AmBev
¿Fin
de la verde-amarela?
El pasado tres de marzo se consumó la
«unión» entre la brasileña AmBev y la belga
Interbrew, dando nacimiento a la mayor empresa
cervecera del mundo en volumen de producción, pues en
términos de beneficios la estadounidense Anheuser-Busch
mantiene el primer lugar.
De sus fábricas saldrán cada año 190
millones de hectolitros y las 250 marcas de ambas
empresas serán vendidas en más de 150 países,
ostentando en 20 de ellos el primer o segundo puesto
en el ranking de ventas. El negocio, producto de una
compleja e inédita ingeniería financiera, significó un
intercambio de acciones por un valor de 11.000
millones de dólares. Juntas,
ambas compañías emplean cerca de 70.000 personas.
El acuerdo establece que Interbrew
asumirá una participación mayoritaria en el control de
AmBev equivalente a 53 por ciento de las
acciones ordinarias con derecho a voto. Este
porcentaje podría subir hasta 85 por ciento del
capital ordinario, a través de una oferta pública que
será realizada a los accionistas minoritarios de
AmBev. También establece que por los próximos 20
años, los brasileños tienen derecho a indicar cuatro
miembros del consejo de administración de la
provisoriamente hoy llamada InterBev. El mismo número
de miembros será indicado por las tres familias belgas
(De Spoelberch, De Mevius y De Van Damme) propietarias
de Interbrew y otros seis puestos están
destinados a consejeros independientes.
El acuerdo levantó muchas controversias
en Brasil y en otros países. La gran pregunta es: ¿se
trata de una alianza entre iguales o de una
adquisición? Para The Wall Street Journal y el
Financial Times, la transacción es una
adquisición disfrazada. Por su parte, Victorio De
Marchi (copresidente de AmBev) eludió la
polémica afirmando que “lo que importa es el
acuerdo de accionistas firmado entre los brasileños y
los belgas”. Sea como sea, el negocio no cayó bien
en el mercado brasileño. Cuando se anunció la alianza,
las acciones preferenciales de AmBev cayeron 15
por ciento, tres por ciento al día siguiente y cuatro
por ciento el viernes 5.
Resulta significativo que ambas
compañías tengan sus razones para esconder una acción
de compra-venta detrás de una supuesta alianza.
Interbrew se ganó a lo largo de los últimos años
la imagen de equivocarse demasiado a la hora de cerrar
negocios, por ejemplo, hace un año y medio adquirió la
alemana Beck por un precio considerado
excesivo. De ahí su interés en que el negocio aparezca
ante sus accionistas como una alianza y no como una
adquisición. Por el lado de AmBev, cuando fue
creada en 1999 mediante la fusión de Brahma y
Antarctica, el argumento utilizado fue el de construir
una «multinacional verde-amarela» para
enfrentar la globalización. El concepto de
multinacional verde-amarela llegó a utilizarse en
anuncios publicitarios ampliamente divulgados. Como en
el mundo de los negocios nadie duerme, inmediatamente
de anunciada la alianza AmBev-Interbrew,
la brasileña Schincariol estampó en el envase
de su cerveza Schin el logotipo «100% Brasil».
A esta altura, lo que queda claro es
que los grandes beneficiarios del negocio son Jorge
Paulo Lemann, Carlos Alberto Sicupira y Marcel Telles,
que juntos poseen el 52,5 por ciento de las acciones
de AmBev y los únicos accionistas brasileños
presentes en las negociaciones con Interbrew.
Los tres tendrán 44 por ciento del capital de InterBev
e integrarán su consejo de administración. También
está claro que el consumidor brasileño en nada se
beneficiará con la nueva alianza, en el mejor de los
casos, una minoría podrá optar por la marca Stella
Artois y todavía se ignora si las marcas de
Interbrew se importarán o serán producidas en
Brasil.
Por otro lado, una de las grandes dudas
es si con esta alianza, AmBev modificará la
cuestionable política de relaciones laborales que
hasta ahora la caracteriza.
InterBev
El reparto y
los números
AmBev
absorberá todos los activos de Interbrew en las
Américas, comprendiendo la cervecera canadiense
Labatt (capta 40 por ciento de ese mercado) que
además controla Labatt Estados Unidos, 30 por
ciento de la cervecera mexicana Femsa (la
concesión de Coca-Cola que posee Femsa es
independiente de la cervecería) y Cuba. El total de
estos activos fueron evaluados en 7.300 millones de
dólares. AmBev tendrá ahora dos presidentes
ejecutivos, uno para América del Norte y otro para
América del Sur.
Por su parte Interbrew
responderá por Europa y Asia y las pequeñas
participaciones en África y Oceanía. Con este reparto,
el área que queda bajo la responsabilidad de los
brasileños será la mayor, con una producción estimada
en 105 millones de hectolitros anuales. Por su parte,
la región bajo control de los belgas tendrá una
producción estimada de 85 millones de hectolitros.
La brasileña Brahma, la belga
Stella Artois y la alemana Beck, se
convertirán en marcas globales. La nueva compañía
captará 14 por ciento del mercado mundial, con ventas
estimadas en 12.000 millones de dólares (cifra
equivalente al PBI de Uruguay) y ganancias netas
superiores a los 1.000 millones de dólares.
Desde su creación, AmBev lleva
invertidos 700 millones de dólares en su política de
expansión por América del Sur y Central. Una de sus
últimas inversiones -36 millones de dólares- fue para
adquirir el 80 por ciento de Cervecería Suramericana
de Ecuador. Además, la compañía informó que comenzará
a operar en Nicaragua durante el segundo semestre del
año, mientras se encuentra analizando la posibilidad
de instalar una cervecería en Costa Rica.
