Trabajan
más horas por un salario igual o más bajo que el de años anteriores y los
contratos por temporada son de menor duración y sin extras por prolongación de
jornada o por doblar turnos.
Es la situación actual
de los trabajadores de la hostelería en Pontevedra y su comarca, según la
radiografía que hace el sindicato UGT tomando como referencia las
consultas y denuncias de su asesoría jurídica y las quejas recogidas en su
Federación de Comercio y Hostelería.
"Es ya habitual que
camareros y cocineros de restaurantes, bares y cafeterías hagan jornadas de
diez, once y doce horas y no solo durante los meses de verano o coincidiendo con
fiestas" señalan desde la Federación de Hostelería de UGT, desde donde se
denuncia que, al amparo de las últimas reformas laborales, los empresarios "fijan
sin cortarse nada: categoría profesionales, salarios y horarios".
La situación se agrava
por el carácter estacional de muchos contratos y por la larga lista de parados
dispuestos a trabajar "asumiendo condiciones hace cinco años impensables",
explica una Elvira, camarera de un hotel de Sanxenxo, contenta
porque "me han hecho un contrato de cuatro meses, que son los que van a
cotizar por mí, aunque solo voy a cobrar los días que trabajo porque es un
establecimiento de temporada y no siempre está abierto en su totalidad".
Los meses de verano y los períodos vacacionales son momentos de
intensa actividad y por tanto más propicios para que se den
situaciones de abuso, incrementadas con la excusa de la crisis y con
la reforma laboral. |
"Las consultas, quejas
y denuncias por la jornada laboral se han disparado en este año" confirmaba ayer
el secretario comarcal de UGT, Ramón Vidal, que también se hacía
eco de la "importante" caída de ingresos experimentada por el persona hostelero
y que está vinculada, en gran medida, a la práctica generalizada de compensar
prolongaciones de jornada, trabajos extras o renuncias a días libres con un
"sobre en B", que beneficiaba a las dos partes. "Ahora este sobre o se ha
reducido o bien ha desaparecido", apunta Ramón Vidal.
Hay casos,
ejemplifican con los datos recabados en UGT, de camareros que, por
ejemplo, se sacaban un "extra" de 120-130 euros por servir, por ejemplo, en un
banquete de bodas fuera de su jornada laboral y ahora cobran 30-40 euros por el
servicio. "Y eso los que cobran porque cada vez se incluyen este tipo de
trabajos en las tareas habituales".
Los meses de verano y
los períodos vacacionales son momentos de intensa actividad y por tanto más
propicios para que se den situaciones de abuso, incrementadas con la excusa de
la crisis y con la reforma laboral.
Este año, explican
desde UGT, los contratos de temporada se centran en los meses de julio y
agosto, cuando antes era usual que se prolongasen desde abril-mayo a finales del
mes de septiembre.
Además, añaden en el
Sindicato, aumentaron de manera significativa los contratos puntuales para
refuerzos de fines de semana o de eventos. "Hablamos de personal que está en
establecimientos como cafeterías, bares, mesones o restaurantes ya que los que
trabajan en pubs, locales de copas o de ocio suelen tener otros regímenes de
contratación", especifican.
La precarización de
las condiciones de trabajo en la hostelería tiene también que ver por la falta
de cobertura de un convenio provincial, que está sin firmar desde el 2010.
Mientras las quejas van en aumento, los hosteleros confían en el reguero de
fiestas y en el buen tiempo para compensar el "regular" mes de julio que han
tenido. Por ejemplo en la capital, la asociación Hosteleros Asociados de
Pontevedra (Hoaspo) fijó en un 30 por ciento la pérdida de ingresos de julio
respecto al mismo mes del pasado año.
En Portevedra, B.
Márquez B.
Tomado de: Faro de
Vigo
NdE:
Agradecemos a Ernest Cañada el envío de este artículo
|