La Policía
Nacional de Panamá desalojó violentamente hoy, sábado,
a cientos de trabajadores bananeros en huelga que
bloqueaban la entrada a unas fincas en el oeste del
país.
En los incidentes, ocurridos en Divalá, provincia de
Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, cuatro obreros
fueron detenidos y un policía resultó lesionado,
dijeron el dirigente sindical Paulino Cedeño y el jefe
de la Policía, Carlos Barés, a la radio RPC de la
capital panameña.
Los policías utilizaron gases lacrimógenos y actuaron
"salvajemente", denunció Cedeño, secretario general
del Sindicato Industrial de los Trabajadores de las
Bananeras Independientes de Chiriquí (SITRABICH).
"No respetaron a las mujeres ni a los niños", dijo el
dirigente, quien denunció que cuatro de sus compañeros
fueron detenidos.
El jefe de la Policía Nacional, quien supervisó la
operación, confirmó la detención de los sindicalistas,
pero dijo que "ya se están poniendo en libertad", y
que un agente resultó lesionado con un objeto
contundente.
Barés adujo que el desalojo se ejecutó para permitir
la libre circulación de personas y la salida de banano
por las vías que los huelguistas bloqueaban desde el
pasado jueves, cuando iniciaron el paro en demanda del
pago de beneficios económicos.
Agregó que el conflicto es "al interior de las
fincas", por lo que los obreros "tienen que resolver
el problema con el patrono, pero las vías se tienen
que mantener abiertas para el tránsito".
Los huelguistas, unos 600 según Cedeño, reclaman
800.000 dólares en salarios caídos, indemnizaciones y
otros pagos derivados de un acuerdo entre el Gobierno
y empresas bananeras independientes para que éstas
superaran una crisis económica en el año 2000.
Según los trabajadores, el Gobierno, que otorgó un
préstamo de 8,5 millones de dólares a 14 bananeras,
debe entregarles el dinero pendiente, que representa
el último tramo, de 25 por ciento, de sus beneficios,
pues fueron despedidos y re-contratados.
Pero el Gobierno panameño arguye que las cuatro
empresas paralizadas por la huelga están retrasadas en
el pago de unos 276.000 dólares en capital e intereses
del préstamo.
Cedeño dijo que "esperaba que el Gobierno fuera más
serio", porque el acuerdo no establece condiciones
para los beneficios de los obreros.
El desalojo se produjo un día después de que la
presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, advirtió de que
el Gobierno tomaría medidas porque los trabajadores
"no pueden cerrar la vía".
Medio centenar de contenedores de banano no han sido
exportados a causa de la huelga, según la prensa
local.
Cedeño comentó que Moscoso dijo que el conflicto "es
político", pero "aquí lo que hay es un problema de
hambre, de miseria".
EFE
5 de
abril de 2004