Por su parte, desde 1995 Interbrew
lleva invertidos más de 13.500 millones de dólares en
42 adquisiciones y joint-ventures en 22 países. En los
últimos nueve meses cerró acuerdos para comprar, total
o parcialmente, cervecerías en Alemania, China, Rusia
y Servia.
Quilmes
Un viejo
amor
La asociación de Interbrew con
AmBev, sumada a la existente entre esta y la
argentina Quilmes, traerá un sabor amargo para
la familia Bember, copropietaria de Quilmes.
Corría el año 1996 cuando la familia Bemberg, en
virtud de las facilidades financieras que en esa época
disponía, hizo una oferta hostil para adquirir la
canadiense John Labatt, mediante la cual aspiraba
ubicarse entre las primeras 10 empresas cerveceras del
mundo. Pero Labatt resistió la OPA y terminó siendo
adquirida por Interbrew en 2.000 millones de dólares.
Ahora, a través de la alianza con
AmBev -poseedora del 38 por ciento de la compañía
argentina desde mediados de 2002- Interbrew
pasa de antiguo competidor a accionista de Quilmes.
El contrato de AmBev con Quilmes
contiene una cláusula con la opción de comprar a los
Bemberg el resto de las acciones en los próximos cinco
años.
Schincariol
crece en
Brasil
El grupo
brasileño Schincariol
inició la construcción de una nueva cervecería en
Igrejinha, Rio Grande do Sul. La planta -con capacidad
para elaborar 150 millones de litros de cerveza y 50
millones de agua, jugos y refrescos al año- significa
una inversión que ronda los 5,5 millones de dólares y
comenzará a producir a finales del año en curso.
Por su ubicación geográfica, la nueva
fábrica no solamente abastecerá el sur de Brasil
(ahora lo hace desde São Paulo) ya que la compañía
espera exportar desde ahí sus productos a Argentina,
Chile, Paraguay y Uruguay. La nueva unidad será la
séptima de la compañía, que ya cuenta con plantas en
São Paulo, Bahia, Rio de Janeiro, Goiás, Maranhão y
Pernambuco.
Cervecería Centroamericana
Con la
mira puesta en Nicaragua
La guatemalteca Cervecería
Centroamericana amplió su participación en el
Consorcio Cervecero Centroamericano (COCECA)
que controla el mercado de esa bebida en Nicaragua. Al
adquirir 16,5 por ciento de las acciones de COCECA
la participación guatemalteca llega ahora a 49,5 por
ciento. Este porcentaje es igual al que posee la
cervecera costarricense Florida, Ice & Farm, en la
cual es accionista la holandesa Heineken.
Todo indica que con esta inversión,
Cervecería Centroamericana pretende fortalecer su
posición en el mercado nicaragüense antes de la
llegada de Cervecería Río, producto de la unión entre
la guatemalteca Cabcorp (La Mariposa/Pepsi-Cola) y
AmBev.
Bavaria
El grupo
también se mueve
La colombiana Bavaria adquirió,
por una cifra no revelada, 49 por ciento de
Embotelladora Centroamericana S.A. (ECSA) productor de
Pepsi-Cola en Costa Rica. El grupo ECSA está
integrado por las sociedades Aguas de Centroamérica
S.A., Distribuidora Centroamericana de Bebidas S.A.,
Mar y Plata S.A. y Distribuidora Americana de Bebidas
S.A.
Como mencionamos anteriormente,
AmBev tiene interés de operar en Costa Rica y dada
su sociedad con Cabcorp parecería que el socio natural
en este país era ECSA. Incluso algunos voceros de
AmBev reconocieron haber mantenido conversaciones
con ECSA y que un borrador de acuerdo estaba casi
listo, cuando apareció Bavaria con una oferta
mayor.
Con esa acción, en alguna medida
Bavaria respondió al ingreso de AmBev en el
mercado cervecero de Ecuador, donde posee 72,5 por
ciento de las acciones de la Compañía de Cervezas
Nacionales (CCN) que capta 90 por ciento
del mercado. Como señalamos anteriormente, el pasado
diciembre, AmBev se hizo con el 80 por ciento
de la ecuatoriana Cervecería Suramericana.
Cervecerías Unidas (CCU)
Inversiones en Argentina
La Compañía Industrial Cervecera
realizará una inversión de 4,5 millones de dólares en
la ciudad de Salta. El pasado año produjo 450.000
hectolitros y con las mejoras proyectadas incrementará
su capacidad en un 80 por ciento, con la incorporación
de 16 tanques fermentadores cilíndricos cónicos de 20
metros de alto y cuatro de diámetro que permitirán
fermentar hasta 150.000 litros de cerveza de alta
calidad que reemplazarán a los 80 actuales.
CCU
de Chile está detrás del proyecto, la filial argentina
del argentina del grupo chileno Luksic, que
está asociada con la norteamericana Anheuser Busch
(Budweiser) y la holandesa Heineken. En
el mercado local, el grupo produce y comercializa las
cervezas Budweiser, Heineken, Salta,
Santa Fe, Schneider, Córdoba, Río Segundo y Rosario,
con una participación de mercado del 14,5%. La
inversión en la planta salteña, que elabora las líneas
Salta, Schneider y Río Segundo, le permitirá a la
empresa comenzar a envasar otras marcas.
Compañías
de
nacional nada
Finalmente, parece claro que en el
negocio cervecero los términos «nacional»,
«suramericana» y «centroamericana» forman parte de la
propaganda y realmente nada significan.
17 de marzo de 2004