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    Italia

 

Con Umberto Franciosi

“Preocupante regresión de las relaciones

sindicales en Inalca-JBS”

Todo listo para la paralización de 16 horas

 

El conflicto laboral en la planta de la compañía Inalca-JBS SpA en Castelvetro Modena parece estar encaminado hacia una paralización general de 16 horas, decretada por las organizaciones sindicales FLAI-CGIL, UILA-UIL, afiliadas a la UITA y las Representancia Sindicales Unitarias (RSU) después de una amplia discusión con los trabajadores y trabajadoras, quienes rechazaron tajantemente la mísera propuesta de la compañía, considerándola una fuerte regresión de las relaciones sindicales iniciadas hace más de diez años. Para conocer más a fondo el origen de ese conflicto y las perspectivas futuras, Sirel conversó con Umberto Franciosi, secretario general de la Federazione Lavoratori della Agro-Industria Modena (FLAI-CGIL).
 

 

-¿Cómo surgió el conflicto en la planta de Inalca-JBS de Castelvetro?

-En Italia existe un Convenio Colectivo Nacional que regula el sector agroalimentario, sin embargo tenemos la posibilidad de mejorar las condiciones contractuales negociando convenios colectivos en cada empresa. En la planta  de Castelvetro Modena presentamos un pliego petitorio para la renovación del convenio que había expirado el pasado mes de diciembre de 2008 y cuándo ya parecía que nos acercábamos a un acuerdo, la compañía dio marcha atrás y presentó una propuesta inaceptable.


-¿Cuáles son los puntos que las organizaciones sindicales y los trabajadores consideran inaceptables?

-Son varios y todos muy importantes para los trabajadores y trabajadoras. La compañía, por ejemplo, presentó una propuesta en la que el premio de productividad tiene un valor económico inferior a lo que se negoció en los últimos años y muy por debajo de lo que se garantiza en otras empresas del mismo sector.

Nosotros pedíamos 600 euros para el sector de la producción de hamburguesas y poco más de 300 euros en los mataderos. En otras empresas del sector el premio de productividad llega hasta 1.800 euros anuales. Sabemos perfectamente que estamos en medio de una crisis económica y que en este momento no podemos pedir estas cantidades, no obstante no podemos aceptar una propuesta tan mísera.

Inalca-JBS se negó también a aceptar puntos normativos y derechos individuales importantes para los trabajadores, como por ejemplo, permitir el trabajo de medio tiempo o part time y anexar a la colilla de pago el resumen de las entradas y salidas del trabajo de cada trabajador, lo cual es normal en cualquier otra empresa del sector.

Estas son señales muy claras de que en los últimos meses ha habido un fuerte cambio de actitud por parte de la compañía, y esto ocurrió también en otras plantas. En la planta de Lodi, por ejemplo, a una colega le fue prohibida la entrada solo por el hecho de haber dado declaraciones a los periódicos locales, mientras que en Castelvetro algunos de los delegados sindicales han recibido sanciones disciplinarias por motivos fútiles. En ese caso ya hemos recurrido a las instancias judiciales para revertir esta inaceptable decisión de la compañía.

-¿A qué cree se debe este cambio de actitud que está señalando?
-Evidentemente hay alguien que pretende arreglar las cuentas de la compañía ahorrando dinero, pero lo hace de manera irracional y sin un verdadero diseño estratégico de ahorro. No es con esta actitud y estas medidas que lo van a lograr, más bien lo que están originando es un conflicto muy serio.

Inalca-JBS
es una compañía que se ufana de tener una responsabilidad social empresarial, un código de ética, sin embargo no estamos viendo nada de eso. No estamos pidiendo la luna, sino un convenio que pueda, con el transcurso del tiempo, acercarse un poco a lo que otros grandes grupos del sector otorgan a sus trabajadores.

Nuestro objetivo era continuar en el crecimiento de las relaciones sindicales iniciadas hace diez años, sin embargo en los últimos meses registramos una preocupante regresión.

Los directivos de la planta de Castelvetro aducen que necesitan bajar costos por la crisis económica y para amortiguar las inversiones que hicieron en la línea de producción de hamburguesas, sin embargo esta tesis no me convence porque el cambio de actitud coincidió con la firma del convenio colectivo nacional.

Para lograr esta firma, en 2009 los 450 mil operadores de la industria agroalimentaria italiana tuvieron que impulsar una paralización general de 16 horas, y parece que esta decisión generó cierta inconformidad en Inalca-JBS, haciéndola reaccionar de manera muy instintiva y poco racional.

-También hay señalamientos sobre una fuerte presencia de trabajadores tercerizados en Inalca-JBS. ¿Qué informaciones tiene al respecto?
-
Son por lo menos 600 los trabajadores no empleados directamente por la empresa en la planta de Castelvetro y otros 400 en la planta de Ospedaletto Lodigiano. En este último caso los trabajadores asalariados por la compañía son solamente 100.

Se trata en su mayoría de cooperativas espurias que actúan como intermediarias y que suministran mano de obra sin respetar la ley y el mismo Convenio Colectivo Nacional. Ese fenómeno en la industria alimentaria en Módena se ha transformado en una verdadera metástasis contra la cual estamos luchando en los juzgados.

En 1998, por ejemplo, hubo una denuncia por incrementación abusiva de mano de obra tercerizada y la compañía fue multada.

-¿Cuáles son las condiciones de trabajo de estas personas?
-Se trata casi siempre de personas extranjeras no comunitarias que no gozan de los mismos derechos de los trabajadores italianos.
Tienen contratos que nada tienen que ver con la industria alimentaria, no se les paga el subsidio por enfermedad, ni por accidente laboral. Están encuadrados como supuestos socios trabajadores en los escalafones más bajos y solamente después de una larga lucha logramos que pudieran cotizar para el Seguro.

En algunos casos la compañía subcontrata líneas de producción enteras, mientras que en otros los utilizan para remplazar a los asalariados, como ocurre en la línea de producción de hamburguesas.

-¿Cuáles son las perspectivas futuras en la planta de Castelvetro?
-Lamentablemente no hemos tenido ningún tipo de contacto con la compañía.
Además de las 16 horas de paralización, que vamos a iniciar en cualquier momento para que la compañía sienta nuestra capacidad de movilización, hemos proclamado la suspensión de las horas extras y de cualquier tipo de flexibilidad de horario.

-¿Cuál es el mensaje para las organizaciones de la UITA?
-Vivimos en un mundo en donde las fronteras se achican y las informaciones circulan de una manera muy rápida, así como el pensamiento y la solidaridad.

Es muy importante dar a conocer a la casa matriz de JBS en Brasil, lo que está ocurriendo en Italia; sería un gran apoyo y una gran ayuda para nuestra lucha.
 

 

Giorgio Trucchi

Rel-UITA

25 de enero de 2008

 

 

 

    

 Foto: sassuolo2000.it

 

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