El pasado 11 de agosto
se realizó en Campo Grande (MS), el Encuentro Nacional de Trabajadores de la
Industria Frigorífica, con el objetivo de discutir la situación del sector y
crear una pauta de reivindicaciones.
La
actividad reunió a representantes de más de 70 organizaciones sindicales del
sector provenientes de todo el país.
Como
invitado participó Danilo Schab, de la
Federación
Gremial del Personal de la Industria de
Carne.
En
diálogo con Sirel, Artur Bueno de Camargo, presidente de la
Confederación Nacional de Trabajadores en la Alimentación (CNTA),
comentó: “El Encuentro aprobó una pauta de reivindicaciones en la cual se
destacan: un
piso salarial nacional de 1.000 reales (627 dólares); la reducción de la jornada
laboral de 44 a 36 horas semanales para los trabajadores que desempeñan sus
actividades en locales insalubres o realizan tareas repetitivas, y para los
demás una reducción de 44 a 40 horas semanales.
Pausas para las
comidas; una mini colación ofrecida por la empresa al inicio de la jornada de
trabajo, y cada tres horas trabajadas una pausa de 20 minutos para refrigerio.
En
Brasil el dinero de los obreros acumulado en el BNDES, sirve para
que las empresas exploten a los mismos trabajadores |
En
relación con la salud de los trabajadores y trabajadoras, se reivindicará que el
médico laboral no sea empleado de la empresa y sí del Estado a través del
Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), y que sea constituida una
comisión tripartita, con representantes de los trabajadores, de los empleadores
y de las autoridades de los gobiernos municipales.
Como
último punto
se marcó un plazo para que la Norma Reguladora de las actividades en el sector
frigorífico (NR) sea aprobada para su pronta instrumentación.
Danilo Schab,
hizo referencia a la importante brecha que existe entre su país y Brasil
en el sector: “Hay una gran diferencia en lo que se refiere a condiciones
laborales, pero sobre todo en la legislación del Trabajo. A los compañeros
brasileños no los favorece la legislación de su país, la falta como en
Argentina de un delegado sindical actuando en la planta y no hay un
acompañamiento por parte del Ministerio de Trabajo.”
El
dirigente basó su ponencia en la reducción que se logró el pasado año en
Argentina, disminuyendo la edad de jubilación de los hombres de 60 a 55 años
y de 55 para 50 años en las mujeres que laboran en el sector avícola.
Schab
señaló la ausencia de contralor adecuado de esta industria por parte del Estado
brasileño que, sin embargo, le otorga importantes financiamientos a empresas
frigoríficas como
Marfrig
y JBS.
“Resulta incongruente porque estas compañías transnacionales son financiadas por
el Banco Nacional de Desarrollo Social (BNDES), que es una institución
financiada con los aportes de los trabajadores. Lo que sucede en Brasil
es que el dinero de los obreros sirve para que las empresas exploten a esos
mismos trabajadores.
El
dirigente argentino destacó la gran labor que se realiza desde la CNTA,
la CONTAC y la propia UITA, para mejorar las condiciones laborales
de los trabajadores y trabajadoras del sector frigorífico en Brasil.
“Tengo la impresión de que tienen mucho trabajo por hacer, y que no será fácil,
pero tampoco imposible”, concluyó.
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