El Primer Congreso Internacional de
Ética y Turismo, sesionó en las
instalaciones del Museo Reina Sofía en
Madrid, los días 15 y 16 de setiembre.
Fue organizado por el gobierno de
España, la Secretaría General de Turismo
y Comercio Interior y la Organización
Mundial del Turismo (OMT). Uno de los
paneles más dinámicos, fue el de
Responsabilidad Social Corporativa,
donde participaron empresarios
hoteleros, de asociaciones de viajes,
autoridades de gobierno y la UITA.
Norberto Latorre, presidente del Comité
Mundial del Grupo HRCT de nuestra
Internacional, trasladó la opinión de
los trabajadores en relación a la
Responsabilidad Social Corporativa, que
generó un importante debate.
“La
UITA representa a varios millones
de trabajadores y trabajadoras de la
hotelería, la restauración y el turismo.
Partiendo de la premisa
de que las actividades de las empresas
del sector impactan en aspectos tales
como territorio, empleo, cohesión social
y medioambiente, considero que la
Responsabilidad Social no puede quedar
únicamente en manos de la iniciativa
privada.
Hoy, la práctica común es
que estos procesos, sean adoptados
unilateralmente por la dirección de las
empresas, sin la participación de otros
actores, entre ellos, los SINDICATOS.
La Responsabilidad
Social Corporativa debe concebirse como
una oportunidad para la transformación
de las empresas hacia un modelo
innovador: con relaciones laborales
participativas y democráticas, valorando
y cuidando el medioambiente y teniendo
al TRABAJO DECENTE como un
elemento básico de sus políticas.
Una empresa que cumpla
únicamente con la
legislación vigente, no
tiene por qué ser definida
como socialmente
responsable.
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En realidad, es
importante preguntarnos a través de qué
instrumento debe canalizarse la
Responsabilidad Social:
¿Debe existir una Ley o
una Directiva que la regule, o debe
inscribirse en el marco del diálogo
social y de la negociación colectiva?
Lo que sí está claro, es
que la Responsabilidad Social no debe
funcionar a través de iniciativas
estrictamente unilaterales, de códigos
de conducta diseñados y utilizados por
las propias empresas, interesadas
solamente en publicitar sus actuaciones
y mejorar su imagen institucional.
Para nosotros, la
Responsabilidad Social Corporativa es
algo que va más allá del mero
cumplimiento de la ley.
Una empresa que cumpla
únicamente con la legislación vigente,
no tiene por qué ser definida como
socialmente responsable.
Nos resta determinar si,
además, puede hablarse de
Responsabilidad Social Corporativa
cuando las empresas anuncian haber
tomado libremente la decisión de serlo,
pero al mismo tiempo diseñan y gobiernan
esos procesos unilateralmente, sin
ataduras ni controles de nadie, esto es,
justamente, sin Responsabilidad Social.
De no existir nivel
alguno de exigencia, debate y
fiscalización, la Responsabilidad Social
no dejará de ser un mero instrumento más
de relaciones públicas y de
marketing: otro ejercicio de
publicidad engañosa.
Nosotros entendemos que
el DIÁLOGO SOCIAL es una
herramienta fundamental para dotar de
credibilidad a la Responsabilidad Social
Corporativa, ya que hace posible
consensuar normas e instrumentos que
garanticen transparencia, participación
y evaluación, elementos imprescindibles
para consolidar su valoración social y
sindical.
Además, se debe
implementar una normativa global con el
objetivo de asegurar que las empresas
transnacionales asuman compromisos
orientados a mantener en todos y cada
uno de los lugares en los que actúen, un
conjunto de estándares que
incidan positivamente en el desarrollo
del Trabajo Decente, la libertad
sindical, el respeto del ambiente y la
eliminación del trabajo infantil, entre
otros puntos importantes.
Por último, cabe señalar, que la falta
de Responsabilidad Social y Ética en
sectores clave de la economía, mucho ha
tenido que ver con la actual crisis que
sacude las estructuras de varios países.
Una crisis, además, que no debe ser
utilizada como coartada para justificar
retrocesos en la calidad del empleo y
los derechos laborales”.
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