El
Sindicato de Obreros del Frigorífico Maragato* (SOFRIM),
se afilió recientemente a la UITA. En diálogo con Sirel,
Fabián Chamorro y Richard Perdomo, dirigentes del
sindicato, comentaron las expectativas de esta
afiliación y los objetivos de los trabajadores de la
transnacional brasileña en el corto plazo.
Fabián
Chamorro |
Marfrig
cuenta con
cinco frigoríficos en Uruguay: dos en el noreste
del país, Tacuarembó (ubicado en el departamento
del mismo nombre), La Caballada (Salto),
en el suroeste Inaler (San José),
Colonia (ídem) y en el oeste, Fray Bentos
donde reabrió la planta cárnica
Noblemark (ex Incur) en 2008.
Marfrig
compró la planta de San José en el año 2006 y a partir
de entonces las relaciones laborales se rigen por
convenio colectivo. Según Fabián Chamorro,
presidente del SOFRIM, “Las condiciones laborales
y de seguridad son respetadas por la empresa, por otra
parte el sindicato ha logrado establecer una Comisión de
Salud que se reúne una vez por semana y está conformada
por dos representantes del sindicato y dos del
frigorífico. Esta Comisión monitorea las condiciones
laborales y el ritmo de trabajo y ha sido una
herramienta muy positiva para enfrentar la problemática
de las Lesiones por Esfuerzo Repetitivos (LER)
que viene generando un número importante de trabajadores
con tendinitis, acotó.
En la planta de San José se abaten alrededor de 100
animales por hora -cuando el ritmo normal debería ser de
40 animales- este ritmo varía según la exigencia del
mercado ya que casi la totalidad de lo que se produce es
exportada a mercados como Estados Unidos,
Unión Europea, Rusia e Israel.
Por otra parte -continuó Chamorro- “dentro del
marco de las negociaciones el sindicato logró la
creación de un comedor para los trabajadores y
trabajadoras del frigorífico, que brinda un menú
elaborado por nutricionistas y donde se puede comer
adecuadamente por 25 pesos uruguayos (1,20 dólares) por
persona”.
Richard Perdomo |
Consultados acerca de porqué se afiliaron a la UITA,
los dirigentes coincidieron en afirmar que
“con esta afiliación contamos con el apoyo internacional
que nos puede brindar una organización sindical con
proyección para el sector, porque hay un tema que nos ha
preocupado siempre en relación al Grupo Marfrig,
que es el monopolio del mercado de carne y las
consecuencias que esto conlleva. Actualmente la empresa
brasileña posee cinco plantas frigoríficas en Uruguay
y maneja una parte importante de la hacienda. No sólo
son propietarios de campos, sino que además conceden
préstamos a los productores de ganado con la condición
que estos le vendan exclusivamente, con esto fijan el
precio de la hacienda y el precio de las exportaciones.
La afiliación a la UITA nos proporcionará fuerza
y representación internacional”.
El SOFRIM se formó hace cuatro años y cuenta con
el 98 por ciento de afiliación de los 570 trabajadores
en plantilla. Según Perdomo, “hace ya un par de
años que estamos tratando coordinar acciones con el
resto de los sindicatos del Grupo Marfrig en
Uruguay para alcanzar un convenio colectivo
unificado, este es nuestro objetivo principal en el
corto plazo. Desde luego que no es una tarea sencilla,
porque las realidades en las distintas plantas son muy
diferentes, existe una brecha muy grande entre los
convenios existentes en cada una de ellas. Para ello
esperamos contar con el apoyo y asesoramiento de la
UITA”, concluyó.