Durante los días 24 y 25 de
junio de 2010 Fundación PRISMA y ALBA SUD organizaron en San Salvador un
encuentro entre representantes de diversos estudios universitarios en turismo de
Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y México.
En Centroamérica el turismo se ha convertido de
forma acelerada en una de las principales estrategias de acumulación de capital.
Durante la última década la industria turística centroamericana registró una
tasa promedio de crecimiento del 10 por ciento. De hecho, Centroamérica es una
de las regiones del mundo cuya industria turística ha crecido más en los últimos
tiempos.
Este proceso ha sido impulsado por todos los
gobiernos de la región, que han tratado de facilitar la llegada de capitales
extranjeros. Cadenas hoteleras, proyectos inmobiliarios y el arribo de cruceros
han sido las principales formas que han dinamizado una actividad que ha estado
dominada por los grandes capitales transnacionales y regionales.
Este cambio económico se ha asentado
sobre bases insostenibles y ha generado desigualdad, degradación
socio-ambiental, malas condiciones laborales y una creciente conflictividad
socio-ambiental, sobre la que ya hemos llamado la atención en anteriores
ocasiones.
Uno de los impactos que ha generado este
creciente peso del turismo en las economías centroamericanas ha sido la
reorientación de los estudios universitarios para facilitar a estas empresas
personal adecuado a sus necesidades. Esto ha comportado un florecimiento de
escuelas y carreras de turismo que, lejos de responder a un programa de
desarrollo, se han orientado en una formación de carácter operativo, destinada a
formar meramente a empleados.
En Centroamérica el turismo se ha convertido de forma acelerada en
una de las principales estrategias de acumulación de capital. Esto
ha comportado un florecimiento de escuelas y carreras de turismo
que, lejos de responder a un programa de desarrollo, se han
orientado en una formación de carácter operativo, destinada a formar
meramente a empleados. |
Frente a estos modelos de desarrollo turístico,
en Centroamérica existe también una gran cantidad de iniciativas turísticas
locales, dirigidas por pequeños empresarios e iniciativas comunitarias, y que en
algunos casos han contado con el apoyo y complicidad de las autoridades públicas
locales. Este amplio tejido empresarial que existe en la región, a diferencia de
regiones más "turistizadas", puede convertirse en un factor de oportunidad
y suponer la base para otro modelo de desarrollo turístico de carácter endógeno
y con mayores niveles de sostenibilidad y equidad.
Comprometidos con este otro tipo de desarrollo
turístico, y con una creciente insatisfacción por los derroteros que ha ido
tomando la enseñanza universitaria en turismo, son varias las facultades y
escuelas de turismo de la región que están planteando ya otro modelo formativo.
Con el fin de compartir experiencias, reflexionar
sobre la forma que está tomando el turismo en Centroamérica y valorar las
posibilidades de incidencia desde el ámbito de la formación universitaria,
Fundación PRISMA y ALBA SUD organizaron un encuentro de educadores
durante los días 24 y 25 de junio de 2010 en San Salvador.
En esta actividad participaron representantes de
distintas instituciones, en concreto: la Carrera de Turismo Sostenible de la
UNAN Managua; la Maestría en Desarrollo Económico Local con Énfasis en Turismo
Comunitario impartida conjuntamente por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR)
y FLACSO Costa Rica; el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico de
Honduras, el Instituto Tecnológico de Chalatenango, El Salvador, y el
Departamento de Turismo Sustentable, Gastronomía y Hotelería de la Universidad
de El Caribe en Cancún, México. También se contó con una nutrida representación
de diversas iniciativas formativas e instituciones del Estado de El Salvador.
Por motivos de fuerza mayor a último momento no pudo llegar el representante del
Centro Tom Moran Ak-tenamit, de Guatemala.
El encuentro permitió conocer la experiencia y
características de cada una de estas iniciativas, destacando su origen, planes
de estudio, metodologías y formas de vinculación con el sector. A pesar de la
diversidad de experiencias, en parte motivada por las propias características
del desarrollo turístico en cada una de sus áreas de incidencia, el encuentro
puso en evidencia numerosas coincidencias de un sector significativo de la
formación superior en turismo.
A este nivel, cabe destacar que los participantes
coincidieron en la necesidad de impulsar un cambio de paradigma en los estudios
turísticos, reorientándolos hacia una formación de profesionales de carácter
integral, y no simplemente basado en el desarrollo de capacidades operativas. Junto
a las habilidades y capacidades prácticas, se subrayó la necesidad de llevar a
cabo una formación más amplia.
En este sentido se destacó la importancia de formar profesionales que tengan
capacidad de asumir roles de liderazgo y que no queden limitados a tareas de
carácter subsidiario. En este contexto resaltaron la relevancia que la
Universidad fortalezca el empoderamiento de sus estudiantes, apostando por una
formación en valores, donde sobresalga el compromiso social, la autoestima
personal y colectiva, la capacidad de trabajo en equipo, la valoración de la
sostenibilidad de la actividad turística integrada en la sociedad, etc.
También fue motivo de coincidencia la orientación de los respectivos programas
de estudio hacia un modelo turístico basado en un desarrollo local de carácter
endógeno. Esto se estaría traduciendo en una clara vinculación, por medio de las
prácticas de los estudiantes, trabajos de investigación y asesorías, con actores
empresariales locales y grupos comunitarios, además de la voluntad de incidencia
en políticas públicas al servicio de este tipo de desarrollo turístico.
En la discusión se pusieron en evidencia los múltiples retos que tiene por
delante un modelo formativo de estas características. Uno de los más relevantes
tal vez sea la necesidad de salir del aislamiento y lograr articular un espacio
de comunicación e intercambio entre educadores comprometidos con otro modelo de
desarrollo turístico, de carácter más sostenible y al servicio de las propias
poblaciones de la región, y no de las empresas de grandes capitales.
Uno de los principales acuerdos surgidos del encuentro fue la decisión de poner
en marcha mecanismos para compartir información y recursos didácticos de forma
permanente
El riesgo que entraña la consolidación del actual modelo turístico en
Centroamérica hace necesario poner en marcha todo tipo de iniciativas que
contribuyan a pensar y desarrollar la región de otro modo. Los ejemplos próximos
de Cancún y la Riviera Maya, en México, o de República Dominicana, donde la
"turistización"
social ha avanzado mucho más, hacen urgente una acción social
decidida. La formación de los profesionales del turismo es un espacio
estratégico.
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