Floricultora Guacarí, del
Grupo Nannetti
Cuando
los trabajadores
cultivan
dignidad
El
conflicto iniciado el pasado 16 de noviembre en la empresa
Guacarí del Grupo Nannetti -acusado de malversación de
subsidios otorgados por el gobierno Colombiano para mitigar
su crisis por la revaluación del dólar- continúa sin
solución.
La presión
de la Rel-UITA, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)
y la Unión Agroalimentaria de Colombia (UNAC) logró
la intervención del Ministro de la Protección Social en el
conflicto, sin embargo, hasta ahora, no ha sido posible que
los representantes de la empresa Guacarí accedan a
negociar con la Unión de Trabajadores de las Flores (UNTRAFLORES),
que representa a los trabajadores afectados.
Los abogados y el
vicepresidente de Relaciones Industriales de Guacarí aceptan
que al no pagar salarios, seguridad social, parafiscales,
cesantías y primas atrasadas, hay flagrante violación a los
derechos de los trabajadores.
En sus
declaraciones a través del Ministro de Agricultura y el de
Protección Social, el gobierno manifiesta que es una
situación insólita y anómala, pero no hace nada para que
cese la violación y, por el contrario, la Policía siempre
actúa en actitud intimidatoria contra los huelguistas.
La última
decisión que tomó la empresa fue la de prácticamente
secuestrar a los trabajadores en la plantación en la cual
ejercen la huelga, pues dieron la orden de impedir todo
acceso por la puerta principal y única que se encuentra
distante a dos kilómetros.
La UNAC
y la UITA se hicieron presentes mediante un acto de
solidaridad, llevando algunos alimentos para los
huelguistas, pero su acceso fue impedido por la guardia
privada que dice cumplir órdenes de los empresarios,
obligando a los huelguistas a transportar en sus hombros los
productos otorgados por ambas organizaciones.
La lucha
continúa en forma unitaria, y se requiere el acompañamiento
nacional e internacional para impedir la derrota de los
huelguistas por marginación y hambre.
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