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   Brasil

     

 Con Carlos Juliano Barros

Avícolas en Brasil

Tiempos modernos, tiempos de masacre

 

Barros, periodista e investigador académico, forma parte de

la ONG Repórter Brasil que realizó el documental “Carne e Osso”

(Carne y Hueso), en el cual se muestra el sufrimiento cotidiano que

padecen miles de trabajadores y trabajadoras del sector de

procesamiento de carne.

 

 

La masacre en los frigoríficos

 
 

18 movimientos cada 15 segundos. Una carga de trabajo tres veces superior a la recomendada como límite. Tres veces más posibilidades de desarrollar trastornos mentales

 
 

“La gente no aguantaba mismo, era mucha presión. Si pudiera volver atrás, pero no se puede. Trabajé y trabajé, hacía todo lo que me pedían.

 
 

En los últimos meses me despertaba para ir a trabajar y mi marido tenía que estirar mi brazo atrofiado y abrir mi mano que estaba contraída, hasta que llegó el momento en el que no pude abrir más mi mano. Trabajé sin faltar nunca.

 
 

Ellos (la empresa) llegaron a decir que mi enfermedad se debía a que iba a trabajar en moto…”

(testimonio de Valdilene en Carne e Osso)

-El documental Carne e Osso (Carne y Hueso) se ha convertido en una fantástica herramienta de denuncia, que además fue premiado en varios festivales.

-Es verdad. Carne e Osso es una producción de Repórter Brasil, una organización no gubernamental con sede en São Paulo, constituida por periodistas, que trabaja hace más de una década identificando y haciendo públicas las situaciones que lesionan los derechos humanos y el medio ambiente. Otro ámbito de su actuación tiene relación con las condiciones penosas de trabajo y el trabajo esclavo.

 

En cuanto a los festivales, recibimos el Premio al Mejor Documental en el 15° Florianópolis Audiovisual Mercosul (FAM). Participamos en la 54ª edición del DOK Leipzig, en Alemania, recibiendo una mención honrosa de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo. Además, participamos en la 39ª edición del Festival de Cine de Gramado, en Rio Grande do Sul, y en el Festival E Tudo Verdade, un festival de documentales muy importante organizado en São Paulo.

 

-¿Cómo tomaron contacto con la situación de trabajo frenético y precario en los frigoríficos?

-Dimos seguimiento a la actuación del Ministerio Público de Trabajo, a las constantes denuncias que se vienen realizando, y nos pusimos en contacto con varios sindicatos.

 

Identificada esa realidad de maltrato continuo que padecen los trabajadores, decidimos hacer el documental. Así nació Carne e Osso, un trabajo que ha sido muy bien aceptado, que participó en varios festivales en Brasil y en el exterior. En este momento estamos llevando adelante una estrategia para que el documental llegue al mayor número posible de personas en Brasil y en el exterior, porque la situación penosa que muestra Carne e Osso es ignorada por la mayoría de la gente.

 

-¿Cuál fue tu participación en el documental?

-Soy uno de los directores. Además de realizar las entrevistas, también participé en las investigaciones previas, hice los contactos primarios con las personas que iban a testimoniar, porque el documental muestra la historia de vida de los trabajadores y cuenta con los aportes de fiscales, médicos, investigadores que transmiten argumentos calificados y muy bien fundamentados.

 

La idea era, justamente, no hacer una denuncia panfletaria o vacía, sino una película bien anclada sobre la situación degradante del trabajo en los frigoríficos, con una crítica realmente bien construida y que no dejara dudas de que el problema existe. La finalidad no era lanzar una crítica al aire, y por eso la película convence. Porque está respaldada por muchas autoridades, personas que tienen legitimidad debido a sus investigaciones, a sus argumentos, y por el cargo que ocupan.

 

-¿Podrías seleccionar una escena, un momento del documental, que más te haya impactado?

-La entrevista a Vaidilene, una ex trabajadora, fue muy fuerte, pues narra una situación extrema de una manera muy emotiva y dolorosa.

 

Yo la entrevisté y pasé un día entero con ella, en su entorno familiar, percibiendo su dolor, viendo su mano y sus dedos atrofiados, su sufrimiento genuino. Es la razón por la cual ella cierra el documental.

 

-¿Cuál es la reacción del público?

-De indignación, de mucha indignación. Y desde ese sentimiento es que la gente empieza a preguntar, a querer saber y cuestionar un modelo de producción en el cual el trabajador no interesa.

 

Muchas personas se ponen en el lugar de esos trabajadores y trabajadoras y hacen comparaciones con su propia labor, que quizás no tiene la intensidad ni la insalubridad que se registra en un frigorífico, pero que de alguna forma identifica el irrespeto de los derechos humanos, donde la gente es una cosa, una pieza que se cambia.

 

-En el Festival de Cine de Gramado contaron con un respaldo publicitario inesperado: el gran pollo de la CONTAC que empuja una silla de ruedas con una trabajadora lesionada.

–De hecho, el “Pollo de la CONTAC ya había participado en el lanzamiento  del documental en São Paulo. Por cierto, tenemos un gran aliado para la promoción de nuestro trabajo y la sensibilización de la gente sobre la problemática.

 

-¿Cómo evalúas la estrategia de articular capacidades entre Repórter Brasil, la CONTAC y la Rel-UITA, para la divulgación mundial del documental?

-Como muy positiva. En verdad, desde un principio, cuando lanzamos este documental la idea era ésta: que el documental, además de ser un producto cinematográfico, cumpliera con la función político – social de provocar un gran debate y contribuir al desarrollo de políticas públicas para subsanar la situación que denunciamos.

 

A mi entender, vincularnos a la Rel-UITA y a CONTAC es muy importante para difundir en el mundo entero esta realidad que ocurre en Brasil.

En Montevideo, Gerardo Iglesias

Rel-UITA

8 de febrero de 2012

 

 

 

 

 

Fotos: CONTAC

Foto de Pie: CARNE OSSO


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