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Junta Nacional del Café
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Productores demandan incorporar en plan Anticrisis
fondos para renovar plantaciones. Estiman para el
2009 una menor cosecha del 16% en comparación con
el 2008.
Las exportaciones peruanas de café repetirán el 2009
la tradicional contracción de sus embarques, debido
a la bianualidad de cosechas bajas, en la medida que
el 70% de los cafetales superan los 20 años de
explotación y registran bajísimos rendimientos, que
ponen en riesgo el futuro cafetalero peruano, de no
adoptarse medidas gubernamentales audaces para
mejorar la competitividad de la oferta peruana.
La Junta Nacional
del Café, luego de una evaluación de campo por parte
de los técnicos de las cooperativas en todas las
regiones cafetaleras, estima una cosecha de
4.565.000 quintales1
(210.000 TM2)
para el presente año, contra 5.450.000 quintales
(251.000 TM) del 2008, reportando una posible caída
del 16 por ciento en la producción.
César Rivas Peña,
presidente de la Junta Nacional del Café, refirió
que la bianualidad afectará las zonas cafetaleras
de Puno, Cuzco, Ayacucho y Selva Central, pero que
de alguna manera es amortiguada por las pequeñas
inversiones de los productores que aplicaron
fertilizantes a pesar de los altos precios.
“Disminuirán los ingresos en unas 80 mil familias
cafetaleras, además de enfrentar sobre costos por el
encarecimiento de insumos y mano de obra para la
cosecha”, acotó el dirigente cafetalero.
Dijo que le llamaba la atención que sólo se adopten
medidas anticrisis para las grandes empresas, sin
considerar para nada a la agricultura familiar. “Se
subsidia la ‘siembra de cemento’ a razón de 3.500
dólares por vivienda, mientras que al agro, en
crisis crónica, ni migajas para mantenerse en el
campo generando empleo, insumos para la industria,
alimentos para el pueblo y divisas para el erario
nacional”, precisó.
Oportunidad desperdiciada
Señaló que la JNC viene advirtiendo al
gobierno del riesgo de perder los mejores mercados
del café ganados con esfuerzo, a consecuencia de la
baja productividad en el 70 por ciento de las
plantaciones, cuya edad de explotación ha excedido
con creces. “Sencillamente, renovamos nuestros
cafetales, o matamos a la mayor agroindustria de
exportación”, enfatizó Rivas Peña.
Explicó que su gremio ha propuesto renovar 100 mil
hectáreas de café en 4 años, a fin de incrementar la
producción y calidad del café en el 39 por ciento de
las plantaciones viejas (259.000), requiriéndose un
fondo especial a ser canalizado como crédito a los
productores organizados, y pagado en varios años,
con interés promocional. “No es regalo, como otorga
el gobierno a grupos económicos, sino crédito a los
pobres, a ser pagado con la mayor cosecha”, indicó
“Nos hemos reunido muchas veces con funcionarios del
Ministerio de Agricultura, pero ellos nos ofrecen
módulos experimentales con productos financieros que
ya descartamos, por caros y exigencias de garantía
no atendibles por carecer de títulos de propiedad.
La salida es un fondo especial generado con
recursos anticrisis, como se otorga para renovar
autos que usen combustión limpia”, agregó.
El café generó divisas por 643 millones de dólares
en el 2008, cifra récord alentada por altos precios
en el mercado internacional y por la mejora
constante de la calidad del grano. Precisó Rivas
que Perú cuenta con 120 mil hectáreas de
cafés especiales certificados, equivalente al 32 por
ciento del área cafetalera, con potencial de otorgar
valor agregado al 70 por ciento de la producción del
café peruano.
“Actualmente hay escasez de cafés finos en el
mercado internacional, cuya demanda deberíamos haber
atendido. Estamos perdiendo una excelente
oportunidad para incrementar nuestras exportaciones,
pero la desidia del gobierno juega contra los
cafetaleros”, acotó.
El área cafetalera se estima en 370 mil hectáreas,
cultivada por 160 mil familias radicadas en 338
distritos y 64 provincias, la mayoría de ellas
calificadas como zonas de pobreza y pobreza extrema.
Junta Nacional del Café
2 de febrero de 2009