Venezuela otorgaría 80 millones de
dólares a cambio de leche en polvo y
transferencia de tecnología para
desarrollar una empresa láctea en ese
país. Una delegación de SanCor está en
Caracas. Diferencias en la cooperativa
por esta oferta y la de Soros
Hugo Chávez extendió sus inversiones en
activos argentinos. A los 4000 millones
en Boden 2012 que lleva adquiridos desde
el 2004, ayer le sumó un crédito de 80
millones de dólares a SanCor. Más que
por su magnitud, el desembolso conlleva
una clara lectura política: la decisión
del venezolano se confirmó 25 días
después de que una empresa del grupo
Soros hiciera una oferta por el control
de la láctea argentina. Esa intención de
compra había levantado una fuerte
polémica, de la cual no permanecieron al
margen funcionarios cercanos a la Casa
Rosada. “Trajeron un proyecto y ya
tenemos la decisión tomada: será un
crédito de 80 millones de dólares para
que ellos se liberen de la deuda, que en
realidad es mayor, pero así se aliviarán
y podrán seguir trabajando”, sostuvo
ayer Chávez desde Caracas al formular el
anuncio. El mandatario llega mañana a la
Argentina.
De acuerdo con lo manifestado por el
presidente venezolano desde el Palacio
Miraflores, el salvataje financiero le
permitiría a SanCor mantener su
condición de empresa cooperativa. “Así
podrán seguir produciendo para la
Argentina y para nosotros”, aseguró el
mandatario. Esta sería una condición
apreciada entre la mayoría de los
actuales socios de la compañía. De
hecho, uno de los ejes en las
negociaciones con el grupo Soros era que
los asociados pudieran mantener la
acción de oro para retener el poder de
veto en las decisiones.
Oscar Carreras, presidente de SanCor,
estuvo ayer en la Casa Rosada. Tenía
pactada una reunión con Néstor Kirchner,
quien finalmente no asistió. Estuvieron
Felisa Miceli y Alberto Fernández. El
ejecutivo puso al tanto de las
negociaciones con Soros a los
funcionarios, y quedaron en verse en los
próximos días.
Por lo pronto, esta mañana habrá otro
encuentro clave para el futuro de la
compañía: entre una delegación de SanCor
que llegó en las últimas horas a
Caracas, encabezada por el
vicepresidente Italo Gastaldi, y
funcionarios de primer nivel del
gobierno venezolano.
Desde el punto de vista
económico-financiero de la compañía, el
principal punto pasa por resolver el
agujero en sus cuentas. Justamente, el
traspaso de la mayoría accionaria a
Soros intentaba solucionar esa crisis.
El aporte de 120 millones de dólares
para apropiarse del 62,5 por ciento de
SanCor aparecía como un verdadero
salvataje.
Distintas fuentes de la láctea
coincidieron, en diálogo con Página/12,
en que los 80 millones de dólares de
financiamiento prometidos por Chávez no
resolvían la cuestión. La deuda de la
empresa asciende a 170 millones de
dólares, y hace dos meses y medio SanCor
incumplió el pago a sus acreedores de un
vencimiento por 10 millones de dólares.
Respecto del resto del dinero que haría
falta para rescatar a SanCor, las
fuentes consultadas evidenciaban
divergencias. Por un lado se aceptaba
que el crédito de Chávez no impediría
que Adecoagro, la compañía de Soros, se
acoplara como socia de una SanCor que
mantendría su status de cooperativista.
Esta visión era compartida anoche en un
despacho de la Casa Rosada con acceso
directo a Kirchner. En el Gobierno,
incluso, no descartaban el ingreso del
grupo Petersen, encabezado por el
banquero Enrique Ezkenazi y el
empresario Eduardo Eurnekian, ambos de
buena llegada al despacho presidencial.
Otras fuentes de la empresa, en cambio,
sostenían que no había alternativas: si
Chávez entraba al negocio, no habría
espacio para otros inversores privados.
En ese sentido, se especulaba con la
posibilidad de que el Estado argentino
hiciera su aporte. Consultada durante
una conferencia de prensa, Miceli evitó
realizar comentarios.
Para Venezuela, el negocio luce
interesante teniendo en cuenta que es el
principal comprador de leche argentina.
De hecho, uno de cada cinco dólares
exportados por SanCor se dirigen hacia
ese país. Venezuela compra
exclusivamente leche en polvo. El
presidente caribeño tampoco dio
detalles, pero en la empresa estimaban
que el préstamo debería ser a un plazo
mínimo de diez años. Chávez se limitó a
explicar que SanCor “devolverá parte del
crédito en producción” y en la
transferencia de tecnología para ayudar
a Venezuela a “fabricar integralmente”
leche en polvo. Si el préstamo fuera a
diez años, SanCor podría pagar su deuda
exportando 3300 toneladas de leche en
polvo anuales adicionales. Todavía se
desconocen las condiciones del crédito.
Si se toma como antecedente las compras
que hizo Chávez de títulos de la deuda
argentina, no hizo un mal negocio.
Adquirió Boden 2012 al precio “de
mercado”, al mismo valor que pagaron los
bancos en esas operaciones.
En los últimos dos años, Venezuela
importó 1800 vaquillonas con el objetivo
de desarrollarse en el negocio lácteo.
También poseen algunas plantas de la ex
Parmalat que actualmente están
paralizadas y tierras suficientes para
la producción. Pero adolecen de técnicos
y de la tecnología, que podrían ser
aportados por SanCor. Sobre estos temas
se venía conversando en las últimas dos
semanas, aprovechando los viajes de
ejecutivos de la compañía a Caracas. La
urgencia de Chávez es incrementar los
niveles de consumo de leche, que se
encuentran en 120 litros anuales per
cápita contra 210 litros de la Argentina
y los 150 litros recomendados por la
Asociación Mundial de la Alimentación.
El mensaje de Chávez de ayer le añade
condimentos económicos pero sobre todo
políticos en torno de una de las mayores
empresas argentinas todavía manejadas
por capitales nacionales.
Por Claudio Zlotnik
Página 12
6 de
diciembre de 2006