Alguien está
investigando que posibilidades tendría un sistema de distribución de
bajo costo, con posibles compras por Internet o teléfono y pagos a
través de la misma Web o depósitos bancarios.
Un pequeño
ejército de jóvenes bien vestidos está recorriendo las principales
ciudades de México visitando a los propietarios de las pequeñas
tiendas de barrio. Son trabajadores contratados por
Global
Research, una empresa dedicada
a la investigación de mercado, que están desarrollando una encuesta de
alcance nacional en el canal de ventas tradicional (la pequeña tiendita
de barrio) destinada a medir el pulso de los comerciantes con relación a
la venta de cerveza.
“Estamos
trabajando para la industria cervecera, quien nos contrató quiere
conocer el nivel de servicio que están proporcionando los fabricantes de
cerveza”, señala la carta de
presentación de los encuestadores que entran en cada tienda por pequeña
que sea. Trabajan con un cuestionario bastante amplio que insume más de
30 minutos responder, en el mismo se destaca el interés por saber si los
comerciantes estarían interesados en realizar sus compras a través de
Internet o telefónicamente. También sobresalen las preguntas sobre si el
Grupo Modelo
ofrece créditos a los detallistas de cerveza, el pago del producto a
través de transferencias bancarias por Internet o depósitos bancarios.
Esto, entre otro gran número de preguntas sobre la relación comercial de
los minoristas con los proveedores de la bebida.
Todo parece
indicar que alguien -seguramente una transnacional que actualmente no
opera en México- está buscando crear un sistema de distribución a
bajo costo. El mercado cervecero en México está formado por el
duopolio Grupo Modelo
y FEMSA
Cerveza, cuyas ventas anuales se
encuentran en el entorno de los 5.500 millones de dólares. El consumo de
cerveza se basa en la producción nacional con marcas como Corona
Extra de Grupo Modelo
o Sol de FEMSA
Cerveza, mientras que las
cervezas importadas captan menos del 5 por ciento de las
ventas.
El mercado
es tan atractivo que no es de extrañarse que haya despertado el interés
de alguna cervecera transnacional.
Los posibles
jugadores
La belga-brasileña
InBev,
que conoce muy bien el mercado local y la anglo-sudafricana
SabMiller,
las dos mayores cerveceras del mundo, mantienen sus ojos puestos en el
mercado mexicano. Antes de la creación de InBev como la mayor
productora de cerveza en el mundo, que surgió en 2004 con la fusión de
la belga Interbrew
y la brasileña AmBev,
la primera poseía el 30 por ciento de las acciones de
FEMSA Cerveza,
que ese mismo año la mexicana recompró desembolsando 1.245 millones de
dólares. Por su parte SabMiller
también tiene a México en la mira desde hace varios años y ante
las barreras que dificultaban su entrada al mercado local por parte de
Modelo
y FEMSA
Cerveza, en 2003 denunció a las
mexicanas ante el ente antimonopolios. La investigación finalizó el año
pasado con multas para ambas cerveceras.
Algunos también
pensaron en la peruana Aje Group,
el productor y comercializador de Big Cola, que anunció
que produciría una cerveza con la marca Big Chela en México,
aunque luego desistió al encontrar las mismas dificultades que
SabMiller.
“El proyecto de Big Chela se pospuso en México, por el momento no hay
planes (…). En Perú tenemos una mayor demanda de lo que producimos”,
manifestó a la prensa el vocero de Aje
Group
en México, Alfredo Paredes.
Por su parte,
Global Research
hizo el estudio para la filial en México de
PepsiCo,
Pepsi-Cola Mexicana, el principal rival comercial de
Coca Cola
en el mundo. Pepsi Cola
tiene en la cervecera InBev
un importante socio, desde el
momento que en Sudamérica embotella y comercializa sus productos. Las
hostilidades comerciales entre FEMSA,
que produce y comercializa las marcas de
Coca Cola, con
InBev se
incrementaron a partir de 2006 cuando la mexicana adquirió la brasileña
Kaiser. A raíz de esa adquisición, algunos analistas han
comentado el potencial interés de InBev
por entrar al mercado mexicano. Incluso el año pasado, en un reporte del
grupo financiero estadounidense Citigroup,
se reiteró el interés de la belga que, entre otras produce las marcas
Brahma y Quilmes, por entrar al mercado azteca.
Tampoco debemos
olvidar la fusión de las operaciones en Estados Unidos entre
SABMiller
y la canadiense Molson Coors.
Con ello están creando la segunda mayor cervecera de la Unión Americana
con una participación de mercado del 30 por ciento, presentando batalla
al líder Anheuser-Busch
-propietario del 50 por ciento de Grupo
Modelo- que controla la mitad del
consumo de cerveza en ese país.
Así las cosas,
directivos de Grupo Modelo
admiten haber contratado a Global Research
para algunas investigaciones de mercado, pero que por el momento no
tienen ningún proyecto con esa compañía. Por su parte, los directivos de
FEMSA
Cerveza se negaron a formular
comentarios, señalando que cualquier información sobre el mercado es
confidencial. Finalmente, los directivos de
Global Research manifestaron
que la empresa se abstiene de hablar con los medios de comunicación.
¿Pero cual es el
interés de los trabajadores frente a esta movida empresarial? Parece
claro que, más allá de quien se encuentre detrás de la encuesta, el
resultado final será un sistema de distribución más económico -para las
empresas- que el actual. Las modificaciones experimentadas en los
últimos años dentro del sector distribución y ventas
(repartidores-vendedores sin relación de dependencia, sistema de
preventa, etc.) han servido, fundamentalmente, para precarizar el
trabajo en beneficio de las empresas. Ahora estos puestos de trabajo
están en peligro, lo cual amenaza con transformar a la industria de las
bebidas en una actividad con cada vez menos trabajadores. El nuevo
sistema, sea quien sea que comience a aplicarlo en México, luego
será adoptado por las demás empresas y más temprano que tarde se
extenderá al resto de los países. Estamos avisados y debemos permanecer
atentos.
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