrega Venezuela,
están convocando a una reunión ministerial en Panamá para el martes 17 de
octubre, para, según el ministro de Comercio e Industrias de ese país, hacer
un análisis de toda la situación actual en cuanto al pronunciamiento de la Unión
Europea (UE) y darle seguimiento a lo que hasta ahora ha pasado, además de
analizar cuáles serían las actividades futuras, con el objeto de tratar de que
no se adopte de manera formal el sistema "Primero llegado, primero
servido".
El
gran ausente en la reunión es Ecuador, único país exportador que se manifestó
a favor del nuevo sistema. Pese a ello, el gobierno de Colombia es optimista, un
comunicado de prensa del Ministerio de Comercio de ese país expresa que
"Aún
hay tiempo para la formulación de un planteamiento único latinoamericano
frente a la Comisión y no es demasiado tarde para que Ecuador se una a los demás
países".
Los
países exportadores de banano han tomado como un triunfo que el proyecto de la
UE no se adoptara de manera formal por parte de su Consejo de Ministros, dado
que su comunicado, bastante ambiguo, da instrucciones al Comisario de Comercio
para que explore, teniendo como base el "Primero llegado, primero
servido", algunas otras opciones, como el establecimiento de un arancel único
y el contingente arancelario global. Seguramente la reunión del Consejo de
Ministros de la UE, que se celebrará el próximo noviembre, incluirá este tema
en su agenda.
EE.UU.
juega fuerte
Seguramente
lo que más influye para el optimismo de los países latinoamericanos
exportadores de banano, es la posición de rechazo por parte de EE.UU. al
sistema "Primero llegado, primero atendido". La primera potencia
mundial amenazó con endurecer las sanciones sobre los productos europeos que
tienen un valor anual de exportación de US$ 191 millones.
Si
ello ocurre, Gran Bretaña resultaría uno de los países más perjudicados, ya
que uno de los blancos de ataque de EE.UU. a los productos europeos es la
industria textil del cachemir británico. EE.UU. puede aplicar, además, la
recientemente enmienda conocida como "Carrusel", que consiste en rotar
la lista de productos europeos de exportación a los que le asignó un arancel
de 100%, con el fin de castigar a la UE por su violación a las normas de la
OMC.
De
esta forma, EE.UU. se ha convertido en aliado de los países latinoamericanos,
claro que, al mismo tiempo, Washington defiende los intereses de sus empresas
transnacionales del sector. Cuando están por medios los negocios, la política
se mueve más ágilmente. Esa es la razón por la cual, el presidente de EE.UU.,
Bill Clinton y el primer Ministro Británico, Tony Blair, aprovecharon (según
noticias de prensa) la cumbre de los siete países más industrializados (G-7)
para tratar el tema.
Enildo
Iglesias
©
Rel-UITA
16 de octubre de 2000