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“El Rol de la Hotelería y la Gastronomía

en la Promoción del Trabajo Decente en la Argentina”

Un seminario que promete ser el inicio de la aplicación del trabajo decente en el sector

 

El pasado 9 de mayo se realizó en el Auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería argentina, en Buenos Aires, el Seminario “El Rol de la Hotelería y la Gastronomía en la Promoción del Trabajo Decente en la Argentina” organizado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), junto a los Ministerios de Turismo y de Trabajo.

 

Desde la óptica de los trabajadores resultó estimulante que el empresariado, junto a ambos Ministerios, se hayan motivado a patrocinar este evento cuyo origen, en mi opinión, estuvo a partir del encuentro sobre el tripartismo que realizamos el año pasado en la OIT, donde intentamos que la perspectiva del Trabajo Decente prevaleciera y figurara en todos los puntos que allí se trataron.

 

Estimamos que éste es el puntapié inicial de una política de promoción de la FEHGRA entre sus asociados de que en toda la actividad se deben alcanzar condiciones de trabajo decente, lo que incluye además del salario y el respeto a los derechos laborales y sindicales, el cuidado del ambiente y la sustentabilidad total de los emprendimientos.

 

Fueron muy buenas las exposiciones de Oscar Ghezzi, presidente de FEHGRA, y del doctor Francisco Costa, a cargo del Departamento Laboral de esa entidad.

 

También fue resaltable la intervención del ministro de Turismo, Enrique Meyer, muy comprometido con la promoción de este concepto en Argentina.

En nuestros países vemos que si bien el trabajo es el mismo -hacer una cama es igual en todos lados, servir una mesa o limpiar un corredor igual en todo el mundo-, las condiciones económicas y laborales, sin embargo, son diferentes.

  

El profesor doctor Bernardo Kliksgber dictó una conferencia magistral como experto en Responsabilidad Social Empresarial titulada “La importancia de la RSE y sus posibilidades dentro del sector turístico”, que fue una muy clara exposición y de profundo contenido.

 

Durante su conferencia, el doctor Kliksgber fue muy enfático al señalar la importancia de la existencia de los sindicatos en el sector, pero advirtió que a menudo el empresario se equivoca al preferir trabajadores sin organización sindical. Explicó con gran acierto cuál es el papel del sindicalismo, cosa que, notoriamente, causó un momento de murmullos de desacuerdo entre algunos de los empresarios que asistían al evento.

 

También se mencionó que todos pedimos cambios, pero que esos cambios deben comenzar por casa, en referencia a que muchas veces el crecimiento de los emprendimientos crea situaciones críticas que hay que atender de manera adecuada. Especialmente teniendo en cuenta aspectos esenciales en la actualidad, como el cuidado del ambiente y el ahorro de energía, entre otras cosas.

 

Si bien nosotros estábamos participando como invitados en nuestro carácter de presidente del sector HRCT de la UITA, fuimos igualmente convidados a hacer uso de la palabra. Sin duda en deferencia a la responsabilidad que ocupo en nuestra Internacional y no solamente a mi persona.

   

Trabajo Decente

Un concepto de varias aristas

 

Me referí entonces a que el concepto “Trabajo Decente” es mucho más amplio de lo que se había escuchado allí hasta ese momento, y que incluye los Convenios Colectivos, las condiciones laborales, la igualdad entre el hombre y la mujer, el trabajo infantil, la libre afiliación, la libertad sindical, el diálogo social, etc.

 

Celebré que todo esto se esté llevando a la práctica en la Argentina, y propuse que esta experiencia debería trascender nuestras fronteras nacionales.

 

Señalé que una de mis motivaciones para integrar la Internacional es también trabajar por mi propio país,  porque las inversiones del sector en Argentina no son como habitualmente se cree.

 

Si bien tenemos presencia de las marcas de las principales cadenas mundiales, son muy pocos los emprendimientos realizados con inversión directa de estas corporaciones. En general se trata de capitales argentinos que construyeron la planta física del hotel y entregaron su manejo a una marca para que ésta la explote y gestione.

 

Si me pongo en la piel de un inversor, en su lógica, él querrá invertir allí donde reciba el retorno más rápidamente, y éste es un aspecto que empresarios, gobierno y trabajadores debemos analizar para que en la región se pueda emparejar hacia arriba y no hacia abajo.

Kliksgber fue muy enfático al señalar la importancia de la existencia de los sindicatos en el sector, pero advirtió que a menudo el empresario se equivoca al preferir trabajadores sin organización sindical.

 

 

En nuestros países vemos que si bien el trabajo es el mismo -hacer una cama es igual en todos lados, servir una mesa o limpiar un corredor igual en todo el mundo-, las condiciones económicas y laborales, sin embargo, son diferentes.

 

Por una actividad sustentable

Algunos ejemplos concretos

 

Como se había hablado de que con respecto a la sustentabilidad “hay que empezar por casa”, mencioné que en los cuatro hoteles de UTHGRA hemos cambiado en los últimos meses unas 3.500 lámparas dicroicas, que son decorativas, por lámparas LED. 

 

En dos o tres meses hemos recuperado la inversión mediante el ahorro en el consumo de energía. Esto no sólo genera una disminución de costos operativos, también nos aporta sustentabilidad global porque colaboramos con el ahorro energético, hoy tan necesario.

