Sirel dialogó con Ángel Rivero, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Agroindustriales, Campesinos e Indígenas Libres del Ecuador (FENACLE), para conocer la situación de los trabajadores de la finca Los Álamos, propiedad de la Corporación de Álvaro Noboa.

 

-¿Cuál es la problemática que están enfrentando en Los Álamos?

-El principal problema es el despido antisindical de 17 trabajadores. El pasado 19 de abril los compañeros de la finca Los Álamos, finalmente y luego de mucho tiempo, lograron formar el Sindicato de Trabajadores de Industrial Bananera Noboa – Los Álamos.

 

A partir de este momento, la empresa despidió a la dirigencia sindical y a 8 compañeros miembros de la base y comenzó una campaña de hostigamiento y amenazas que consiste en obligar a los trabajadores que quedaron a firmar un documento renunciando a la organización sindical.

 

-¿Cuántos trabajadores están afiliados al nuevo Sindicato?

-Comenzamos organizando a 104 trabajadores de un total de 1.200, esta vez de forma más cuidadosa teniendo en cuenta la historia antisindical de esta Corporación. Inmediatamente después que presentamos la documentación para el registro del Sindicato, se producen los despidos.

 

A pesar de la persecución sindical los trabajadores se mantienen firmes, logramos una contraofensiva de firmas, con 600 adhesiones a la nueva organización sindical, que depende todavía del Ministerio de Trabajo y Relaciones Laborales para obtener su personería jurídica.

 

-¿Qué acciones realizaron ante esta ofensiva de la empresa?

-Actualmente estamos luchando para reincorporar a estos compañeros en todos los frentes a los que tenemos acceso.

 

Hemos realizado la denuncia ante los organismos competentes y estamos organizando asambleas informativas en la finca para evitar que los compañeros decaigan.

 

Por otra parte en relación a la personería jurídica del Sindicato, mantuve recientemente una reunión con el ministro de Trabajo y Relaciones Laborales, Richard Espinosa Guzmán, para denunciar el accionar antisindical de la empresa, solicitando una inspección de esa cartera en la finca y de esta manera adelantar el registro legal del Sindicato, ya que sería la única forma de frenar el hostigamiento y la persecución.

 

Sin embargo no podemos ser ajenos al gran poder que detenta aún esta Corporación y el apellido Noboa en Ecuador. Aún quedan vestigios de compromiso y temor por parte de muchos funcionarios y autoridades cuando es mencionado el nombre Álvaro Noboa.

 

De todas formas continuaremos trabajando junto a los compañeros para afianzar al Sindicato y de esta forma profundizar las medidas de lucha.

 

Contamos con la solidaridad internacional para enfrentar nuevamente a la Corporación Noboa, y que sean respetados los derechos de los trabajadores a organizarse con el fin lograr mejorar sus condiciones laborales y salariales.