España es el segundo
país receptor de turistas luego de Francia y ocupa el mismo puesto, por detrás
de Estados Unidos, en ingresos por turismo. Sin embargo, la crisis financiera
global está golpeando severamente a este sector y agravando aún más la situación
de explotación y precariedad de miles de trabajadoras y trabajadores, cuya
realidad parece tan directamente ligada a la crisis actual, como alejada estuvo
de los beneficios que produjeron tantos años de bonanza.
Emilio Ferrero |
Según el Instituto de
Estudios Turísticos (IET), en
marzo de 2009 los turistas internacionales gastaron un total de 3.121 millones
de euros, lo cual supone una disminución del 17,1 por ciento respecto al volumen
registrado en el mismo mes de 2008.
Tomando esta misma referencia, el
gasto acumulado del primer trimestre de 2009 alcanzó los 8.237 millones de
euros, representando una caída del 11 por ciento.
Datos aportados por la Alianza
para la Excelencia Turística (Exceltur) anotan que la menor llegada de
turistas y el recorte de su gasto medio diario
han provocado una merma del 7 por ciento del PIB
turístico en los tres primeros meses de 2009, frente al descenso del 1,6 por
ciento contabilizado al cierre de 2008.
Emilio Ferrero,
secretario sectorial de Hostelería de la Federación
Estatal de Trabajadores de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT (CHTJ),
destacó la preocupación de su organización ante esta situación, aunque en el
primer trimestre de este año “se debe considerar que la festividad de la Semana
Santa tuvo lugar durante el mes de marzo, con lo cual la comparación no resulta
homogénea. De todas formas, la disminución del flujo turístico consecuencia de
la crisis financiera global está impactando muy negativamente a nuestro sector.
Durante el primer trimestre de 2009 llegaron 8,9
millones de turistas, un 16,3 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008”,
alertó Emilio.
“La crisis en el Reino Unido y Alemania impacta
muy severamente –agrega el dirigente ugetista–, pues ambos países componen un
importante porcentaje tanto en la demanda como en el gasto total en nuestro
sector”. De acuerdo a la Encuesta del Gasto Turístico (EGATUR),
el gasto realizado en 2006 por los
turistas internacionales ascendió a 48.227 millones de euros, a 49.946 millones
en 2007 y a 49.997 millones en 2008.
En estos años, Reino Unido y Alemania
consolidaron su participación en el gasto turístico total.
Así, en 2006 ambos países sumados registraron el
42,6 por ciento del gasto total, ascendiendo al 44,7 por ciento en 2007.
En buena medida, la caída de la actividad turística en
España se explica por el desplome de la demanda procedente del Reino
Unido y de Alemania: 20 y 26 por ciento menos respectivamente en el
primer trimestre del año.
El
mundo del trabajo
El lado oscuro del turismo
Si en época de bonanza el sector ya se caracterizaba por su
precariedad y bajos salarios, ¿cómo y hasta qué niveles impactará en el mundo
del trabajo turístico la crisis financiera global? De antemano hay que señalar
que Exceltur estimó un recorte de
110.000 empleos en el sector turístico hasta junio, teniendo en cuenta que el
acumulado enero – marzo eliminó 86.000 puestos de trabajo, un 5,7 por ciento del
empleo en el sector.
En 2006, Emilio Ferrero investigó la opinión instalada
en el imaginario colectivo sobre el trabajo en la hostelería.
Según el muestreo, la gente asocia este sector
con trabajo ilegal, bajos salarios, primer empleo, temporalidad y alta rotación.
“Ello explica en cierto modo ─acota Emilio─ quién trabaja mayoritariamente en la
hostería: mujeres e inmigrantes”.
En ese mismo año España recibió 58,5 millones de
turistas y el gasto turístico creció 4,8 por ciento con respecto a 2005. Los
turistas internacionales dejaron en España 48.227 millones de euros y el gasto
total de los turistas alojados en hoteles y similares ascendió a 31.749 millones
de euros. Números espléndidos en un año excepcional, aunque los trabajadores
continuaron tan sumergidos como siempre. Con un 44 por ciento, la hostelería
ostentaba la mayor concentración de temporales, donde casi la mitad de las
mujeres tenía un contrato temporal.
