Cuando la inversión justifica el engaño
|
La Federación Suiza de Productores de Leche acaba de
presentar una demanda contra la transnacional
anglo-holandesa
Unilever, acusándola de competencia desleal
por utilizar el término “crema” en un producto basado en
grasa vegetal. Se trata de la marca “Rama”, en la cual las
grasas animales son sustituidas por aceite de girasol.
Paralelamente, la Federación está estudiando presentar otra
demanda similar contra la transnacional suiza
Nestlé a causa del “yogurt” de marca Hirz.
Los productores impugnaron el uso engañoso de las
palabras “crema” y “yogurt” en alimentos que no contienen
ningún ingrediente extraído de la leche.
De la misma forma que en la “crema” se está utilizando
aceite de girasol, en el caso del “yogurt” es muy posible
que se esté empleando soja. En ambos casos, además del
engaño al consumidor, se puede ocultar la utilización de
semillas de origen transgénico.
Si lo anterior resulta de una enorme gravedad, más
graves aun son las explicaciones brindadas por ambas
empresas. Antes de formular la demanda, la Federación les
solicitó que eliminaran esas palabras de los envases y de
los anuncios publicitarios, recibiendo una respuesta
negativa, “ya habían invertido mucho dinero en la publicidad
de los productos”.
Frente a este argumento, basado en el principio cada
vez más generalizado de que el dinero todo lo puede y
justifica, es de esperar un fallo ejemplarizante de la
justicia suiza. Es más, también la Organización Mundial de
la Salud debería intervenir, de lo contrario su campaña
antitabaco perderá credibilidad y sustento en virtud de las
cifras millonarias que las compañías del sector invierten en
propaganda.
Mi opinión personal es que las cosas no irán tan
lejos, de todas formas la última palabra la tienen los
consumidores europeos.
Enildo Iglesias
© Rel-UITA
27 de agosto de 2004
|