El mercado mundial del banano sigue siendo dominado por América Latina. Cinco empresas fruteras comercializan el 70 por ciento de ese mercado y cinco empresas minoristas venden un 20 por ciento de esta fruta al consumidor. Un gran negocio cuyas ganancias, en muchos casos, no han contribuido a mejorar las condiciones laborales y de vida de más de 500 mil trabajadores en 20 países del mundo. Sobre ese tema, Sirel conversó con Alistair Smith, de BananaLink, una activa ONG inglesa fundada en 1996, que procura un comercio bananero justo y sostenible.

 

 

-¿Cuáles son los elementos más importantes que caracterizan el mercado mundial del banano?

-Una primera característica es que de los 97 millones de toneladas métricas (Tm) de banano producidas al año, menos del 16 por ciento (15 millones) es comercializado internacionalmente, pero a un valor de venta al consumidor final que es cuatro veces mayor del valor que reciben los países exportadores.

 

Eso nos indica que por un lado el banano sigue siendo un componente importante de la seguridad alimentaria de los países productores, y por el otro, que la ganancia de este negocio queda fuera de estos países.

 

-¿Cuáles son estos países?

-Un dato interesante es que no necesariamente los grandes países productores son también exportadores. Es el caso de la India y de China, que son los dos primeros países productores de banano (27 y 9 millones Tm al año respectivamente) en el mundo y que prácticamente no exportan.

 

Si decidieran comenzar a hacerlo, el mercado mundial del banano cambiaría radicalmente.

 

En América Latina, región que controla el 80 por ciento del mercado global, Ecuador es el primer productor (7.6 millones Tm) y también el primer país exportador a nivel mundial (4.95 millones Tm).

 

Los principales mercados siguen siendo
Estados Unidos y la Unión Europea.

 

-¿Y en el caso de Guatemala?

-Su mercado es Estados Unidos. En este sentido y ante la grave situación que viven los trabajadores bananeros en el Sur de Guatemala, habría que plantearse seriamente la necesidad de estructurar una estrategia de sensibilización hacia los consumidores norteamericanos.

 

Además, aprovechar por ejemplo, de la queja puesta por organizaciones laborales guatemaltecas y norteamericanas bajo el CAFTA-DR. Sería una buena oportunidad para movilizar a la opinión pública norteamericana.

 

-¿Quiénes controlan el mercado del banano?

-Estamos hablando de cinco empresas fruteras¹ que comercializan el 70 por ciento del mercado y de cinco empresas minoristas² que controlan un 20 por ciento de la venta al consumidor.

 

La mayor parte del valor de la cadena bananera queda en manos de los grandes supermercados, con un 40 por ciento del precio final al consumidor. Sólo entre el 2-3 por ciento queda al trabajador y un 12 por ciento al productor, es decir que solamente el 15 por ciento queda en el país.

 

También hay que señalar que el control de la comercialización se ha diversificado un poco y en los últimos años han aparecido empresas nacionales³, sobre todo colombianas, costarricenses y ecuatorianas, que tienen entre el 2 y el 4 por ciento del mercado cada una.

 

Lamentablemente, estas empresas están siendo señaladas por ser menos sensibles a campañas que asocian sus marcas con malas prácticas laborales.

 

-¿Cuál es la situación de los derechos laborales de los trabajadores bananeros en Guatemala?

-Hay un proceso muy interesante de organización por parte del SITRABI, en la zona de Izabal, pero en la costa Pacífica de Guatemala es un ejemplo de grave violación de derechos laborales y libertades sindicales, donde los trabajadores siquiera ganan el salario mínimo legal y no se pueden organizar sindicalmente.

 

-¿El Foro Mundial Bananero puede ser un instrumento para buscar soluciones concretas a esta situación?

-Es una instancia de diálogo que nos ha costado mucho conformar, y que reúne los diferentes sectores con el objetivo de tratar los verdaderos problemas y buscar soluciones.

 

Esperamos poder lograr resultados concretos.