Bienestar para
todos
El pasado jueves
2 de junio, se desarrolló en Montevideo el Primer Foro del Sector Cárnico
Uruguayo. En esa oportunidad, Carlos Molinares, secretario de Organización de la
Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne de Argentina, fue el
encargado de la exposición en nombre de la Rel-UITA. Molinares destacó la
importancia del Estado como generador de políticas para el sector y la urgencia
de mejorar las penosas condiciones de trabajo. A continuación transcribimos su
ponencia.
“En principio,
queremos felicitar la iniciativa de organizar este Foro en el que se está
debatiendo sobre esta actividad tan importante, no solo en el Uruguay,
sino en todo el MERCOSUR.
Agradezco a la
Rel-UITA por invitarnos para ser su voz, en representación de la Federación
de Trabajadores de la Carne de Argentina y, de alguna manera, aportar a este
debate las experiencias de los trabajadores de la carne de mi país, dentro de un
contexto mundial de demanda creciente de alimentos.
Creemos que los
Estados imperiosamente deben asumir un rol protagónico, no solo pensando en el
crecimiento de la actividad, sino también en beneficio de los trabajadores.
En Argentina,
el sector cárnico presenta dos realidades totalmente distintas. Por un lado, en
la actividad bovina los trabajadores y trabajadoras realmente estamos pasando
por una muy mala situación, y el futuro que se avizora tampoco es muy bueno si
no se toman medidas a corto plazo.
Como dato
concreto,
si comparamos los
números de los años 2009 y 2010, la faena bovina disminuyó un 26,5 por ciento.
Durante 2009 se faenaron 16.000.000 de cabezas y en 2010, unas 11.000.000 de
cabezas.
Las exportaciones
se redujeron en un 53,4 por ciento. El consumo de carne en el mercado interno se
redujo en un 15 por ciento,
y el incremento del precio de la hacienda fue de un 103 por ciento, valores a
los que los productores nunca pensaron que se iba a llegar en la Argentina.
¿Qué ha pasado a nivel del empleo?
En 2010 perdimos
más de siete mil puestos de trabajo.
Ello prácticamente coincide con las proyecciones realizadas por el gobierno, que
indicaban que sobre una totalidad de cincuenta y cuatro mil trabajadores en la
Argentina, se preveía una pérdida de diez mil puestos de trabajo.
¿Cuáles son las consecuencias que ha
acarreado todo esto?
Ya se habló de
ello en la Mesa anterior y en la apertura de este Foro. Entre otras, las
consecuencias son la baja del stock ganadero y el desplazamiento de muchos
productores hacia la soja, por los valores que todos conocemos.
Recién hoy se
está empezando a recuperar el stock, pero seguramente la recuperación total
llevará dos o tres años.
Como decía, esto
refleja la mala situación que estamos atravesando los trabajadores y que también
es preocupación de los compañeros en Uruguay.
Creo que en lo
que respecta a la parte bovina -no solo acá, sino en todo el MERCOSUR,
por ser uno de los bloques en el que más impacto tiene la demanda de alimentos a
nivel internacional-, no solamente tenemos que bregar por el incremento de la
producción, sino también en mejorar las condiciones de labor para miles de
trabajadores y trabajadoras.
El sector avícola en Argentina
En lo que
respecta a la actividad avícola, su realidad se contrapone a la actividad
bovina. En Argentina el sector está pasando por un muy buen momento.
En 2003 los
empresarios hicieron una proyección de crecimiento entre el 8 y el 10 por
ciento, que en los hechos se ha dado, tanto en la faena, como en la cantidad de
nuevos puestos de trabajo que se han creado. La faena mensual alcanza unos
50.000.000 de pollos.
Para que tengan
una idea, en la planta de la que provengo, desde 2003 a la fecha, se ha
registrado un incremento en los puestos de trabajo de 160 por ciento.
Las exportaciones
crecieron un 600 por ciento desde 2002 al 2010.
El consumo
interno tiene un muy buen pasar. Entre 2003 al 2009 prácticamente ha aumentado
70 por ciento, situándose el consumo en treinta y tres kilos per cápita en el
año 2009, y proyectándose un consumo para 2011, de treinta y cinco a treinta y
seis kilos por persona.
Por su parte,
nosotros hemos aprovechado esta situación, negociando colectivamente de una
manera positiva. Hoy el sueldo inicial de un trabajador avícola en Argentina,
ronda los 1.000 dólares.
En cuanto al rol
del Estado, mencionamos que faltaron políticas en el sector bovino. Ahora bien,
en lo que tiene que ver con el sector avícola en Argentina, el
acompañamiento que ha tenido esta actividad por parte del Estado ha sido muy
bueno, donde se ha escuchado la voz de los trabajadores.
Decimos esto
porque nosotros bregamos por el crecimiento de la actividad, para que se generen
más fuentes de trabajo y para que el país crezca, pero también decimos que se
deben mejorar las condiciones de trabajo para miles de compañeros y compañeras
que diariamente realizan unas tareas en condiciones extenuantes y perjudiciales
para la salud.
Desde la
Federación estamos dando esta lucha y recientemente hemos conseguido extender al
sector avícola, el beneficio conquistado para los trabajadores de las carnes
rojas. Me refiero a la jubilación especial, una conquista obtenida en 1973 por
la cual los hombres se jubilan a los 55 años y las mujeres a los 50 y esta
situación ahora se trasladó también a los trabajadores de las avícolas.
Socializo la
información en este Foro, no solo para que los trabajadores conozcan esta
situación, sino también el sector empresarial y parte del Estado uruguayo que
aquí se encuentra presente.
Creemos que con
políticas a corto, mediano y largo plazo para el sector, y la participación
activa del Estado, se puede llegar a buen puerto.”
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