El gobierno
dice que no cuenta con recursos para resolver
la situación
de los damnificados
A fines de diciembre del pasado año la región de Urabá fue
afectada por grandes inundaciones que dejaron un saldo de más de 35.000
personas damnificadas, entre las que se encuentran muchos pequeños
productores de plátano.
En ese entonces el gobierno de Juan Manuel Santos
delegó en la figura de los ministros de Agricultura y de Transportes, la
ayuda que pudieran necesitar los afectados.
La semana pasada, finalmente dirigentes sindicales de la
Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia (UNAC), de la Central
Unitaria de Trabajadores (CUT) y del
Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (SINTRAINAGRO),
se reunieron con el
ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo
quien recibió la información que los dirigentes sindicales le presentaron
pero no se comprometió a dar solución a la dramática situación que están
viviendo pequeños productores de plátano de la Región de Urabá.
El ministro Restrepo, no se comprometió en nada, quedó
en que su cartera iba a estudiar el caso, que formarían una Comisión de
Verificación de lo que está sucediendo en la zona, pero hay pocas
expectativas desde el movimiento sindical en relación a la ayuda que pueda
brindar el gobierno, porque este gobierno apoya a los grandes productores no
a los pequeños.
Junto a los compañeros Luis Alejandro Pedraza y
Tarsicio Mora, representantes de la UNAC y la CUT
respectivamente, SINTRAINAGRO presentó toda la información de la
situación que se está viviendo en la región, los miles de productores que
han perdido sus parcelas y sus viviendas, para ver qué política de
reubicación de los pequeños productores aplicará el gobierno y cómo se
instrumentará la reconstrucción de la región, pero no logramos obtener una
respuesta positiva por parte del representante de gobierno.
En una primera instancia se está denunciando públicamente la
omisión de auxilio del gobierno, los productores afectados continúan
alojados en albergues y colegios de la región y su situación es
verdaderamente dramática porque han perdido todo. Son más de 1.000 familias
que están pasando hambre en este momento.
Por otra parte las vías de acceso a la región fueron
completamente destruidas con las inundaciones por lo que aun los campesinos
que recuperaron sus parcelas, no podrán sacar la producción debido al estado
de las rutas, no tienen como salir.
En relación a esto, la respuesta del Ministerio de Transporte
al pedido que realizó el SINTAINAGRO, solicitando la reparación de
las carreteras, fue que no cuentan con recursos para reparar las vías, en un
claro acto de descrédito hacia los pequeños productores agrícolas.
La situación es muy grave. Los trabajadores bananeros de la
región de Urabá solo cuentan con la solidaridad del movimiento sindical
internacional para presionar a que el gobierno de Colombia brinde una
solución a estos productores y junto a la UNAC, la UITA y a la CUT
analizaremos los próximos pasos a seguir.