 

También relaté que hemos trabajado bastante en el uso del agua. Sabemos que hay lugares donde no abunda el agua dulce. Recientemente, por ejemplo, tuvimos oportunidad de ver un documental en el cual se mostraba el sufrimiento de un pequeño poblado de la provincia de Jujuy, en el norte argentino, que como consecuencia de un explosivo crecimiento hotelero empezó a padecer escasez de agua, no sólo en los centros poblados, sino también en los pozos tradicionalmente utilizados en la agricultura local, esencialmente familiar.

 

En la provincia de Córdoba, donde también existe cierta escasez de agua, UTHGRA tiene un complejo hotelero llamado Los Cocos. Allí hemos perforado nuestros propios pozos a tres kilómetros del hotel, y desde allí llevamos el agua por cañerías, evitando así afectar las fuentes de agua dulce de quienes habitan en los alrededores.

 

Además –referí–, realizamos un tratamiento de estas aguas, tanto en su ingreso como de los efluentes. Cuando entra efectuamos lo que se llama el “ablandamiento” del agua para quitarle el exceso de calcio y evitar que el sarro nos obstruya las tuberías, el equipamiento de los lavaderos y de la cocina.

 

Las aguas servidas también reciben un tratamiento, tanto las de la cocina como las de los baños. Hemos hecho piletas de decantación y de separación de sólidos, grasa y líquidos. Eso produce abono, y el agua resultante se reutiliza en un 40 por ciento para el riego del parque que rodea las instalaciones.

 

En la última reforma que hemos hecho, instalamos una doble cañería mediante la cual reutilizamos otra parte de esa agua tratada -la llamada “agua gris”- para los inodoros. Porque cada vez que usamos la cisterna hay entre doce y 15 litros de agua que prácticamente se desperdician en su totalidad.

 

Finalmente, otra parte del agua ya filtrada y limpia se libera nuevamente en la naturaleza para que sea reciclada y beneficie a otras personas.

 

Puse como ejemplo que nuestros nuevos equipamientos de cocina tienen integrado un sistema de paneles solares que si bien no llegan aún a abastecer completamente la demanda, sí absorben una parte relevante de nuestro consumo de electricidad.

 

Desde nuestro lugar a menudo vemos cómo sufren las poblaciones locales como consecuencia del uso insustentable de los recursos naturales por parte de la industria turística. Para tener una idea de lo que hablamos, podemos decir que en nuestro hotel teníamos un consumo muy alto de agua. Eso ha cambiado drásticamente.

Estas preocupaciones nuestras con el trabajo decente y el cuidado del ambiente, la sostenibilidad de todas las cosas, se las debemos en primer lugar al trabajo con la UITA.

 

También trabajamos en crear conciencia en la sociedad, ya que le entregamos a cada pasajero de nuestro hotel en Córdoba, un folleto explicando cómo funcionan los sistemas que hemos instalado para reutilizar y ahorrar agua y energía, tratando de lograr en ellos cambios de comportamiento que perduren más allá de la estadía en el hotel.

 

Desgraciadamente esto no ocurre en mucho lugares, pero si adquirimos conciencia de la necesidad de que todo lo que hagamos debe ser sustentable, estamos seguros de que haremos que el futuro sea más simple para la humanidad.

 

En el documental que mencioné anteriormente, los habitantes de Punamarca, un pueblito de 500 habitantes que recibe 1.500 turistas por día, se quejaban de cómo les había cambiado su vida en algunos aspectos para mal, porque si antes sacaban un camión de residuos por semana, ahora deben sacar varios camiones por día. Como no tienen un lugar adecuado donde hacer la disposición final de esa basura, la tienen que quemar al aire libre produciendo una gran contaminación. 

 

Volviendo al Seminario, queremos rescatar que el empresariado se haya puesto al hombro el Trabajo Decente, particularmente en lo referido al trabajo informal, ya que vemos cómo cada vez hay mayor convencimiento de la conveniencia de abandonar esas prácticas negativas.

 

Estas preocupaciones nuestras con el Trabajo Decente y el cuidado del ambiente, la sostenibilidad de todas las cosas, se las debemos en primer lugar al trabajo con la UITA. Hace años que venimos escuchando pregonar a la Rel-UITA sobre estos temas, las consecuencias de los agrotóxicos, el uso y la escasez del agua dulce no contaminada, entre otros temas. 

 

Por todo el mundo hemos podido constatar estos grandes inconvenientes. En Europa, por ejemplo, vimos los parques de energía eólica, los paneles solares en los techos de los domicilios de mucha gente, buscando obtener así por lo menos la calefacción o el agua caliente.

 

Es claro que nuestro futuro pasa necesariamente por este tipo de cambios. Todos queremos darle mejor calidad de vida a nuestros hijos, a nuestros nietos, y a todos los que vengan después, y para eso tenemos que evitar consumir o contaminar todos los recursos naturales a nuestro paso por la Tierra.

 

Es la obligación de todos.

En Buenos Aires, Norberto Latorre

Rel-UITA

7 de junio de 2011

 

 

 

 

Foto: UTHGRA

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