Montevideo,

29 de noviembre de 2001.

Sr. Presidente de la República

Dr. Jorge Batlle

P r e s e n t e

Sr. Presidente:

Los trabajadores de Salto y en particular los asalariados de la naranja, agremiados en el Sindicato Único de Obreros Rurales y Agroindustriales (SUDORA), llegamos a Montevideo para profundizar la lucha en defensa de nuestros legítimos e irrenunciables derechos.

Mientras las principales empresas citrícolas exportan y obtienen millonarias ganancias, los asalariados rurales de las quintas, cosecheros y obreras del packing, trabajamos en condiciones deplorables y ganamos salarios que oscilan entre los 1,200 y 1,300 pesos por mes¹. Con tales ingresos, como podrá imaginar, debemos hacer tremendos malabares con el propósito de parar la olla en nuestras casas.

Hay más de cinco mil obreros que giran entorno a la naranja, pero una gran mayoría

- aunque se les descuenta sus respectivos aportes - no existen para el Banco del Previsión Social, ni para el Banco de Seguros del Estado. A muchos trabajadores no se les entrega recibo de sueldo y, aunque los domingos se paga tiempo y medio, no se realiza el aporte correspondiente.

Asimismo, hay trabajadores a los cuales se le cobra 15 pesos por trasladarlos a las quintas, mientras la gran mayoría viaja como el ganado en camiones, arriesgando su vida, junto con las herramientas y la fruta. Y a esta situación de precariedad y riesgo permanente, debemos informar que continúan lloviendo sobre nosotros, las criminales fumigaciones con agrotóxicos, que impactan negativamente nuestra salud y la de nuestras familias, como ya lo denunciáramos en el año 1998, junto a la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura (UITA).

La dureza del trabajo deteriora al organismo en plazos breves, los accidentes son comunes y quienes no trabajan no cobran y quienes no cobran no comen. En las chacras no existe ni un botiquín de primeros auxilios y no se permite que actúe un delegado de seguridad, violando la legislación nacional e internacional.

Son escasas las empresas vinculadas al citrus, al sector forestal, a las agroindustrias, a la horticultura, que aceptan negociar salarios, horarios y condiciones de trabajo con los obreros organizados. En una deshonrosa mayoría, practican un capitalismo salvaje, donde son habituales las amenazas, la represalia impune, las listas negras. Si protestas o reclamas, te dicen: “si no le gusta se va...”

Las empresas citrícolas han tercerizado el empleo y existen contratistas y éstos a su vez, contratan a subcontratistas. Una metodología que tiene por objetivo reducir aún más nuestros miserables salarios y perseguir cualquier vestigio de organización sindical.

Al finalizar la zafra, más del 80% de los trabajadores rurales, jornaleros y zafrales, no hemos podido acceder al Seguro de Desempleo, dado que las exigencias hablan de 250 jornales, lo cual es imposible contabilizar y este derecho se traduce en una farsa.

Los trabajadores y trabajadoras agremiados en SUDORA, nos hemos movilizado reafirmando nuestro compromiso de continuar la lucha, en defensa de nuestros derechos como ciudadanos y por una vida digna.

En virtud de los expuesto, solicitamos a usted intervenir con su mayor influencia, a los efectos de que sean contemplados nuestros reclamos, se de término a tanta represión sindical y podamos decir al mundo con satisfacción, que las naranjas uruguayas no contienen el amargo sabor de la explotación y humillación de tantos trabajadores y trabajadoras.

Aunque nuestras labores se realizan en la profundidad de los montes del olvidado Norte de nuestro país, no creemos que ello amerite, a empresa alguna, a tratarnos como ciudadanos de tercera categoría.

Sin más, extendemos el testimonio de nuestra mayor consideración,

COMISION DIRECTIVA DE SUDORA

SUDORA – PIT-CNT – UITA    

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