Sardá es gerente nacional del
Proyecto de Adecuación de las Condiciones de Trabajo en los Frigoríficos, un
programa que depende del Ministerio Público del Trabajo. Además, integra la
Comisión Tripartita Paritaria Permanente en la cual Estado, empresarios y
sindicatos están debatiendo la formulación de la Norma
Reguladora Sobre
Seguridad y Salud Ocupacional en las Empresas de Faena y Procesamiento de Carnes
y Derivados (NR). Crítico acérrimo de la falta de ética en las principales
empresas frigoríficas brasileñas, también emplaza a la acción sindical y del
gobierno, a las que evalúa como insuficientes.
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Algunos empleados llegan a
realizar hasta 120 movimientos por minuto, cuando algunos estudios
sugieren que más de 30 movimientos por minuto pueden generar graves
riesgos de lesión a la salud de los trabajadores. |
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La precariedad de las
condiciones de trabajo configura una especie de dumping
social, con base en el incumplimiento de las normas de salud, de
seguridad, de la legislación ambiental, y todo ello con la finalidad
de lograr que el precio del producto sea más bajo. |
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Brasil es la China del
sector avícola. Ningún país del mundo logra producir pollos tan
baratos como Brasil. Obviamente, con un costo social muy alto. |
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-¿Qué es y qué labores
desarrolla el Ministerio Público del Trabajo?
-En conformidad con la norma constitucional, el MPT existe para defender
el orden jurídico del régimen democrático con sus derechos e intereses
difusos. Tiene autonomía funcional y administrativa, por lo cual actúa como un
órgano independiente de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Entre sus principales objetivos se destacan:
-
Combatir el trabajo esclavo y degradante
-
Erradicar la explotación de niños y proteger al trabajador adolescente
-
Promover un adecuado medio ambiente de trabajo
-
Garantizar la libertad sindical
En el área de protección a la salud y defensa del medio ambiente, se ha creado
recientemente un proyecto específico para la adecuación de las condiciones de
trabajo en los frigoríficos, coordinado por el fiscal Heiler Ivens de Souza Natali
y por mí, que además soy gerente de este Proyecto.
-¿Cómo definirías las
condiciones de trabajo en los frigoríficos en Brasil?
-Diría que después de cinco años investigando a las empresas, no tengo
ninguna duda de que las condiciones actuales de trabajo son absolutamente
incompatibles con la salud física y mental de los trabajadores y las
trabajadoras.
Hay una verdadera legión de jóvenes lesionados debido a la alta precariedad de
las condiciones de trabajo.
-¿Eso pasa tanto en los
sectores bovino, porcino, como en las avícolas?
-Así es. Pero en las avícolas el problema es aún más grave por el ritmo
excesivo de trabajo. Algunos empleados llegan a realizar hasta 120
movimientos por minuto, cuando algunos estudios sugieren que más de 30
movimientos por minuto pueden generar graves riesgos de lesión a la salud de los
trabajadores.
-Estamos hablando de más
de 700 mil trabajadores y trabajadoras en el sector de procesamiento de carnes,
¿verdad?
-Sí, se estima que son más de 700 mil empleados en el sector, y de acuerdo
con algunas pericias ergonómicas que se llevaron a cabo en los frigoríficos, por
lo menos un 20 por ciento de ellos sufre enfermedades laborales.
-¿Y el porcentaje de
lesiones está disminuyendo o permanece igual?
-La situación ha empeorado, en virtud de que ha crecido el número de
trabajadores con trastornos músculo-esqueléticos que ahora están en el seguro
social. Por ejemplo, en Chapecó, en Santa Catarina ̶ un estado que se destaca
por su producción cárnica ̶ , hay un incremento del 50 por ciento en el
número de trabajadores que están en el seguro social, debido a trastornos
músculo-esqueléticos, tendinitis, bursitis, enfermedades de columna, y también
un cuadro muy preocupante de trastornos mentales provocados por un ambiente
laboral con muchos factores de riesgo y una enorme presión.
-¿Qué pasa con estas
personas enfermas?
-La empresa los despide. Cuando los trabajadores enferman pasan a la órbita de
la Seguridad Social y del Sistema Único de Salud (SUS). Las empresas
desechan a estas personas y es el Estado el responsable de contribuir a su
recuperación.
