Paulo es
presidente de la Federación de Trabajadores en las Empresas de Refecciones
Colectivas y Afines del Estado de São Paulo y vicepresidente de Força Sindical
en ese mismo estado; Helena es presidenta del Sindicato de Trabajadores en las
Empresas de Refecciones de São Paulo, e integra la Secretaría de la Mujer de la
Federación. Ambos participaron en la Conferencia sobre Cadenas Hoteleras
Españolas en América Latina realizado recientemente en Buenos Aires. Allí
dialogaron con Sirel sobre las características de sus organizaciones, y
anunciaron su inminente afiliación a la UITA.
-Paulo, ¿A quiénes
organiza la Federación?
-A diferencia del
resto de América Latina donde nuestra categoría es conocida como
“gastronomía”, en Brasil se llama “refecciones colectivas”. Reunimos a
los trabajadores y trabajadoras de compañías que proveen alimentación para
empresas, para centros de enseñanza, aviones, plataformas de petróleo,
incluyendo las empresas que elaboran la llamada “cesta básica”, en fin, todas
las refecciones que son suministradas para ser consumidas de forma colectiva
están dentro de nuestra categoría. No así las comidas a la carta o con atención
personalizada como en los restaurantes. En Brasil esta categoría se
sindicaliza con los hoteleros.
En la actividad hay unos 70 mil
trabajadores y trabajadoras de los cuales el 40 por ciento está sindicalizado. En el estado de São Paulo, la Federación consta con dos
sindicatos afiliados, y a nivel nacional existen tres Federaciones: una
interestadual que reúne sindicatos de varios estados; una Federación nacional y
nuestra Federación de
São
Paulo, por lo que ya estamos en proceso a crear
una Confederación. El 95 por ciento de la categoría está afiliado a Força
Sindical de la que nosotros también formamos parte.
-¿Los empleadores
están organizados?
-Negociamos
directamente con una entidad patronal representativa de todas las empresas de
Brasil, pero hay libertad para que cada sindicato de empresa pueda negociar
algunas particularidades y firmar acuerdos complementarios; aunque esto no es
común hay algunos pocos casos.
-¿Cómo se vincula
la Federación con los sindicatos?
-El papel de la
Federación en el estado de São Paulo es apoyar a los sindicatos. Todas
las negociaciones son asistidas por la Federación. Tenemos dos períodos de
negociación que son abril y junio, y allí se discuten todas las cláusulas. Otro
papel que hemos cumplido ha sido negociar los acuerdos sobre la Participación en
el Lucro de las Empresas (PLE) establecidos por la ley brasileña.
Esto sí se discute en cada empresa, y hemos tenido un éxito completo gracias a
buenas negociaciones que nos dieron satisfacción.
-¿Cómo evalúas
esta Conferencia?
-Estoy muy
satisfecho. Sabemos que actualmente el sector de turismo -que incluye la
hotelería y la gastronomía- es el que más rápidamente está creciendo a nivel
mundial. En nuestro sector las empresas se expanden constantemente y ahora
también a otros rubros, ya que ofrecen servicio integral que incluye limpieza,
vigilancia, mantenimiento, etc.
Estábamos aquí
conversando con la compañera Helena que definitivamente vamos a
afiliarnos a la UITA, y que cuando regresemos a Brasil nos
pondremos a trabajar en organizar una actividad muy parecida a esta Conferencia,
pero enfocada hacia la gastronomía. Constatamos que todos los problemas que
releva el sector hotelero también los estamos padeciendo nosotros: tercerización,
precarización, rebajas salariales, principalmente porque las empresas
transnacionales que llegan desatan una competencia desleal con las locales, ya
que trabajan a precios de dumping llevando a la quiebra a las empresas
nacionales para quedarse con sus mercados. Las que resisten tiene que reducir
dramáticamente sus costos, y eso llega rápidamente a los salarios de los
trabajadores.
Helena
Alves dos Santos es desde hace cuatro años
presidenta del Sindicato de Trabajadores en las Empresas
de
Refecciones de São Paulo
-Helena, ¿Cómo
describirías el sindicato que presides?
-Nuestro sindicato
reúne a 12 mil trabajadores y trabajadoras afiliados y fue el pionero de las
refecciones colectivas en el Brasil. Tenemos casi un 100 por ciento de
sindicalización. Aproximadamente un 60 por ciento de los afiliados somos
mujeres. Nuestro sindicato agrupa sobre todo a empresas que proveen alimentación
escolar (en Brasil se llama “merienda escolar”). En este momento estamos
teniendo algunas dificultades en la negociación colectiva, pero con el apoyo de
la Federación estamos seguros de que lograremos salir adelante.
-¿Cómo ves el
papel de la mujer en los sindicatos?
-En Brasil
la influencia de la mujer en el movimiento sindical es bastante fuerte, aunque
todavía somos muy pocas. Inclusive en esta reunión nos contamos con los dedos de
una mano y aún sobran. Las mujeres debemos hacer un esfuerzo para participar
más, y los hombres para abrir espacios adecuados y con responsabilidad para las
mujeres. Debemos estar más unidos y ser más solidarios.
-¿Existe
discriminación salarial entre hombre y mujer en el sector?
-El piso salarial
es equivalente entre hombres y mujeres. Esto ocurre porque tenemos un salario
por categoría que hemos acordado con las empresas, y eso se aplica sin
distinción de sexo. En la actividad hay algunos segmentos o líneas de trabajo en
los cuales sólo se emplea a mujeres, y hay otros en los que ocurre lo contrario.
Pero en general, en Brasil existe una fuerte discriminación contra la
mujer y también contra los negros o afrodescendientes. Se dice que en Brasil
no hay racismo, pero sí existe, aunque muchas veces está oculto. En nuestro país
la discriminación es importante, ya sea por nacionalidad, por religión o por
etnia. Los más privilegiados son los blancos que por recibir en general mejor
educación y mejores empleos logran acceder a un estatus social y económico más
alto.
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