En la mayoría de los centros de
trabajo de la hostelería las condiciones de trabajo son duras, los trabajadores
y las trabajadoras están poco protegidas y los salarios estancados; a pesar del
crecimiento constante que experimenta el sector, los salarios están ubicados en
lo último de la lista”. Una encuesta sobre los salarios medio por año en la
Unión Europea, publicada en el mes de julio de 2007, sitúa al sector
hotelero en el antepenúltimo lugar, por encima de la agricultura y debajo de la
construcción. Mientras el salario medio anual en la hostelería se ubicó en
12.873 euros, en la construcción ascendió a 15.304 euros.
En referencia a las condiciones laborales que se padecen en
la hostelería, fueron muy ilustrativas las palabras de Cándido Méndez,
secretario general de la UGT, durante el 4to. Congreso de la
Federación CHTJ.* En un pasaje de su
intervención Cándido expresó que “A los sectores turismo y comercio
hay que rescatarlos de la precariedad. El sector comercio, que es fundamental en
nuestro país, tiene poco reconocimiento social y vosotros lo sabéis. El
trabajador que puede hacerlo sale huyendo del sector comercio, y hay problemas
de imagen de las propias empresas. Hasta hace poco en hostelería ha ocurrido lo
mismo. De una manera sorprendente pude reencontrarme con un primo hermano que
vive en Cantepera. Estaba trabajando en la cocina de un hotel y aquello era un
infierno, y no exagero en lo más mínimo. Las condiciones de trabajo eran
terribles, hasta tal punto que cuando mi primo tuvo la ocasión se fue de la
hostelería a trabajar en la construcción porque ganaba más, y aunque en
apariencia el trabajo era más duro, realmente desarrollaba su labor allí en
mejores condiciones que en la hostelería.
Esos son los temas que hay que resolver –subrayó Cándido–,
apostar por la calidad en el sector turismo: renovación de la planta hotelera y
calidad, que supone reconocer a los profesionales del sector. Desde la camarera
de piso hasta el gerente, y reconocerlo en su salario y en su estabilidad en el
empleo y protegerlo ante las enfermedades profesionales, protegerlos frente a
los accidentes laborales. Establecer un marco laboral que permita la
conciliación de la vida laboral, familiar y personal como un derecho inalienable
para las personas que trabajan en este sector”, enfatizó Cándido Méndez.
Con la actual crisis el panorama es desolador. “La Federación
tiene mucho trabajo por delante -aseguró Emilio Ferraro-. Las empresas
van a intentar reducir costos, deshacerse de los trabajadores más veteranos -que
son los que más cuestan- para incorporar gente joven dispuesta a trabajar de
cualquier modo. Si eso prospera tendremos trabajadores y trabajadoras más
desprotegidos y un empleo más precario y volátil.
Por ello -continuó el dirigente-, desde la Federación creemos
que es el momento de salir a la calle para defender nuestros derechos y de
movilizarnos con todas nuestras fuerzas para impedir el proyecto de la derecha
política, que manifiesta que de esta crisis se sale reduciendo los salarios y
eliminando los beneficios sociales conquistados por los sindicatos”, concluyó.
En otro continente, y casi simultáneamente, la movilización
de la Unión de Trabajadores del Turismo, la Hotelería y Gastronómicos de la
República Argentina (UTHGRA), justamente en reclamo de un incremento
salarial para recuperar el incremento del IPC, era violentamente reprimida en
las calles de Buenos Aires. Asimismo, en el Sheraton de la ciudad
balneario Mar del Plata, ubicada al sur de Buenos Aires, la gerencia despedía a
ocho trabajadores, entre ellos al candidato a delegado sindical que, según la
ley local, tiene fueros y no puede ser despedido. UTHGRA prepara una gran
movilización en torno a este caso y no descarta la toma del hotel por parte de
los militantes sindicales.
La crisis global será durante un tiempo el argumento
esgrimido por los empresarios en todas las latitudes para reducir sus costos
sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras y criminalizar toda acción
sindical. Debemos estar preparados.
|