Es también muy preocupante el gran número de personas que se ven afectadas por
trastornos músculo-esqueléticos y que muchas veces son rechazadas incluso por la
Seguridad Social, que no reconoce su incapacidad. Así es que hay muchos
trabajadores que están sin recibir ningún sueldo o protección social del Estado.
-¿Qué hace el MPT cuando
entra en un frigorífico y evalúa una situación que es perjudicial para los
trabajadores?
-El MPT cuenta con un equipo de peritos y está acompañado por inspectores
de trabajo, quienes examinan y supervisan las condiciones de trabajo. Concluida
la fiscalización, se inician acciones civiles públicas con el fin de lograr
condiciones de trabajo adecuadas.
Recientemente, una actuación muy importante del Ministerio Público fue el inicio
de una acción civil pública por parte del fiscal Jean Carlo Voltolini
demandando a Seara Alimentos SA, en Forquilhinha, Creciúma. Esta
acción resultó en una condena contra la empresa por un valor de 16 millones de
reales (8,7 millones de dólares) debido a que las condiciones de trabajo en el
frigorífico eran absolutamente inadecuadas.
Por lo tanto, el trabajo de nuestro Proyecto Nacional es: seleccionar las
mayores empresas de Brasil, las que más lesionan, llevar a cabo una
inspección in situ y proceder con demandas civiles públicas para promover
la adecuación de estos ambientes.
-Los trabajadores no se
benefician del gran crecimiento de la industria frigorífica brasilera…
-Exacto. El trabajador y la trabajadora no se benefician, y el Estado tampoco se
beneficia porque el costo social de esta actividad es muy alto.
Sin la menor duda, la precariedad de las condiciones de trabajo configura una
especie de dumping social, con base en el incumplimiento de las normas de
salud, de seguridad, de la legislación ambiental, y todo ello con la finalidad
de lograr que el precio del producto sea más bajo.
Brasil es la China del
sector avícola. Ningún país del mundo logra producir pollos tan baratos como
Brasil. Obviamente, con un costo social muy alto.
-¿Cuáles son las expectativas ante la Norma Reguladora?
-Es una Norma para todo el sector y esperamos que el Ministerio de Trabajo la
sancione para proteger la salud de los trabajadores, que es un deber del Estado.
Se trata de una NR que se
ocupa, entre otros importantes temas, del ritmo de trabajo, las pausas, la
recuperación de la fatiga y la adecuación del mobiliario fabril.
Hoy por hoy podríamos
fácilmente concluir que, en el caso de los frigoríficos, se vive un feudalismo
industrial. En los frigoríficos no ingresa la ciudadanía, no ingresan los
derechos, todo queda en la puerta de la unidad de producción. Y como la
ciudadanía no pasa la puerta de la fábrica, los trabajadores ingresan a un
ambiente de total desprotección e impunidad.
-Con el doctor Roberto
Ruiz estamos denunciando que el propio Sindicato queda en la puerta de la
fábrica…
-Por supuesto. La acción sindical en Brasil merece ser repensada para
saber cuál es el papel del Sindicato.
Hay que revisar muchas cláusulas que se firman incluso luego de negociaciones
colectivas, pues representan una reducción de derechos en términos financieros y
un perjuicio para la salud del propio trabajador. Por ejemplo: muchos
acuerdos alientan diversas formas de presión para que el empleado continúe
trabajando aún enfermo, pues si su dolencia requiere una licencia por enfermedad
pierde beneficios.
Eso sin mencionar una serie de derechos que no se discuten, o el mismo sistema
de banco de horas, que en el sector frigorífico es algo criminal.
-¿Quieres agregar algo
más?
-Creo que es hora de que el Estado, a través del Ministerio de Trabajo, del
Ministerio de Salud y sus instituciones, actúe estrictamente.
No es posible que tantas enfermedades acontezcan de manera tan impune, que las
empresas sean capaces de degradar el medio ambiente del trabajo de forma tan
intensa sin una respuesta firme por parte del Ministerio Público, del Poder
Judicial, del Estado, del movimiento sindical y de toda la población.
Es indispensable replantear la organización del trabajo. Por supuesto que las
empresas necesitan generar beneficios, pero no a expensas de la salud de los
trabajadores y de las trabajadoras.
Ésta es una ganancia
sórdida, que no interesa a los trabajadores, ni a la sociedad brasileña.
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