Lorenzo
Bravo, secretario general de UGT Baleares, realizó un encendido discurso en el
acto de apertura del Día Mundial del Turismo que se celebró en Ibiza, el pasado
27 de septiembre. Luego de su intervención, Sirel lo entrevistó para ahondar en
detalles.
“…Llegué a Baleares, en los años 70
-rememoró Bravo- y cuando se celebraba el Día del Turismo los
trabajadores y los turistas lo pasábamos muy bien. Nosotros sacábamos unas
propinas de la hostia y queríamos que todo el año fuera como el 27 de
septiembre.
Hoy eso ha cambiado, porque antes
había un trato directo, profesional con el cliente, había más calidad, también
más respeto y menos masificación.
Hoy tenemos el buffet, y muy pocos
trabajadores saben manejar una pinza. Prácticamente se ha perdido la profesión.
Entonces hemos disminuido la calidad del trabajo, al tiempo que nos hemos
cargado el territorio y el ambiente.
Hay que debatir sobre el futuro del
turismo y hacía dónde vamos –continuó-, y no propuestas de algún iluminado. Los
trabajadores queremos ser parte de ese debate a través de los sindicatos y de la
negociación.
Es necesario terminar con tanta
precariedad, porque en los hoteles llevamos unos ritmos endiablados, y las
pobres camareras de piso deben tomar toda clase de analgésicos para seguir
trabajando.
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Las camareras tienen sus
cuerpos destruidos. Si miras dentro de la cartera de una mucama,
seguro encuentras una cantidad de antiinflamatorios, antidepresivos,
analgésicos, y eso no puede ser. |
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Yo vengo diciendo desde hace muchos
años -y con esto hago una autocrítica- que los sindicatos estamos acojonados
–enfatizó Bravo-, porque nos critican todos: el Ministro de Economía, los
poderes fácticos, los medios de comunicación que están en manos de los
poderosos. Pero nosotros tenemos que andar con la cabeza bien alta, que se note
que donde hay delegados sindicales las condiciones de trabajo son mejores, que
podamos decir que los delegados sindicales hacen bien su trabajo e informan a
los trabajadores (…)
Espero que estas jornadas sirvan
para eso, para hablar de nuestro trabajo y de nuestros problemas, del turismo
que queremos…”, concluyó.
-Te has llevado los mayores aplausos
en la tarde de hoy….
-Bueno, es que uno habla lo que ve,
con honestidad y desde la indignación que me produce tanta injusticia…
-¿Entiendes que el trabajo en la
hostelería siempre fue igual?
-No, todos aquellos que tenemos unos
años notamos una gran deformación, y hoy el trabajo en este sector es poco
profesional porque así lo impone el modelo. En el pasado uno realizaba su labor
con una sonrisa, porque era grato trabajar en la restauración y en la
hostelería.
-Hablaste del deterioro ambiental…
-Es que cuando se apuesta más por la
cantidad que por la calidad, cada año se necesita el ingreso de más gente. El
modelo explota tanto al trabajador, a la trabajadora, como al ambiente. El
deterioro es general y la actividad es insustentable.
En todo esto los sindicatos tenemos
nuestra culpa, porque la lucha que hemos dado no ha sido suficiente. Por otro
lado, muchas de las conquistas que habíamos conseguido no se supieron defender.
-Hablaste de las condiciones de
trabajo de las camareras. ¡Terrible!
-El trabajo de las camareras es
terrible en los hoteles. Recuerdo que cuando llegué a Ibiza una camarera
hacía de seis a ocho cuartos. Hoy pueden hacer hasta 25 en una jornada.
Por eso tienen tanto estrés, pasan
tanta ansiedad y tienen sus cuerpos destruidos. Si miras dentro de la cartera de
una mucama, seguro encuentras una cantidad de antiinflamatorios, antidepresivos,
analgésicos, y eso no puede ser.
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