La
empresa Bocas Fruit, subsidiaria de la transnacional
Chiquita Brands, provocó el alzamiento de los
pobladores de la provincia Bocas del Toro,
al
incrementar los precios de la electricidad que ella
abastece y simultáneamente despedir a once
trabajadores del banano.
Después de cinco días de conflicto y dos de
intensas negociaciones, 800 trabajadores afiliados al
Sindicato de
Trabajadores de las Bocas Fruit Company
(SITRAIBANA)
levantaron el paro que habían iniciado tras conocer el
despido de 11 trabajadores y la sanción de tres días
de suspensión para el representante sindical Fidencio
Abrego. El conflicto se saldó con la restitución de
siete de los despedidos –los demás decidieron cobrar
sus adeudos– y la reducción de la sanción a un solo
día de suspensión, según informó el secretario general
del sindicato, Eusebio Vega.
El paro decidido por los trabajadores bananeros
coincidió con una intensa movilización popular en la
misma provincia de Bocas del Toro, motivada por el
aumento sorpresivo de la tarifa eléctrica, que se
incrementó de 15 a 17 centavos de dólar el kilovatio,
lo que se agrega a cargo fijo de 1,64 dólares por
abonado. La empresa
Bocas Fruit Company, subsidiaria de la
Chiquita Brands,
es al mismo tiempo la propietaria de las plantaciones
en conflicto y de la empresa que distribuye la
electricidad en esa localidad. El aumento de la
electricidad provocó que el Comité Valor y Dignidad,
una asociación civil, llamara a una movilización
general. Centenares de pobladores respondieron al
llamado cortando el puente de Changuinola e
inmovilizando un puerto por el cual se embarca la
mayor parte de la producción de banana de la empresa.
El Comité Valor y Dignidad y el
SITRAIBANA
confluyeron en acciones comunes aunque con objetivos
diferentes y el conflicto obrero se imbricó
sinérgicamente con el social, siendo que, a su vez,
los mismos trabajadores en paro eran al mismo tiempo
usuarios de la electricidad.
En esos mismos días, la Bocas Fruit dio varias
muestras de absurda intolerancia, como rechazar en
varias oportunidades asistir a reuniones de
negociación convocadas por el propio Ministro de
Trabajo, Reynaldo Rivera, que se había desplazado
especialmente a la región para intermediar en el
conflicto. La misma actitud asumió la empresa con la
gobernadora provincial, Esther Mena de Chiu, a quien
le respondió por nota su disposición a suspender el
cobro de la nueva tarifa mientras se desarrollaran las
negociaciones.
Los trabajadores de
SITRAIBANA
habían ocupado provisoriamente el pasado sábado las
oficinas de la Bocas Fruit y fueron acusados por la
patronal de privación de libertad de seis funcionarios
de confianza de la empresa. En la madrugada del día
siguiente dos contenedores cargados con banano tomaron
fuego quemándose completamente.
Finalmente. Los pobladores de Bocas del Toro
preguntan por qué la Bocas Fruit les cobra 15 centavos
de dólar el kilovatio cuando la empresa
Petroterminales, que abastece de electricidad a la
provincia vecina Chiriquí Grande, cobra apenas 11
centavos el kilovatio.
Estos conflictos estallan en un contexto de
profunda crisis de la industria bananera en la región,
afectada por el descenso internacional del precio de
la fruta y la permanente manipulación patronal de las
altas cifras de desempleo local. Según el secretario
general del Ministerio de Trabajo, Edwin Salamin, la
Bocas Fruit prometió moderar sus actitudes, pero pocos
lo han creído.
Carlos Amorín
© Rel-UITA
8 de octubre de 2004
Con información de “El Panamá América”
y “La Prensa”, de Panamá.